El mercado de Chicago empieza a sentir algo de cansancio de seguir operando con los mismos fundamentos: la demora en la siembra norteamericana, con estreches del mercado disponible. Sin embargo cada semana que pasa en donde no dejan de caer unos 30 mm al menos de lluvia en cada zona productiva, acrecienta las chances de que en lugar de concluir la siembra para cobrar los seguros, el farmer norteamericano opte por no sembrar y tomar del seguro la compensación correspondiente.

Por otro lado, dado que en esta semana, el día miércoles, el USDA difundirá sus proyecciones de oferta y demanda, ya hay quienes están pensando que la demora terminaría reflejándose en una menor producción, al menos de maíz, por una caída en la intención de siembra. De todas formas, si bien esto está dentro de las posibilidades, parece demasiado temprano como para que el organismo oficial, que siempre es muy prudente y moderador de las tendencias, haga el cambio. También podría reducir los rindes esperados, pero teniendo en cuenta que en maíz ya lo hizo al tomar un rinde (9.900 kg/ha) menor al de tendencia (10.300 kg/ha) ese camino también parece limitado. En soja esto no es así, el rinde considerado es justamente el de tendencia.

Pensando más a largo plazo, es importante destacar que todo esto se dirimirá en realidad con el clima en floración. Es cierto que se sembró tarde, y que esto genera la posibilidad de que sea más difícil llegar a tener buenos rindes, pero el clima podría compensar esa dificultad si las lluvias siguen llegando en julio y agosto. Sobre todo teniendo presente que las precipitaciones recientes mejoraron mucho la humedad del suelo en el centro y oeste de los grandes lagos, mientras que en el noroeste, donde persiste la sequía, la misma se redujo bastante en el extremo norte, pero persiste en el centro y sur.

Por esto pasamos en cuanto a las posiciones de cosecha nueva de EEUU de una situación de analizar el peor escenario a estar descontando al momento uno de producción comprometida. Se ha añadido algo de premio climático. El problema es que si se termina sembrando la mayor parte de la intención de siembra como esperamos, y el clima se plantea conducente a rindes lógicos, podríamos ver un mercado removiendo este premio climático y volviendo a bajar.

En trigo la mejora en la condición de los cultivos Norteamericanos, gracias a las lluvias que están llegando, y mejores perspectivas en Europa del Este por las lluvias recientes, al igual que en Australia, han descomprimido los precios. Decíamos que en un contexto de buena producción para estos países, los valores del trigo podrían verse limitados en su reacción alcista, quedando a merced de que se sostengan buenos valores para el maíz, de forma tal que el uso forrajero del trigo siguiera firme.

Mientras tanto a nivel local la trilla de soja está culminando. La zona centro y sur tuvo finalmente un buen rendimiento de soja. No estamos en un año excelente, pero si en una campaña claramente mejor a la del año pasado en estas zonas. Sin embargo, el norte del país, y algunas zonas del oeste de Córdoba y de Entre Ríos, han tenido un desempeño muy pobre, llevando el número final de producción a alrededor de 48,5 mill.tt. Los organismos privados están trabajando con estos valores. En tanto el gobierno sostiene una producción de casi 51 mill.tt, junto con el USDA.

De ese total los productores han acelerado el ritmo de ventas en los últimos meses para cubrir las cuentas pendientes, pero de todas formas el ritmo de ventas viene más lento que el año pasado. Por esto, y por un valor de los granos menor al del año pasado, la recaudación de derechos de exportación es algo menor a la del ciclo anterior. Lo que si ocurre es que el excedente en soja que queda remanente para la segunda parte del año es mayor. La gran pregunta es si se venderá y a qué ritmo. Lo cierto es que será muy difícil que el productor Argentino venda para quedarse en pesos o acepte una quita grande para ir al dólar blue, ya que sabe que más adelante necesitará ese dinero para cubrir costos que no paran de subir, algunos porque son importados y les impacta la devaluación, otros porque son a valores locales como el flete, los gastos de estructura (salarios, impuestos, y demás), y algunos insumos que además suben en dólares porque son demandados por muchos países con una capacidad de pago mayor que la de los productores Argentinos.

Por otro lado recientemente habíamos visto un fuerte interés por maíz en el mercado disponible. Esto se debió a que el mercado estaba muy necesitado de la mercadería, ya que los barcos estaban llegando, y la demora en la recolección, fruto de la mayor proporción de maíz tardío que es mucho más lento para terminar de secarse demoró las entregas. También aquí influye que como una vez maduros, la soja tiene un riesgo de pérdida de rinde mayor que el maíz, la capacidad de trabajo se orienta a terminar de recolectar primero la oleaginosa para darle luego paso al maíz. En los últimos 15 días sin embargo, comenzó a vislumbrarse que la trilla estaba a punto de ganar ritmo y que la mercadería comenzaría a fluir nuevamente. Por ello los exportadores se mostraron más cautos, y procedieron a cancelar los contratos viejos, muchos de los cuales habían sido realizados con precios muy por encima de los 200 U$S/tt, y que tenían fecha de entrega en marzo y abril. Saben que ahora los productores volvarán mucho maíz al mercado y que no hay mucho espacio para pedir nuevos ROE VERDE de maíz. Por esto los valores deberían despegarse de la paridad internacional, pudiendo así bajar el precio de compra.

