"En el gobierno hay preocupación creciente por el cacerolazo del próximo jueves. Intuyen y tienen alguna proyección de la Secretaría de Inteligencia, que dice que la demostración será tres o cuatro veces más importante que la del 13-S."

 

1. El sindicalismo genuflexo que en breve puede devenir en opositor y el #8N que se viene son temas centrales en la agenda semanal.
 
Eugenio Paillet en el diario La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:
 
"(...) El líder de los gastronómicos, que de estos enjuagues conoce bastante, dijo esta semana que antes de marzo las tres centrales sindicales (Balcarce, Azopardo y la suya, Azul y Blanca) estarán unidas contra el gobierno. "Lo que (Antonio) Caló y los gordos no entienden, porque hacen seguidismo bobo, es que la Presidenta no puede satisfacer ninguno de sus reclamos por una sencilla razón, que es que se quedaron sin plata, se les acabaron las cajas, y por eso manotean donde pueden, como acaba de pasar con la bolsa de valores".
 
Esta semana, para más datos, hubo una reunión de intendentes bonaerenses con Julio de Vido, de la que participaron por primera vez varios jefes comunales de la oposición. El ministro hizo gala de una sinceridad brutal: les dijo que la obra pública en la provincia de Buenos Aires está frenada. Y que no hay plata para reactivarla el año que viene. Conclusión penosa para cualquier líder territorial que se precie: no habrá posibilidades de hacer clientelismo antes de una elección clave como la de octubre de 2013. A Caló y los "gordos" exmenemistas, en todo caso, habrían intentado contenerlos con una explicación que hace agua por donde se la mire: "Cristina necesita administrar los tiempos, algo les va a ir dando a medida que se acerque la fecha de las elecciones", les dijo Carlos Tomada.
 
Mientras tanto, en el gobierno hay preocupación creciente por el cacerolazo del próximo jueves. Intuyen y tienen alguna proyección de la Secretaría de Inteligencia, que dice que la demostración será tres o cuatro veces más importante que la del 13-S. En un rapto de prudencia, la Presidenta ordenó bajar algunas propuestas temerarias de su entorno. Por caso, desautorizar a Luis DElía, porque suelto en las calles en plan de guerra el dirigente piquetero puede provocar una tragedia. Y pidió machacar esta semana con publicidad oficial que girará en torno al eslogan "a mayor oposición, mayor gestión".
 
 
2. Santa Fe es un tema. El ataque del Frente para la Victoria sigue sorprendiendo porque el candoroso socialismo santafecino (incapaz para competir fuera de esa provincia del Litoral) fue funcional a numerosas iniciativas estratégicas del oficialismo.
 
Mauricio Maronna en el diario La Capital, de Rosario:
 
"(...) Pese a la gravedad de la situación que se vive en torno al narcoescándalo, nada parece indicar que existan condiciones objetivas para plantear una medida de excepción como la intervención federal. Eso sí, el gobierno tiene la responsabilidad inmediata de producir soluciones, clavar el cuchillo hasta la médula en la institución policial y sacar del camino cualquier estorbo que impida ir en esa dirección.
 
El enrarecimiento político de la situación no es un dato menor atento a la inédita situación institucional que se registra en Santa Fe. El gobierno deberá convivir con una Legislatura opositora hasta el año 2015, cuando llegue el recambio en lo más alto del poder. Hasta hoy, el vínculo ha sido de una innegable madurez: el justicialismo y el PRO le posibilitaron al Ejecutivo disponer de una reforma tributaria que, de no haberse aprobado, hubiera limado hasta límites gravísimos las arcas públicas. ¿Cómo seguirá la relación tras los fortísimos cruces de las ultimas semanas?
 
(...) Al socialismo le explotó en la manos una relación por lo menos candorosa con el kirchnerismo. Admite hoy Binner lo que tanto se escribió en esta columna respecto a funcionalidades y adhesiones. Los legisladores socialistas votaron la mayoría de las leyes claves de la Casa Rosada: la ley de medios, traspaso de las AFJP y la estatización de YPF tal vez esperando otro trato del gobierno nacional. Mantuvieron ese candor pese a que la Presidenta de la Nación pronunció sus tres palabras preferidas frente a una multitud reunida en el Monumento Nacional a la Bandera ("vamos por todo") mientras Mónica Fein recordaba las virtudes cívicas de Manuel Belgrano. Hoy, los socialistas se sientes despechados.
 
