La menor presión de los compradores locales, que aguardan el ingreso de la nueva cosecha argentina, y las bajas externas acentuaron ayer la caída del precio de la soja en el mercado doméstico, donde el volumen negociado fue prácticamente nulo.

Por tonelada de soja con entrega hasta el 20 del actual las fábricas ofrecieron 330 dólares para las terminales de San Martín, San Lorenzo, General Lagos y de Timbúes, 10 dólares menos que anteayer. En lo que va de la semana, la oleaginosa perdió un 13,16% de su valor, desde los 380 dólares propuestos por la demanda el viernes.

El retroceso también se evidenció sobre el precio de pizarra fijado por la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario, que ayer fue reportado en $ 2640 (corresponde a las operaciones del martes), un 11,14% por debajo de los $ 2971 fijados tras los negocios del viernes pasado.

La soja con descarga entre abril y mayo se negoció a 300 dólares por tonelada en la zona de Rosario y en Necochea, con quitas de 5 y de 7 dólares, y a 305 dólares en Bahía Blanca, con una pérdida de 5 dólares.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones mayo y julio de la soja retrocedieron US$ 2,50 y 2,60, mientras que sus ajustes fueron de 307 y de 309,20 dólares.

Las pizarras de la Bolsa de Chicago mostraron ayer bajas de US$ 9,55 y de 8,36 sobre los contratos mayo y julio de la soja, cuyos ajustes resultaron de 509,64 y de 502,84 dólares por tonelada. En lo que va de la semana, estas posiciones resignaron un 4,85 y un 3,95% de su valor respecto de los precios vigentes el viernes, de 535,63 y de 523,51 dólares.

El principal fundamento bajista volvió a ser China, por la posibilidad de que cancele compras acordadas oportunamente en los Estados Unidos y las reemplace por mercadería procedente de Brasil. El rumor, que hasta el cierre de las operaciones no tuvo ni confirmación ni desmentida oficial, indicó que se cancelarían hasta 12 cargos, equivalentes a casi 800.000 toneladas de soja.

Si bien ese volumen es mínimo, en el contexto de una demanda china estimada en 69 millones de toneladas para todo el ciclo comercial 2013/2014, fue suficiente excusa para que los fondos de inversión especuladores liquidaran unos 10.000 contratos de la oleaginosa, equivalentes a poco menos de 1,4 millones de toneladas, y acentuaran la toma de ganancias iniciada el lunes.

ESCALADA ALCISTA

La contracara de la soja volvió a ser el trigo, que ayer se negoció con fuertes subas en los mercados estadounidenses, producto de la combinación de tres factores: la tensión en la zona del Mar Negro; la devaluación del dólar frente al euro, y la falta de humedad en los suelos de los principales estados proveedores de las variedades de trigos de invierno en los Estados Unidos.

Al cierre de las operaciones, la posición mayo del trigo en Chicago y Kansas aumentó US$ 9,10 y 7,07, mientras que su ajuste fue de 251,24 y de 274,75 dólares por tonelada. En lo que va de marzo, este contrato escaló un 13,53 y un 10,94% frente al valor de la última rueda de febrero, de 221,29 y de 247,65 dólares, respectivamente.

En cuanto a la situación que se vive en la zona del mar Negro, la atención del mercado está focalizada sobre Ucrania y más específicamente sobre la evolución de sus exportaciones y sobre la siembra del trigo de primavera, que se extiende hasta el mes próximo. Según la opinión de los especialistas, la "prima de riesgo bélico" que viene sumando el valor del trigo en lo que va de marzo será mantenida hasta tanto no se alcance una solución política entre Ucrania y Rusia.

Respecto de las monedas, ayer el dólar se devaluó frente al euro y llevó la relación entre ambas moneda de 1,3865 a 1,3906. Este movimiento hizo más competitivo al trigo estadounidense, un dato no menor en tiempos en que la oferta del cereal procedente del mar Negro no cuenta con plena confianza entre compradores como Egipto, que estaría por lanzar una nueva licitación para adquirir trigo en los próximos días.

Y por último, entre los factores que ayer alentaron la suba del trigo, no se prevén lluvias importantes en las zonas agrícolas productoras de las variedades de invierno de los Estados Unidos, donde los cultivos necesitan un mayor aporte de humedad tras despertar del riguroso invierno.

En el mercado local, los exportadores pagaron $ 1820 por tonelada de trigo en Bahía Blanca y $ 1800 en la zona de Rosario, sin variantes. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que los molinos ofrecieron entre 1730 y 1850 pesos, según calidad, procedencia y forma de pago.

Acerca del maíz argentino con entrega inmediata, la demanda pagó US$ 165 en San Martín, US$ 5 menos que anteayer. El cereal con descarga en abril se mantuvo en US$ 165 en Rosario y en US$ 170 en Bahía Blanca.

LA CONAB RECORTÓ 5,12% LA COSECHA DE SOJA EN BRASIL

La Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil, redujo un 5,12% su estimación sobre la cosecha de soja brasileña 2013/2014, que pasó de 90,01 a 85,40 millones de toneladas. El dato oficial fue mucho más pesimista que el difundido el lunes por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, que recortó su previsión hasta los 88,50 millones de toneladas, desde los 90 millones de febrero.

El recorte tuvo que ver con las contingencias climáticas que enfrentaron los cultivos, con falta de humedad en varios de los Estados productores y con un exceso de precipitaciones en Mato Grosso desde fines de enero y durante febrero, que retrasó la cosecha y afectó la cantidad y la calidad de los granos.

Acerca del maíz, la Conab redujo su previsión de cosecha de 75,47 a 75,18 millones de toneladas. De igual modo, el organismo recortó la producción de trigo, de 5,80 a 5,53 mill./t.