Ante las últimas subas en el precio de la yerba mate, productores acusaron a la industria y a los supermercados de quedarse con gran parte de esos incrementos, ya que en las góndolas el paquete de yerba se vende a valores de entre $ 30 y $ 50, y el kilo de hoja verde lo pagan apenas a $ 3,10, según informó Ambito Financiero.
Así lo denunció el director de Federación Agraria Argentina (FAA) en Misiones, Luis Andrusyszyn, quien señaló: "Los pequeños productores, al igual que los consumidores, seguimos siendo los grandes perjudicados". Estimó que "este año hubo una caída de la cosecha yerbatera de un 30%, ante la pasividad oficial" y denunció que "por la baja de la rentabilidad, los pequeños productores están abandonando la actividad y los campos son trabajados directamente por las grandes industrias".
Según un informe elaborado por la Federación Agraria, la suba de valores al consumidor obedece a una suma de variables que tienen, una vez más, al consumidor y al productor como principales víctimas de la política oficial. De acuerdo con este trabajo, "en 2013 siguieron subiendo los costos para la elaboración de la materia prima. Esto agravó una situación que ya era difícil, por la falta de rentabilidad en los últimos años".
Al no tener tampoco oferta de financiamiento, los productores más chicos no tuvieron chance de fertilizar adecuadamente sus yerbales. Esto se evidenció en el avance de plagas como el taladro de la yerba mate o la plaga del rulo, que llevaron a una caída en la productividad", agregó.
Mientras que la cosecha 2013 fue la segunda más baja de los últimos cinco años, crecieron los niveles de consumo con una demanda del mercado interno que fue la más alta en el último quinquenio. De enero a septiembre salieron de los molinos 194,5 millones de kilos de producto elaborado, 12,5 millones más que en igual período del año pasado. Ése es el período en que los productores entregan casi la totalidad de la materia prima, ya que durante octubre y noviembre está prohibida la cosecha.
En comparación con 2012, la caída en la producción, según datos oficiales, fue de casi un 12%, cuando pasó de 701,5 a 646,5 millones de kilos. En Corrientes y en la zona centro de Misiones se registró la mayor caída productiva.
Explicó que "la política estatal pasó simplemente por fijar un control de precios al público desde la Secretaría de Comercio Interior, que a comienzos de 2013 reglamentó nombres, marcas y características de los productos cuyos precios debían estar congelados".
Pero los analistas consideraron que "ante la caída de volúmenes de la materia prima, la industria y los grandes supermercados no perdieron rentabilidad, sino que la mantuvieron, esquivando el control de precios". En las góndolas empezó a escasear el producto acordado, y se ofreció en cambio yerba de otros tamaños, o "despalada", "premium", "saborizada", "sin capas plásticas", "con tres láminas de protección", entre las variedades. "De este modo, los precios duplicaron los valores establecidos en el acuerdo con el Gobierno nacional", sostuvo el reporte de FAA.