El ingreso de la política dura como apéndice del narcoescándalo no ofrece demasiados matices como para hacer creer que la cuestión se desvanecerá por el paso del tiempo. Anoche mismo, desde el justicialismo santafesino se leía el llamado de Bonfatti a conferencia de prensa como un paso concreto hacia una estrategia de victimización.
 
"No vemos ninguna decisión política que nos haga pensar que quieren ir al fondo con esta investigación. Y por consiguiente no vemos ninguna decisión política de que quieran combatir el delito de narcotráfico con contundencia y eficiencia. Lo único que vemos son intentos de deslindar sus responsabilidades: estrategias de ocultamiento de lo que está pasando en la provincia", dijo Rossi a LaCapital. (...)."
 
 
3. El 7D sigue firme en todas las agendas. Y conlleva una fuerte tensión en el Poder Judicial. Por lo tanto, no es Grupo Clarín sino la República, pero el kirchnerismo no lo entiende así. Su incomprensión puede ser producto de la mala fe pero tiene bastante que ver con el derrumbe de Cristina Fernández en las encuestas.
 
Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:
 
"Cinco jueces fueron abatidos en apenas quince días. Pertenecían todos al mismo fuero, el Civil y Comercial, que debe resolver sobre la obsesión presidencial para desguazar a un multimedio periodístico. (...). La Corte Suprema de Justicia está siendo acosada con el proyecto oficialista del per saltum, que la obligaría a saltar por encima de las todas instancias judiciales para decidir directamente sobre asuntos considerados trascendentes por el kirchnerismo. La calidad de la democracia argentina fue puesta, así, en un peligroso proceso de caída libre, cuya conclusión será la instauración de hecho de un régimen autoritario.
 
El conflicto está en los fines y en los medios. El fin es la destrucción del principio de la división de poderes. No es un problema sólo de la dirigencia política; es, sobre todo, una cuestión clave de la sociedad. La libertad depende de la división de poderes, según la definición de Montesquieu. Sin un poder judicial independiente, la libertad política estaría terminada. El medio, a su vez, es la difamación de personas que han hecho una larga carrera judicial y que cuentan con prestigio como jueces. Vidas reinventadas, acusaciones falsas, rumores de deshonra, mentiras inhumanas. El enorme poder mediático de ofensas y ultrajes del kirchnerismo alcanzó en los últimos días su incomparable apogeo. Todo vale.
 
La ofensiva contra la Justicia sucedió en los mismos días en que Cristina Kirchner se notificó de que su eventual re-reelección en 2015 es un proyecto muerto. El documento de senadores nacionales opositores (y también de diputados), que anticipó la negativa a habilitar el debate sobre la reforma de la Constitución, terminó con la idea del oficialismo de ofrecer la misma Kirchner ante la falta de otro Kirchner. Sin una parte de esos votos opositores, es imposible para el Gobierno alcanzar la mayoría especial que necesita el cambio constitucional.
 
La decisión de los legisladores opositores, sin embargo, no hizo más que confirmar formalmente lo que ya era una certeza. Son las encuestas de una Presidenta en franca decadencia de popularidad lo que selló la suerte del programa reeleccionista. Cristina Kirchner tiene ahora sólo el 35 por ciento de aceptación social; sus políticas son rechazadas por más del 60 por ciento de los encuestados, y el 70 por ciento de la sociedad no quiere su re-reelección.
 
El cristinismo (con Cristina a la cabeza) cree que la eliminación del periodismo independiente podría modificar la situación de la opinión pública. La televisión, las radios y los diarios que han caído en manos de sus amigos se convirtieron rápidamente en voceros de las calumnias a los opositores y en convencidos promotores de las bondades del kirchnerismo. ¿Cómo no suponer, entonces, que las cosas cambiarían en un mundo sin periodistas? (...)".
 
