La nueva caída de los precios de la soja en Chicago acentuó ayer la debilidad de las propuestas de las fábricas procesadoras en el mercado doméstico y las alejó aún más de las pretensiones de los vendedores. Las consecuencias, un volumen de ventas prácticamente nulo en el ámbito de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que así pierde su condición de referente nacional para el valor de la oleaginosa, y una diversidad de operaciones directas, con todo tipo de condiciones y concesiones entre las partes.
Desde el inicio de la jornada, la mayor parte de los compradores mostró su disposición a pagar hasta $ 2250 por tonelada de soja disponible para las terminales de la zona de Rosario, unos 30 pesos por debajo de la menor oferta hecha el lunes. Sin embargo, esa propuesta cosechó el unánime rechazo de los vendedores, que ubicaron su piso en torno de los $ 2300 o de su equivalente en dólares, que ayer fue de US$ 277.
Según la necesidad de cada fábrica -muchas tienen mercadería para no más de una semana de molienda- y de cada vendedor -afrontar los costos de la nueva campaña-, se tejieron ayer propuestas que fueron de 2250 a 2270 pesos; de ahí a 2290, y hasta los 2300 pesos por tonelada, siempre y cuando se garantizara un volumen mínimo acordado y condiciones de pago diferidas, pero dolarizadas.
"Hoy casi todo lo que se negocia (no es mucho), se hace tras largos intercambios de mensajes, con condiciones bien delimitadas. Quienes tienen la capacidad de ofrecer mayores volúmenes acceden a las mejores propuestas", comentó a LA NACION un operador, mientras valoraba distintas ofertas y pedidos en la pantalla de su teléfono.
La misma fuente dijo que muchos productores están postergando ventas con la expectativa de que los precios mejoren una vez que pase la abundante cosecha de EE.UU. (fin de noviembre). "Pero el escenario no va a cambiar demasiado si, como se está oyendo, Brasil apunta a producir de 92 a 95 millones de toneladas en el nuevo ciclo y si en nuestro país la soja le gana más terreno al maíz", advirtió.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones noviembre y mayo de la soja perdieron US$ 3,60 y 4, mientras que sus ajustes fueron de 273,40 y de 249 dólares.
Otro paso atrás
Sin heladas preocupantes en el horizonte de los cultivos estadounidenses, la Bolsa de Chicago cerró ayer con nuevas bajas para la soja y para el maíz, cuyos valores siguen en el nivel más bajo en cuatro años, producto de cosechas que se prevén inéditas y de la salida del mercado de los fondos de inversión especuladores.
Las pizarras mostraron quitas de US$ 5,78 y de 5,98 sobre los contratos noviembre y enero de la soja, cuyos ajustes resultaron de 364,78 y de 367,16 dólares por tonelada. Un año atrás, estas posiciones se cotizaban poco más de un 26% arriba del nivel actual, a 498,43 y a 498,16 dólares, respectivamente.
Acerca del maíz, los contratos diciembre y marzo de Chicago bajaron ayer US$ 1,58 y terminaron la rueda con ajustes de 135,52 y de 140,64 dólares. Un año atrás, se negociaban a 182,47 y a 187,59 dólares, poco más de un 25% arriba del nivel actual.
Durante la rueda, los fondos especuladores liquidaron ayer 8000 contratos de soja y 5000 de maíz, equivalentes a 1.088.640 y a 635.000 toneladas, respectivamente. Estos operadores dan por descontado que mañana el Departamento de Agricultura de EE.UU. elevará en su informe mensual de oferta y demanda de granos los volúmenes de las cosechas y de las existencias estadounidenses.
Respecto del maíz local, los exportadores ofrecieron ayer $ 970 en Bahía Blanca; $ 940 en Necochea, y $ 930/950 en la BCR, sin cambios.
Por último, el trigo de la nueva cosecha se cotizó a US$ 170 en Bahía Blanca; a US$ 163 en San Martín y a US$ 145 en Necochea, sin variantes.
Brasil superó la dependencia del trigo argentino
"La mayor parte del trigo importado entre enero y julio de 2014 proviene de
los Estados Unidos, que desplazó a la Argentina, que en el mismo período de 2013
fue nuestro mayor proveedor", dijo ayer la Compañía Nacional de Abastecimiento
(Conab), dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil.
En sus estimaciones agrícolas, la Conab indicó que de enero a julio Brasil
importó 1,43 millones de toneladas de trigo de EE.UU., un 44,27% más que en
2013, en tanto que adquirió 1,21 mill. t de cereal argentino, un 51,55% menos
que en igual período anterior. Las compras a Uruguay subieron un 532,41%, de
110.707 a 700.123 toneladas.