Después de una tregua de casi cuatro meses, los aumentos de precios en el rubro alimentos volvieron con renovada fuerza y la Argentina volvió a recortarse del resto de los países vecinos, que con la solitaria excepción de Venezuela se benefician no sólo de inéditos bajos niveles de inflación, sino también de un estancamiento en los valores de los artículos de la canasta básica.
De acuerdo con el relevamiento que realiza la consultora Elypsis, tomando en cuenta los precios de 108.000 artículos de alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza, en las últimas cuatro semanas la inflación en los supermercados acumuló un alza de 2,5% y entre el 2 y el 7 de junio el 34% de los productos medidos tuvo un incremento, dejando en claro que el congelamiento quedó limitado a los 500 artículos acordados con Guillermo Moreno y que para el resto ya rige una virtual liberalización de los precios.
"El descongelamiento empezó unos quince días antes del lanzamiento de la nueva canasta de 500 artículos, y a medida que pasan los días se va generalizando a prácticamente todos los rubros, con panificados, cereales y pastas a la cabeza. A esta altura, está claro que el congelamiento generalizado pudo haber servido durante los primeros meses, pero lo que más lograron fue retrasar el ajuste, que ahora está llegando a todos los productos juntos", explicó Luciano Cohan, economista jefe de Elypsis.
El panorama argentino contrasta con lo que ocurre en el resto de los países de la región, lo que deja en evidencia que más allá de los discursos oficiales, que intentan explicar los problemas económicos argentinos como parte de un escenario internacional más complicado, la inflación local se debe básicamente a factores internos.
"Hoy, los aumentos de los alimentos en la Argentina responden a factores internos, y no es casual que en los últimos cinco o seis años los precios locales hayan tenido subas relativas mucho más altas que las de los países vecinos", señaló Cohan.
El mejor ejemplo de que la suba en los precios de los alimentos es un problema exclusivamente argentino es lo que ocurre en Brasil. Según acaba de informar el Instituto Brasileño de Geografía e Estadística (IBGE), la inflación se desaceleró ligeramente en mayo y se ubicó en 0,37%, gracias a la baja de 0,9% que registró el rubro alimentos y bebidas.
En Paraguay, la inflación cerró mayo con una baja de 0,3%, como producto de las caídas en los precios de los alimentos. El retroceso se explica básicamente por el descenso que registró la carne vacuna debido a factores estacionales.
Ecuador también cerró con una deflación en mayo. El Instituto de Estadísticas y Censos (INEC) del país acaba de informar que el índice de precios al consumidor tuvo en el último mes una baja de 0,22%, y según el organismo oficial alimentos y bebidas no alcohólicas "fueron los artículos que han contribuido en mayor medida a la disminución del índice general de precios".
Algo parecido ocurrió en Uruguay, donde la categoría "alimentos y bebidas no alcohólicas", que había impulsado el índice en meses anteriores, mostró en mayo una baja de 0,37%, explicada por la deflación en la carne y las verduras.
En Perú, en cambio, los alimentos tuvieron una suba de 0,6% en mayo, aunque en un contexto de una muy baja inflación. De hecho, el costo de vida cerró el mes con un alza de 0,19% y en los últimos doce meses acumuló un incremento de apenas 2,4%, con lo cual el país se acerca cada vez más a su objetivo de convertirse en la economía sudamericana con mayor tasa de crecimiento -para 2013 proyecta una suba del PBI superior a 6%- y la menor tasa de inflación.
El principal competidor de Perú en este campo es Chile, que cerró mayo con inflación cero y en los últimos doce meses acumula un incremento de 0,9 por ciento, mientras su economía crece al 5% anual.
Junto con la Argentina, la otra excepción en materia de precios de los alimentos es Venezuela. El país gobernado por Nicolás Maduro sufrió una suba de 6% en mayo y en un año acumula un alza de 35,1%, lo que lo convierte en el país con mayor inflación a nivel mundial.
Venezuela había obtenido algunos resultados favorables en 2012, cuando de la mano de un plan de controles de precios que inspiró al gobierno argentino había logrado bajar la inflación anual del 27,6% registrado en 2011 al 20,1% del año pasado. Sin embargo, este programa antiinflacionario terminó explotando en las últimas semanas, a partir de los aumentos generalizados que siguieron a los problemas de abastecimiento y la multiplicación de las góndolas vacías en los supermercados de Caracas.
EL FINAL DEL CONGELAMIENTO
2,5% Aumento
Es la suba que sufrieron en promedio los alimentos y bebidas en los supermercados en mayo
34% Productos
Es el porcentaje de artículos que tuvieron un alza ?en la última semana, según la medición de Elypsis