El sector de biocombustibles (y en especial el de biodiesel) ha sido una de las actividades económicas con mejor desempeño relativo durante los últimos años en Argentina. Por un lado, aparece como un caso exitoso de desarrollo productivo: desde 2007 surge como un sector totalmente nuevo que agrega un eslabón adicional de valor a la cadena productiva soja/harina-aceite de soja. Por otra parte, este nuevo sector se ha orientado con gran éxito a la exportación, alcanzando escala y competitividad.