Algunos comentarios periodísticos comienzan a agitar la posibilidad de que el maíz tenga una situación similar a la del trigo en cuanto a que no alcance la mercadería para cubrir las necesidades de producción. Al respecto podemos construir el siguiente cálculo sobre cuanto maíz resta comecializar frente a sus necesidades

 

MAÍZ

 

12/13

11/12

Comprado

 

 

   Export

16

12,1

   Indust

1

1

TOTAL

17

13,1

 

 

 

Producción

24,8

21,5

Remanente

7,8

8,4

 

 

 

Nec. Ind

7

7

Ya comp, indust

1

1

Necesidad

6

6

Como se puede ver allí el remanente productivo este año sin considerar los stocks iniciales ni los finales, que suponemos se compensarían, mostraría que quedarían para comercializarse casi 8 mill.tt. de maíz mientras que habría 6 mill.tt. de necesidades de aquí a fin de año. Con esto consideramos que no hay riesgo de que falte maíz.

En cuanto al trigo la siembra en Argentina avanza más rápido, pero sigue habiendo mucho escepticismo respecto del mismo. Algunos productores viendo lo que se está pagando por el trigo disponible, dado que este año no se alcanzó a cubrir el abastecimiento interno, piensan que si esta situación se repite el año próximo, los valores podrían volver a estallar en algún momento.

Al respecto aquí tenemos que hacer un punto: el problema de que el trigo este año no alcanzó se debió a que el gobierno autorizó demasiadas exportaciones por medio del sistema de ROE VERDE, no a que la producción no haya alcanzado un nivel que cubra las necesidades del consumo. El gobierno fue demasiado optimista en cuanto a la cosecha. Partió de una estimación de producción de unas 16 mill.tt. lo que descontando un consumo interno de unas 6 mill.tt. le permitio sin demasiados problemas abrir 6 mill.tt. a la exportación. Luego esa proyección de producción se fue achicando, pero los exportadores llegaron a tener 5 mill.tt. comprometidas con el exterior. Para poder abastecer tanto al consumo interno como a los compromisos de exportación, se necesitaba una producción de 11 mill.tt. y la misma habría sido posible con un rinde muy bueno. Sin embargo las lluvias excesivas de fines de agosto hasta inicios de noviembre, causaron un detrioro en cantidad y calidad de grano que terminó reduciendo la producción a 9 mill.tt. Se tomaron cartas en el asunto y se limitaron también las exportaciones. Sin embargo la cuenta quedó muy fina y sigue sin haber trigo para exportación. Parece muy difícil que se vuelva a caer en el mismo problema para el año próximo.

Se está hablando de una superficie de siembra de unas 3,9 mill.ha. que algunos incluso llevan a algo más de 4 mill.ha. con estos números no sería difícil llegar en un año normal a 11/12 mill.tt. de trigo, dejando un espacio tanto para el consumo local como para la exportación a Brasil, que de todas formas necesitaría salir a buscar por fuera del MERCOSUR al menos otro millón de toneladas adicionales para cubrir sus necesidades internas.

Recomendaciones

Viendo todo lo expuesto consideramos que los precios han subido mucho y están listos para una toma de ganancia inspirada tanto por una cuestión técnica, como porque desde lo fundamental se han incorporado ya la demora en la siembra de maíz y soja a los precios. Con el reporte del USDA de junio el miércoles podríamos ver despejarse la última duda al respecto. Luego de esto es muy posible que el mercado piense en que el clima ayudaría a tener buenos rindes, y los precios se ajusten un poco. Igualmente falta mucha agua correr para definir el año, y además hay que tentar a Sudamérica para que siembre soja. Esto será más sencillo con Brasil experimentando una devaluaicón del real, pero de todas formas pone piso a los precios.

Por ello consideramos la situación actual como buen momento para hacer ventas o compras de PUT, así como tomar ganancias de CALL, tanto de vieja como de nueva cosecha de soja.

En cuanto al maíz la oportunidad de venta de disponible por la necesidad de exportadores en Argentina terminó. El mercado interno no corre riesgos de desabastecimiento, por lo que ahora veríamos un mercado ajustándose a la baja, y frente a esto no hay mucho para hacer. En cuanto a la cosecha nueva, si bien los precios no son tentadores al ponerlos dentro de un margen bruto, cuando los comparamos con los de soja vemos que arrojan una buena relación de precios 56/57 % cuando el histórico es de 52%. Por esto vemos con buenos ojos tomar negocios de maíz a fijar por soja, y ponerles luego un piso con las herramientas disponibles para la soja.

En el caso del trigo nuevo, los valores cercanos a 200 U$S/tt son un llamador interesante de venta. La posibilidad de una explosión de precios se aleja a medida que las perspectivas productivas en Europa del Este son mejores. Por ello sería bueno tomarlos y recurrir a la compra de opciones CALL en el mercado a término local que están teniendo buen volumen de negocios.