 
4. La impopularidad de la reforma de la Constitución Nacional no es una cuestión solamente de senadores nacionales opositores. Hay rechazo popular. Y hay datos muy concretos sobre la imposibilidad de concretarla, una cuestión que puede modificar brutalmente el equilibrio de poder dentro del Partido Justicialista.
 
El diario Clarín publicó:
 
"La posibilidad de reformar la constitución, y que dicha reforma incorpore una cláusula que le permita a la actual presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, postularse a un nuevo mandato, recibió un amplio rechazo, de al menos dos de cada tres personas encuestadas días atrás por la consultora Management & Fit.
 
A la pregunta ¿Esta usted de acuerdo con llevar adelante una reforma de la Constitución?, el 65,9% se mostró en desacuerdo, mientras que el 27,5% no puso objeciones. Pero de este último conjunto de ciudadanos que aprueba una reforma, el 61% respondió que no está de acuerdo con que se habilite la posibilidad de que Cristina se presente como candidata.
 
El rechazo a una eventual candidatura de la actual Presidenta crece cuando se le pregunta a todos los encuestados, no solo a los que aceptan la reforma: el 82,6% respondió que está en desacuerdo , y solo el 9,9% aceptaría que Cristina pueda presentarse.
 
El sondeo de la consultora que conduce Mariel Fornoni se realizó entre el 18 y el 29 de octubre. Se consultaron a 2.100 personas que viven en los principales distritos electorales del país. (...)".
 
 
5. La macroeconomía se sigue complicando, y mucho. Cada territorio (provincias o municipios) enfrenta la situación como puede, e intenta generar sus propias expectativas.
 
Juan Turello en La Voz del Interior, de Córdoba:
 
"(...) Guillermo Acosta, economista jefe de la Bolsa de Comercio de Córdoba, estima que el año “terminará con un leve crecimiento de 0,8 por ciento o un crecimiento neutro (cero por ciento)”.
 
Gastón Utrera afirma que el Índice de Actividad Económica de Córdoba (Iaec), que elabora su consultora, arroja una recuperación de 0,8 por ciento en el tercer trimestre con relación a igual período de 2011. “Dado el atraso cambiario que se produjo en el último año contra Brasil y las dificultades que está mostrando el sector de la construcción para recuperarse, no sería razonable esperar que durante este trimestre la actividad económica vuelva a crecer a la velocidad en que lo hizo durante el tercer trimestre”, advierte.
 
¿Qué juega en contra? La inflación es el gran “pelotazo en contra” que tienen que atajar todos los sectores. La suba de precios en torno al 25 por ciento interanual, con una modificación del tipo de cambio de entre 15 y 17 por ciento, le quita competitividad a la economía.
 
Sólo un botón de muestra: el costo laboral unitario en dólares de la industria mantiene la tendencia de los últimos tres años y sube 17 por ciento en lo que va de 2012, apunta un informe de Augusto Terracini (Ieral de Fundación Mediterránea). Así, será difícil venderle a Brasil, aun cuando esa economía se recupere en 2013.
 
Las expectativas no parecen indicar un cambio en el cuarto trimestre, ni por productividad ni por la relación entre el tipo de cambio oficial y los salarios nominales”, concluye el trabajo.
 
Pero no a todos les va igual. La caída de la ocupación hotelera en los ochos principales distritos del país –del 43 por ciento (2007) al 37,5 por ciento (2012)– podría revertirse a partir del cepo cambiario y las restricciones para viajar al exterior. Córdoba tiene ahí algo para festejar: sería uno de los destinos beneficiados con el cambio de tendencia."
 
 
6. El Frente para la Victoria se cae en las encuestas. Al preparar los comicios 2013, ¿no habrá que organizar listas por afuera? Es la duda que tienen el gobernador Daniel Scioli y el alcalde Sergio Massa, y de paso se fotografían juntos... probablemente la demostración de que todavía desconfían uno del otro.
 
