En el marco del XXI Congreso de Aapresid se desarrolló la primera parte del Seminario del Agua. Las políticas globales del recurso, demanda de investigación y la articulación del sector público y privado fueron los principales aspectos debatidos. Más de 3300 inscriptos.
En el Centro de Convenciones Metropolitano de la ciudad de Rosario se desarrolla la segunda jornada del XXI Congreso de Aapresid bajo el lema ‘Otra Tierra’, con la presencia de 3351 asistentes. Durante las primeras horas de la tarde en la sala PERCUTOR de Bayer se realizó el ¨Seminario del Agua: políticas globales del recurso, desarrollo rural, traducción de políticas públicas”. La mesa de disertantes estuvo integrada por el Ingeniero Civil Luis Loyola, oficial de inversiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO-RLC) y consultor internacional, el Ingeniero Agrónomo Adrián Zappi, consultor del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) y Diego Henrich, responsable de la Regional Aapresid de Necochea.
El primer lugar tomó la palabra Luis Loyola quien aportó la perspectiva de FAO, a partir de su experienci como funcionario de la Sede Chile. Se refirió a la situación de los recursos hídricos y el riego en América Latina haciendo especial énfasis en la cuestión del potencial del riego en el marco de la intensificación de la agricultura.
Según datos aportados por FAO, en las últimas décadas, la producción de alimentos a nivel mundial se incrementó de 800 millones de toneladas en los años ´60, a 2200 millones de toneladas calculas en el año 2001. Sin embargo, a lo largo y ancho del globo, “el área cultivada no creció en la medida en que lo hizo la superficie productiva bajo riego”, aseguró Loyola. De inmediato, el ingeniero planteó una proyección: “si coincidimos en que para el año 2050 está previsto que la población mundial alcance los 9 mil millones de habitantes, se vuelve un desafío ineludible la fuerte intensificación de la producción agrícola”.
Sobre esa visión de futuro FAO plantea la necesidad de realizar un cambio en el paradigma productivo. “Ahorrar los recursos naturales para poder crecer¨, sintetizó Loyola. A su vez, comentó que el potencial de expansión del riego ¨es de América Latina y el África Sub-Sahariana”. Por esa razón, teniendo en cuenta esos horizontes deben concebirse ¨políticas integrales que contemplen variables como la gobernanza e institucionalidad, la intensificación de cultivos y el entendimiento y consideración del cambio climático”.
En segundo lugar el ingeniero Adrián Zappi tomó la palabra para presentar un estudio de las aguas subterráneas en el área de Pergamino y Venado Tuerto dirigido por el ingeniero Mario Hernández, profesor de la cátedra de Hidrología de la Universidad Nacional de La Plata, quien desafortunadamente no pudo estar presente en el Congreso como estaba previsto.
Según explicó Zappi, la investigación realizada tuvo el objetivo de preparar un “Manual de buenas prácticas de uso de aguas subterráneas”. Partiendo de esa experiencia de sistematización, el ingeniero recalcó la necesidad de “contar con un conocimiento cabal del recurso en cuanto a su disponibilidad cualitativa y cuantitativa”.
Tras exponer una serie de herramientas que permiten evaluar la sustentabilidad del recurso hídrico, Zappi desglosó un mapa ilustrando la disponibilidad de agua subterránea para riego en la región pampeana. “Todos los acuíferos de esta zona son recargados por las lluvias acumuladas durante cientos de años”, dijo. En ese sentido advirtió la necesidad de “estudiar las posibilidades de recarga de los subsuelos productivos a la hora de evaluar la sostenibilidad del riego”.
El tercer y último disertante fue Diego Henrich, de la Regional Aapresid Necochea, quien se explayó sobre los nuevos contextos productivos, la importancia nodal de la gestión por parte de los productores y la necesidad de articulación de los sectores públicos y privados en la expansión de la frontera agropecuaria.
Henrich analizó el desarrollo de agriculturas sustentables centrándose en el desafío de “transformar la tierra en suelo fértil”. En referencia a la región patagónica comentó que “sólo hay 6500 hectáreas sistematizadas bajo riego por pibote central, es hora de equilibrar esa deuda ambiental”
En ese sentido, Henrich destacó que el desafío está en la interacción público, privada y en el rol de los estados provinciales para atender aspectos como la legislación ambiental, la legislación de uso y goce del agua y obras de infraestructura. “Como productores necesitamos reglas de juego claras, mesas de consenso, debemos construir una interacción público-privada porque ese es el camino para desarrollarnos”, concluyó. Y se llevó los aplausos de la sala.