A pesar de que el mercado ya está en condiciones de sustituir la mitad de las importaciones de naftas, el esquema impositivo y otras políticas siguen frenando su utilización en el transporte interno ¿Cumplen las petroleras con la normativa vigente? Por el momento no es posible pensar en colocar la producción en el exterior.
El Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e hidrógeno, Claudio Molina, aseguró que el etanol, biocombustible con el que se cortan las naftas al 5 por ciento, alcanzó niveles operativos que permiten reemplazar el 50 por ciento de las compras de nafta en el exterior.
En una entrevista exclusiva con el portal Energía Estratégica, Molina profundizó sobre las ventajas de una suba en el corte obligatorio: “Considerando que hoy se está incorporando alrededor de un 8 % de bioetanol a las naftas que se expenden en Argentina – en promedio –, si el Gobierno aumentara ese contenido al 12 %, se podrían sustituir, como mínimo, la mitad de las importaciones de nafta – que el año pasado fueron de casi 400.000 m3 y este año podrían superar dicha cifra, salvo que se consolide la reducción de la demanda de naftas que se viene produciendo en los últimos meses”, dijo Molina al tiempo que aseguró: “hay suficiente experiencia internacional que justifica operar con cortes al 12 %, subirlos progresivamente hasta el 20 y 25 %, como ocurre en Brasil”
“Una medida así conducirá a un aumento de la producción agrícola local, cambiando la curva de oferta y permitiendo al mismo tiempo aumentar la oferta de bioetanol; fomentando nuevas inversiones y reduciendo importaciones de nafta, hecho que determina un balance de divisas positivo”, afirmó Molina.
Finalmente, el Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, aseguró que “por ahora es muy difícil exportar los excedentes de bioetanol a países vecinos. El mercado europeo está muy cerrado por la presencia de altos aranceles de importación y el americano, si bien se abrió, presenta una oferta interna derivada de un complejo industrial muy eficiente – es muy difícil competir con éste –. Otros mercados, como el chino, presentan una oferta interna que puede satisfacer sus necesidades por el momento, e incluso presenta trabas para ingresar, fundamentalmente por el tema transgénicos o directamente por el uso de maíz a esos fines. El japonés, por su parte, si bien presenta una apertura creciente, no muestra interés en el mercado argentino”