El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, negó ayer que el Gobierno haya impulsado los ataques a silobolsas de productores por retener soja.
Para el funcionario, se trata de hechos de "neto corte policial", según afirmó ayer en su habitual conferencia de prensa matutina. "De ninguna manera responde a una estrategia o a una política deliberada, ni mucho menos", expresó el jefe de Gabinete.
Al insistir en que se trata de una cuestión policial, Capitanich señaló: "Es un hecho de categoría estrictamente policial que deber ser juzgado por las autoridades locales".
Sin embargo, trascendieron nuevas roturas de estos bolsones de plástico que se usan para almacenar granos. El 31 de diciembre pasado, en Barranca Yaco, a unos 12 kilómetros de la localidad cordobesa de Jesús María, tres silobolsas con maíz de la firma De Giorgio SA fueron destruidos.
Una fuente de esa firma calificó la destrucción de "intencional" y contó que el maíz, producido en la cosecha pasada, permanecía en estos almacenajes porque no resulta sencillo comercializarlo por el bajo precio que ofrecen los compradores.
No es la primera vez que a esta empresa le ocurre un hecho como éste. En otro campo de la provincia ya sufrió hace un tiempo la destrucción de dos bolsones.
Vale recordar que, en vísperas de Navidad, en la localidad de Oliva, a 100 kilómetros de la ciudad de Córdoba, seis silobolsas fueron cortados, lo que elevó a 21 el total de bolsones destruidos desde agosto pasado.
Se estima que en toda la provincia ya contabilizan alrededor de 35 bolsones rotos entre distintas localidades.
En octubre pasado, en Idiazábal, cerca de Villa María, tres bolsas plásticas aparecieron rotas.
En tanto, en la provincia de Buenos Aires se informaron roturas en la localidad de Cañuelas, en un campo cercano a la ciudad de General Pico, La Pampa, ocho bolsas amanecieron con cortes de punta a punta. "El productor debe hacer la denuncia", recomendó ayer en su conferencia matutina el jefe de Gabinete.