Es un hecho que “la inflación también se come a la carne”, tal como dijo el analista ganadero, Ignacio Iriarte, en su último artículo para La Voz del Interior. Es que el aumento de costos ha derribado a los excelentes precios que la hacienda supo conseguir entre 2010 y 2011, además de influir en la recuperación que se había producido del stock vacuno. Sin dudas, hay otros elementos que configuran dicho escenario, tal como la afección por el tipo de cambio, lo que ha vuelto poco competitiva a la actividad de exportación argentina.

Además, Iriarte destaca en su nota al criador como el gran protagonista de todo ese proceso de retención que había comenzado, “el cual ha visto en los últimos dos años cómo el precio del ternero pasaba de 18,50 pesos (a valores de hoy) de marzo del 2011 a los 11,70 actuales; hay no sólo una pérdida de 37 por ciento en términos reales, sino una caída muy fuerte del sobreprecio del ternero en relación al novillo (era del 50 a 54 por ciento hace dos años) que hoy ha descendido al 25 por ciento con perspectivas de perder algún punto adicional, a medida que avance la zafra”.

En búsqueda de obtener una lectura analítica de la última nota de Iriarte, Agrositio dialogó con el productor ganadero de cría de la zona bonaerense de Ayacucho, Marcelo Gianoli: “Iriarte habla de lo que se perdió en cuanto a valor de terneros, y  de una mayor presencia de terneras en las ventas de la zafra. Me pregunto, si allí no está la confirmación de la liquidación de rodeos, ¿Pues dónde está? El espíritu del genuino productor ganadero hoy  no es otro que el de tratar de pasar el chubasco”, comentó el productor.

“Aquellos que entraron a la ganadería por negocio, muchos con la intención de zafar de las retenciones, ven dónde pueden encontrar el nicho de mayor estabilidad productiva que les asegure a la hora de vender la hacienda no estar perdiendo dinero y esperar hasta que el escenario cambie. Los Feed Loot están y seguirán estando. Como actores indispensables en la cadena, verán de ajustar en el valor del ternero a comprar, evitando el muy pesado”, agregó Gianoli en diálogo con Agrositio.

En lo particular, el productor ganadero de Ayacucho comentó que “después de años he decidido bajar mi receptividad en la cría, enviando próximamente madres hechas y en producción a remate, pues no creo que el destino sea otro que el gancho. El porqué está en los números, y es que, sencillamente, no dan”.

“Hacer terneros, es poco o nada rentable para los pequeños y medianos productores propietarios de la tierra, ni que hablar de los arrendatarios con precios de los campos en alquiler  que rondan los 100Kg/Ha. novillo índice arrendamiento”, sentenció Gianoli.

Asimismo, Gianoli explicó que “la cría se circunscribe a campos de grandes extensiones, con grandes rodeos, con espalda financiera, y a niveles de eficiencia que en la mayor parte de los casos, lejos queda de los imaginables por los técnicos; o a campos con alquileres  acordes a la rentabilidad del sector ganadero, algo escaso en la Pampa Húmeda. Así, tenemos zonas extra pampeanas, con un crecimiento en el stock de vacas de cría, pero que  históricamente, por motivos diversos,  presentan una gran disparidad en cuanto a índices reproductivos, lo que se traduce en una mayor cantidad de madres por terneros logrados”.

Mientras algunos productores liquidan rodeos completos, otros  buscan cómo sobrevivir a la “debacle ganadera”, sabiendo a ciencia cierta que tener carne sin terneros es una utopía y en ello la certeza de que, tarde o temprano, la escasez de la oferta elevará los precios por parte de la demanda en todas la categorías.

“Lejos quedó aquello de retención y recuperación de stock y menos carcazas con más kilos para faena; no porque el productor lo quiera; sino porque el gobierno, con su falta de política ganadera, lo obliga a hacer todo lo contrario en pos de sobrevivir al quebranto”, concluyó Gianoli.