En la tercera y última jornada del XXI Congreso de Aapresid que se desarrollo en Rosario bajo el lema `Otra Tierra’, se realizó en la sala DELKALB el VI Quo Vadis, un panel sobre el federalismo, la construcción de consensos. Los intelectuales, religiosos y políticos expusieron los desafíos y expectativas para retomar el diálogo.

La conferencia fue iniciada por el senador radical Ernesto Sans y su exposición estuvo centrada en varios ejes. Ernesto Sans quiso discutir el concepto de Estado Federal, expuso la visión desde el año 1994. La importancia de un modelo educativo exitoso. Hay un problema del federalismo fiscal, en la relación de la nación con las provincias. La exigencia de mejorar el sistema educativo, está demostrado que no se modificó al haberse transformado y aumentado el nivel de calidad. Estamos octavos en los índices de evaluaciones en donde antes estábamos segundos.

“Esto demuestra que estalla el modelo de proyectos y de que mejoremos sólo con mayores recursos económicos”. El senador habló de las diferencias de la escuela contenedora y la escuela productora de contenidos. También mencionó el problema de la salud y drama del autoabastecimiento energético.

Martha de Antueno, a su turno, fue la encargada de generar su mirada en la mesa. La directora de la Confraternidad Argentina Judeo Cristiana destacó la importancia de una opción de vida. “En el momento en que vos haces de esto una opción de vida, y los objetivos de la Confraternidad se hacen tuyos, el camino se va haciendo solo. Si hace 30 años, hubiésemos dicho que el judaísmo iba a festejar su Pascua judía en la Basílica de San Francisco, como ocurrió en el año 2009, no lo hubiese creído nadie. Las iglesias se han abierto”. Eso demuestra que el dialogo y el cese de la confrontación puede lograrse. “Porque rezar juntos, judíos y cristianos, al Dios de todos, antes era impensable”.

También destacó que el Papa Bergoglio es una persona que realmente adhiere mucho a la apertura, muestra un gran respeto por lo que es el judaísmo, por las tradiciones y que “siempre que le hemos pedido colaboración, ha participado”.

En tanto, el sacerdote de la arquidiócesis y doctor en filosofía, Pablo Sudar, se explayó sobre la cultura de la postmodernidad. Habló de la cultura de fragmentación de la subjetividad y de la comunicación con todos sus matices. “La comunicación no hace a la verdad, sí, la verdad debe hacer a la comunicación. Se debe plantear esto en la cultura desde todas las religiones y credos”.

A su turno, la referente de una parroquia evangélica del barrio La Boca, Mariel Pons, Licenciada en Teología y Pastora de la Iglesia Evangélica Metodista, insistió en “no olvidarse de aquellos que no tienen tierra”.

La expositora se basó en su visión sobre los caminos recorridos, y en el valor fundamental que han tenido las iglesias en el aporte al diálogo. “No debemos devastar la palabra política, porque nosotros lo hemos hecho de esa manera. Hacemos política todo el tiempo. Es el arte de transformar”, sostuvo.

Y por último habló y trajo su visión del mundo en la tierra: “Estamos en un lugar en donde plantamos semillas permanentemente, debemos ser en solidaridad y pensar en poner al que está al lado antes que nada”.

Daniel Dolinsky, de la comunidad israelita de Rosario, habló de la necesidad de pensar la Argentina, porque “nos buscan en cualquier país del mundo en las condiciones más adversas”.

Repasó que los antagonismos que no son buenos tienen muchísimo tiempo. “En las religiones hemos dado un salto cualitativo y desgraciadamente en los políticos esto no ha sucedido. La construcción de consenso, la cultura del diálogo. Es que a la fractura hay que ponerle un yeso. Debemos entender que la fractura duele, y no hacer un gesto de ese dolor. Es el signo de este tiempo que nos toca vivir”. El referente de la comunidad israelita marcó el escenario del diálogo, de escuchar al otro. “Tenemos que ver la capacidad de ver en el otro lo que me pasa a sí mismo. Y desde ese lugar, recién poder mirar el mundo”.

Es prioridad ponernos en el lugar del otro. Tenemos que estar dispuestos a dar primero. Convivir con el que piensa diferente, estar dispuestos a aceptarnos en la diferencia. Yo me aferraría a personas que siguen ideas, que se aferren a eso. Hoy a ellos se les dice militantes, pero sigo prefiriendo aferrarme a las ideas. Aunque no lo podamos ver, estoy convencido”, señaló.

El desafío, será seguir encontrando camino, tratemos de salir adelante. No perdamos la esperanza y hagamos de esto una Argentina grande, dijo Dolinsky.

Alfredo Leuco fue el encargado de cerrar este panel para realizar algunas evaluaciones y apreciaciones sobre el estado, la gobernabilidad, la ética y la actividad política. “Nadie puede ser libre e independiente si no dice lo que se piensa. “No al unicato, no al aislamiento exclusivo y castigador”. Leuco insistió en un “No al clientelismo, no a la corrupción ni al amiguismo. Sí a la ayuda social para fortalecer la cultura del esfuerzo”.

El periodista expuso una visión superadora del federalismo, quizás la propuesta sea realizar la demostración de dos variables: la inversión en las políticas de estado, seguridad jurídica y las mejoras en las economías regionales para detener el destierro, las migraciones internas que generan las desapariciones.
“¿Qué le pasa a las plantas cuando se trasladan sin cuidados? Preguntó. Se quedan sin raíces. Se secan y mueren. Nuestros hermanos, lejos de la madre tierra y la madre biológica pasan por lo mismo”, dijo y agregó: Que el destierro no dinamite las culturas porque es amor al terruño y amor a lo propio.

Cuando se le devuelva al amor y los recursos a los pueblos del interior se abrirán más puentes que trincheras. Más hermandad que odio”, señaló Leuco.