Claro está que los números igualmente no le cierran, ya que por más que entren más dólares gracias al sector Agroindustrial, las reservas del Banco Central siguen evaporándose cada vez más rápido. La caja se esfuma cada vez más rápido al tener la inflación que no cesa, y que nadie controla, o piensa controlar. Lo llamativo del caso es que las autoridades no terminan de entender, que la rentabilidad de los productores colapsó.
La Presidenta se equivoca cuando juzga a los productores diciéndoles por ejemplo que sabe lo que ellos hacen en clara alusión a que ellos no venden toda la soja que tienen: Es obvio que no lo harán, porque se protegen y defienden lo poco de rentabilidad que les queda, después de en muchos casos obtener rindes malos, tener que pagar enormes costos de producción y comercialización, impuestos desorbitados en la mayor parte de la Pampa Húmeda, entre otras cosas. Alguien le debería decir o mostrar a la Presidenta que las ventas en el campo son graduales y paulatinas, como forma de conservar el valor del capital de trabajo; que la soja está atada a un dólar oficial al que además hay que restarle como mínimo el 35% en concepto de retenciones.
El Gobierno ve que el peso se devalúa día tras día en forma lenta y retrasada, y eso perjudica enormemente cualquier actividad. Todas, sí, todas las especies de políticas agropecuarias de los últimos casi 8 años, fracasaron estrepitosamente. Es más, me animaría a decir que no existen esas políticas. ¿Dónde están los planes de desarrollo para el sector agrícola, para el ganadero carne y leche, para el sector aviar y porcino, para la forestación, para la frutihorticultura, para la pesca? Parecen éstas, redundancias sobre las cuales escribo desde hace tiempo.
La gran paradoja de todo este fracaso de inacciones es que todos nuestros países vecinos, están viviendo el mejor momento de su Agroindustria. Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, como países vecinos están obteniendo todos los beneficios para este sector, tomando solamente 4 puntos fundamentales:
I) Definieron estratégicamente que el motor de sus economías es la Agroindustria y tienen la decisión de sus autoridades de apoyar este sector
II) Tienen una visión de apertura y expansión al mundo y salen a vender sus productos y alimentos a todos los que los quieran comprar
III) Otorgan financiamiento muy accesible para toda la cadena Agroindustrial, y en especial a los productores
IV) Tienen Reglas claras, Seguridad Jurídica y Políticas Públicas para el sector a mediano y largo plazo. Pregunta: Son estos puntos muy complicados de copiar para nosotros? ¿Por qué no miramos alguna vez de verdad lo que hacen nuestros vecinos? No tenemos que inventar nada.
Hay muchas cosas buenas que podemos adoptar a la brevedad. Miremos por ejemplo (otra vez) lo que hizo Brasil estos días. El día 4 de Junio, el Ministro de Agricultura Andrade anunció líneas de créditos y/o financiamiento para productores, de más de u$s 68.000 millones para el período 13/14, a tasas que van desde el 3,5 al 5,5%. Esto es un aumento del 18% más que lo inyectado al sector Agroindustrial en el período 11/12. Acciones como ésta es la muestra de que en este caso, Brasil piensa en grande. Su más grande preocupación en la actualidad es controlar la inflación, y que no llegue a pasar del 5,6-6% anual.
¿Leyeron bien no? Argentina viene teniendo en los últimos 4 años, 27% promedio de inflación anual...un amigo diría, ¡sin palabras!
En Brasil tienen muy claro que el país crece por y con el sector Agroindustrial, y no sin él. Y por eso lo motivan, apoyan, le otorgan financiamiento y le hacen la vida más fácil a toda la cadena. Esto es solo una muestra, No quiero ahondar con el tema Mercosur, donde estoy convencido que de esta manera, y mientras tengamos reglamentaciones aduaneras complicadas, y no tengamos acuerdos de libre comercio entre los países que lo conforman, no saldremos adelante con este Mercosur subutilizado y que así, no va a ir para adelante nunca.
Nosotros estamos más preocupados en reforzar nuestros lazos generales y comerciales con Venezuela, que tratar de venderle cada vez más lo que podamos a Brasil, por más que el 33% de las exportaciones nuestras vayan a ese país.
Tampoco mencioné el futuro que tiene el Acuerdo del Pacífico entre México, Colombia, Perú y Chile, donde ya estos días se reunieron sus presidentes para acelerar acciones con el fin de tener libre comercio entre los países que lo conforman y el mundo. Esto es simple: Si queremos de verdad hacer las cosas bien, y no perder más tiempo, invito a los que toman decisiones a mirar a los países vecinos.
Simplemente eso, mirar lo que vienen haciendo en materia Agroindustrial.
Como estamos, y en un momento decisivo como este, el poder copiar algo, ¿no sería mala idea, no?
Ahora bien, si no lo hacemos, nosotros mismos estaremos, como venimos haciéndolo desde hace años, condenándonos al aislamiento y a formar parte de un mundo que por más que se quiera vender internamente como el ideal, es exactamente contrario al que nuestros vecinos, que están siendo exitosos, miran.
Ah, me olvidaba, la mayoría de los argentinos, no somos Venezuela ni Cuba, y no queremos este encierro, porque, simplemente sabemos, que el progreso es el mundo que nos espera, y que, por alguna razón que vaya uno a saber cuál es, este Gobierno no nos deja alcanzar.
Por Leonardo J. Sarquís - Ingeniero Director General Confiagro