Juan Olea es un productor cañero que vive en la localidad de San José de Flores y trabaja desde hace algunos años con la Agencia de Extensión Rural Monteros del INTA Famaillá para diversificar y agregar valor a la producción de caña de azúcar, en el marco del Proyecto Regional Tucumán Sur.
Con este objetivo, Olea junto a los técnicos del INTA comenzó a incursionar en la elaboración de miel de caña y panela como una alternativa para obtener ingresos extra a la venta de azúcar.
“Es importante revalorizar estas prácticas en las que participa toda la familia porque son ancestrales y bien nuestras. Con esta pequeña innovación, se busca que las familias puedan tener otro ingreso genuino para poder hacer frente a los vaivenes del precio del azúcar”, explicó el técnico Edgardo Sánchez Tello de la agencia del INTA.
Así, después de un largo tiempo y mucho esfuerzo, en el año 2013 lograron obtener un trapiche para producir la miel y la panela. Como complemento, se construyó un horno cerrado con una paila de cobre de una capacidad aproximada de 200 litros. De este modo, en el mes de octubre se puso en funcionamiento la producción.
El proceso comienza con la cosecha, pelado y limpieza de la caña con un trapo
húmedo para sacar las impurezas. Continúa la molienda, donde se pasa la caña por
el trapiche para extraer el jugo, que luego se cuela para evitar que las
impurezas pasen a la paila. Mientras se llena el recipiente, se prende el fuego
para calentar el líquido hasta romper hervor. A partir de allí, se deja hervir
durante 6 a 8 horas continuas, lapso en el que se van sacando las impurezas
(denominada cachaza) con ayuda de una espumadera. Para medir el punto de la miel
de caña, en esta experiencia se utilizó un brixómetro hasta llegar a 73° Bx;
pero en el sistema tradicional se determina cuando se forma una banderita en la
espumadera.
Los productos obtenidos en esta primera experiencia son comercializados
principalmente en la zona de Monteros, generando un ingreso para el productor y
su familia. Mientras, se preparan para vender la producción en la zona turística
de Tafí del Valle durante la temporada de verano 2014.
Nuevos productos a partir de la diversificación
La miel de caña elaborada por los Olea es utilizada, a su vez, para realizar ensayos de deshidratado de arándanos con técnicos del INTA. El objetivo es darle valor agregado a los frutos de descarte, transformándolos en pasas mediante el uso de energía solar y productos regionales como este.
La metodología empleada es la deshidratación osmótica (DO), realizada con solución de azúcar a 50 °Brix y miel de caña a 73 °Brix. “Las muestras del producto obtenido están siendo analizadas para establecer las ventajas comparativas del uso de dicha miel en este sistema”, indicó el Ing. Pablo Saleme a cargo de la investigación.