Lluvias superiores a lo normal para la época y tormentas intensas focalizadas, como las registradas ayer en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires, se repetirán con frecuencia durante toda la primavera y, también, en el verano. Así lo pronostica el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), cuyas estadísticas marcan además que, en lo que va de septiembre, ya cayó 36,5% más de agua de lo que suele ocurrir en todo el mes.
Ayer, un chofer de camiones murió en medio del temporal de lluvia, viento y granizo que afectó la Capital, y que provocó anegamientos momentáneos y cortes de luz durante la madrugada y la mañana. Además, un avión de AirEuropa que aterrizaba en el aeropuerto de Ezeiza sufrió incluso la rotura de la trompa al atravesar la barrera de granizo durante el descenso a la pista.
Hasta las 8.30, los peajes situados a la altura de Campana y Pilar de la autopista Panamericana permanecieron cerrados por la acumulación de agua sobre la calzada, lo que complicó el ingreso a la ciudad desde la zona norte.
En territorio bonaerense, las fuertes precipitaciones complicaron la situación de las zonas ya afectadas por la acumulación de agua durante las últimas semanas, con desbordes de arroyos, lagunas y decenas de evacuados. La laguna de Chascomús, por ejemplo, alcanzó el nivel más alto desde 2002.
A mediano plazo, el futuro no es alentador. Según el pronóstico del SMN, durante septiembre, octubre y noviembre se registrarán lluvias superiores a las normales para el trimestre en toda la región. Además, se espera que ocurran "eventos de lluvia localmente más intensa que lo normal sobre el nordeste y centro-este del país." Los meteorólogos sugieren "el monitoreo de la situación, particularmente sobre la región del Litoral y la provincia de Buenos Aires", donde ya suman 54 los municipios declarados en emergencia o desastre.
"Es un año muy lluvioso desde febrero, con precipitaciones fuertes también en invierno, y sólo alivios temporarios. Ha sido el comportamiento habitual de la atmósfera y sigue habiendo mucha humedad, con calentamientos en el Pacífico y en el Atlántico. Si la primavera es normalmente lluviosa, es de esperar que se produzcan precipitaciones más intensas y con mayor frecuencia este año", dijo el climatólogo del SMN José Luis Stella.
En ese sentido, el experto recordó que sólo en los primeros nueve días de
septiembre ya llovió en la ciudad más del promedio de lluvias histórico para
todo el mes: 100,1 milímetros en lo que va del mes, contra la media de 73,3
milímetros mensuales.
El agua caída ayer está incluida en la suma. La tormenta de la víspera en la Capital incluyó intensas precipitaciones, fuertes vientos y una granizada que se prolongó por varios minutos. En medio del temporal, alrededor de las 8, un camión de la empresa Rosa del Sur que transportaba fardos de papel para reciclar por la avenida Cantilo chocó con un auto Peugeot 208, en el barrio de Palermo. Tras perder el control del vehículo, el chofer impactó violentamente contra una columna de un puente peatonal. Por la magnitud de las heridas sufridas, murió en el hospital Pirovano cerca de las 11.
Como resultado del impacto, la cabina del camión quedó destruida y la carga que transportaba, desparramada sobre el asfalto de Cantilo. El conductor del Peugeot salió ileso.
De acuerdo con el registro de Emergencias del gobierno porteño, una de las zonas más castigadas por la lluvia fue, precisamente, la de Ciudad Universitaria, con 51 milímetros caídos. Alrededor de las 11, parte de la calzada de la avenida Cantilo, a la altura de la cancha de River, había charcos. El panorama era similar en los campos de deportes de la UBA, donde el agua aún no había escurrido.
Como ocurre cada vez que hay tormentas fuertes, la avenida Cabildo, en Belgrano, estuvo "custodiada" por al menos tres cuadrillas del gobierno porteño ante la posibilidad de inundaciones. Y los comerciantes de la esquina con Blanco Encalada colocaron compuertas en las vidrieras como medida de prevención.
Otro de los lugares muy afectados por la lluvia fue la intersección de las avenidas Roca y General Paz, en el sur porteño. El agua cubrió la totalidad de la vereda y los pasajeros de colectivos que circulan por la zona debieron rebuscárselas para detener el ómnibus en lugares menos anegados. Después de las 10, aún quedaban tramos inundados, constató LA NACION.
A media mañana, y cuando ya sólo soplaban fuertes ráfagas de viento, LA NACION constató en un recorrido por distintos barrios de la ciudad que ya no quedaba agua en las aceras y apenas algunos charcos que no impedían la circulación.
En el conurbano, vecinos de San Justo, partido de La Matanza, contaron que, alrededor de las 8, el agua cubrió la avenida Illia de lado a lado y alcanzó, amenazante, la puerta de los comercios. Con el correr de las horas, la situación mejoró.
Asimismo, hubo reportes de árboles caídos y calles inundadas durante la mañana en Quilmes, Lomas de Zamora, Escobar y Solano.
Paralelamente, se registraron cortes de luz en los barrios porteños de Parque Chacabuco, Floresta y Flores, y en varios tramos de la autopista Illia. En la zona sur del conurbano, la falta de suministro alcanzó a unos 230.000 usuarios, según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad.
En el interior provincial, el temporal de lluvia y granizo provocó el desborde de la laguna de Chascomús, el crecimiento del río Luján y el consecuente estado de alerta en la zona, junto con anegamientos, caída de árboles y cortes de luz.
Por el crecimiento del río Salado, la laguna de Chascomús alcanzó el nivel más alto desde 2002, según confirmó el secretario de Infraestructura y Servicios Públicos de ese distrito, Daniel Giacobone. Fueron evacuados 35 pobladores y unas 50 familias se autoevacuaron. En los últimos días, la cantidad de lluvia caída en la zona superó los 200 milímetros, a lo que se sumaron otros 50 ayer.
Las intensas lluvias de los últimos días provocaron que volviera a subir el cauce del río Luján que, en dos horas, experimentó un aumento de 33 centímetros. En jurisdicción de Pilar se padecen las principales consecuencias de la crecida, con varias zonas y barrios periféricos anegados, mientras que las ciudades de Luján y Mercedes también se vieron afectadas.
En tanto, más de 20 cuadras de la localidad bonaerense de San Francisco Solano, partido de Quilmes, se inundaron durante las fuertes lluvias, aunque no hubo evacuados.
El director de Defensa Civil de ese distrito, Néstor Guglielmino, indicó que los arroyos Las Piedras y San Francisco "están desbordados, no en una gran magnitud, pero sucede que hay casas a los costados". El desborde de cuatro arroyos y el Riachuelo en Lomas de Zamora tampoco provocaron evacuaciones.