Las persistentes lluvias registradas en el estado de Mato Grosso, uno de los principales productores de soja de Brasil, están demorando la cosecha y ponen en riesgo el volumen y la calidad de la oleaginosa del ciclo 2013/2014, según informó ayer el Diario de Cuiabá. Según este medio brasileño, el hecho de haber concentrado un importante volumen de siembras en octubre hará que la recolección también deba concentrarse en un período corto. En ese sentido, el Instituto de Economía Agrícola de Mato Grosso (IMEA, en sus siglas en portugués) dijo que la mayor parte del área agrícola del Estado estará lista para la cosecha "entre el 9 del actual y principios de marzo".
Para Celso Oliveira, meteorólogo de la firma Somar, la cosecha puede ser perjudicada por cuestiones climáticas, ya que hay predicciones de grandes volúmenes de lluvia durante febrero, específicamente para la segunda mitad del mes. "Después del 15 del actual habrá una mayor concentración de lluvias. Éstas serán superiores a las del año pasado y suficientes como para causar problemas", dijo Oliveira. Por su parte, Angelo Ozelame, analista del IMEA, señaló que por ahora son previsiones, pero que en caso de confirmarse "van a obstaculizar la cosecha y, en consecuencia, dañarán la calidad del grano, lo que implicará una menor productividad".
Otro problema que se evidencia en áreas de Mato Grosso es que tras la utilización de desecantes para apurar la cosecha los productores se encontraron con que las lluvias no los dejan entrar con las cosechadoras a los lotes. Nery Ribas, director técnico de Aprosoja, indicó que la situación actual es un poco preocupante, porque hay muchas áreas desecadas que deben recolectarse en los próximos días. "Si el tiempo no coopera, los primeros informes de pérdidas pueden surgir debido a la imposibilidad de levantar los granos.".