Ante la necesidad del Gobierno de que el campo venda lo que aún tiene sin comercializar de la última cosecha de soja, los exportadores les llevaron ayer al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; al ministro de Economía, Axel Kicillof, y al presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, una noticia positiva: estimaron ante los funcionarios que este año la agroexportación aportará entre 27.000 y 29.000 millones de dólares, es decir, entre 4000 y 6000 millones más que en 2013. Este saldo obedecerá, entre otros factores, a la mayor cosecha de soja que se aguarda para 2014.

En una reunión a la que asistió la mesa directiva del Centro de Exportadores de Cereales-Cámara de la Industria Aceitera, integrada por las principales cerealeras, estos actores le aseguraron al Gobierno que la comercialización de la próxima cosecha será fluida.

"Como sector, creemos que la comercialización de la cosecha va a ser fluida", señaló una fuente de esa cámara. En un comunicado, los exportadores señalaron que la semana pasada liquidaron 109 millones de dólares. "Tenemos una perspectiva positiva para el año, para la cosecha y la liquidación de divisas", señaló por su parte una fuente de la cerealera Dreyfus, una de las multinacionales del sector.

Luego del encuentro, Capitanich señaló: "Existen condiciones objetivas para la liquidación de la cosecha acumulada en forma inmediata, y las perspectivas de cosecha futura son auspiciosas".

El Gobierno y las cerealeras acordaron realizar una nueva reunión esta semana para hablar sobre cuál podría ser la liquidación mensual que los exportadores proyectan para todo el año.

Según pudo reconstruir la nacion, no hubo exigencias del Gobierno a los exportadores para que aporten en lo inmediato algún monto adicional de divisas. No obstante, trascendió que los funcionarios se mantuvieron firmes en las medidas económicas ya tomadas con relación al dólar. Fue, según interpretaron operadores, una advertencia de que no habría una nueva devaluación.

Antes de recibir a los exportadores, Capitanich formuló una estimación similar a la proyección de divisas que calcularon las cerealeras. Pero, además, les pidió a los productores "solidaridad" para que liquiden su soja de la campaña pasada.

Si se observan las estadísticas, lo que los productores aún tienen de soja sin vender es ínfimo. Según datos de FyO, ese volumen es de 4,6 millones de toneladas. Se trata de poco más de un 9% respecto de la cosecha total, que se ubicó en 49,3 millones de toneladas.

De todos modos, ante la falta de dólares del Gobierno, esos 4,6 millones de toneladas que resta comercializar representan un valor de US$ 2400 millones.

Por lo pronto, para los especialistas los productores siguen vendiendo de acuerdo con sus necesidades y esto no se alteró por la devaluación. "Con respecto a las ventas después de la devaluación, no hubo cambios y el productor por el momento sigue con la misma tesitura de vender pura y exclusivamente ante sus necesidades, a pesar de estos muy buenos valores para la cosecha disponible y aceptables para la nueva [que entrará en mayo]", señaló Jorge Torruella, corredor de cereales.

Hoy, mientras por la soja disponible para los negocios en la plaza de Rosario se ofrecen US$ 337 la tonelada, para la próxima cosecha el valor está en torno de los US$ 290. Hay una brecha de 47 dólares. "A la vista, no hay razones para no vender", opinó Javier Buján, otro corredor.