Marisa Álvarez en el diario El Día, de La Plata:
 
"(...) El Gobernador y el intendente de Tigre son estos tiempos los dos dirigentes más “mirados” del ancho y complejo universo peronista, los que están adentro, los críticos que aún no se fueron y los que ya militan en la disidencia formal. Y también, desde otra perspectiva por la dirigencia opositora, que presume que no sería para ella inocua una sociedad entre los dos referentes que cosechan en la sociedad los más altos niveles de imagen positiva.
 
Parece claro que Scioli y Massa quisieron aportarle una imagen a las extendidas conjeturas que los ubican “juntos” en el paisaje de las elecciones legislativas del año que viene, en un posicionamiento “diferenciado” del núcleo duro del oficialismo, el kirchnerismo-cristinismo.
 
Es cierto que sus operadores vienen hablando de “jugar juntos”. Ambos alientan objetivos electorales fuertes. Scioli, lo ha dicho, quiere ser candidato presidencial en 2015. A Massa “todo el mundo” lo ubica como candidato a gobernador, aunque la opción presidencial figure también en sus objetivos secretos. Y ambos saben que no serán los elegidos del núcleo duro del oficialismo para esas carreras. Aunque puedan ser “tentados” para permanecer en el espacio en el 2013. Saben también que el resultado de la pelea sería mucho más incierto si la dieran separados o enfrentados.
 
Pero, por ahora, evaluar “la posibilidad” de “jugar juntos” es el máximo avance. Para todo lo demás no hay definiciones, no ya para una eventual sociedad sino a nivel individual. (...)
 
Mientras tanto, la relación entre Scioli y Massa no es simple ni fácil. Signada por una fuerte desconfianza -o si se quiere, falta de confianza- ha encontrado hasta ahora, a partir de los roles institucionales de cada uno, frecuentes motivos de controversia, sobre todo en la medida que el hombre de Tigre apunta a representar crecientemente los reclamos de los intendentes frente a las políticas de la Gobernación vinculadas a los municipios.
 
Y cada uno “construye” por su lado. Scioli estrenó agrupación propia y Massa camina la Provincia a ritmo febril desde hace algunas semanas, en busca de liderar una informal “liga de intendentes”. Pero en el medio, se sacaron una foto que, como mensaje político, no es poco."
 
 
7. Provincia de Buenos Aires es la clave de todo comicio. Cristina no confía ni en Scioli ni en Massa. Pero a Cristina se le cayó Juan Gabriel Mariotto. Julián Domínguez no exista más allá de su propia vanidad. ¿Y Florencio Randazzo? Dicen que prueba eso aunque ella ya debe saber lo que su ministro opina... de la propia gestión presidencial. De todos modos, por ahora, el proyecto continúa.
 
Mariano Obarrio en el diario La Nación:
 
"Cristina Kirchner comenzó a imaginar variantes para ganar las elecciones legislativas de 2013 en la provincia de Buenos Aires. Además de instalar a Alicia Kirchner como posible candidata a diputada, la Presidenta evalúa la postulación del ministro del Interior y Transportes, Florencio Randazzo, que el año próximo hará grandes anuncios de mejoras en la red ferroviaria.
 
(...) La mandataria necesita asegurar un triunfo en territorio bonaerense para equilibrar posibles derrotas en distritos grandes, como la Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Sólo así podría mantener una remota esperanza de reformar la Constitución para destrabar su re-reelección en 2015.
 
Existe otro factor para esta innovación. Cristina Kirchner desconfía del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y del intendente de Tigre, Sergio Massa. "Aunque no lo digan, ella se prepara para un eventual escenario de confrontación contra Scioli y Massa", confiaron en la Casa Rosada. El promotor de Randazzo es el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, confidente de la Presidenta y principal ideólogo de sus grandes estrategias políticas.
 
"Zannini lo sostuvo a Randazzo aun en sus peores momentos e impulsó el traspaso de Transportes a Interior en detrimento de [el ministro de Planificación] Julio De Vido", señaló otro alto funcionario.
 
El respaldo es también económico. Así como Alicia Kirchner maneja los multimillonarios recursos de Desarrollo Social, Randazzo dispondrá de una partida de más de $ 1400 millones hasta julio de 2013 -incluso, podría incrementarse- para recuperar el servicio de las líneas ferroviarias Sarmiento ($ 800 millones) y Mitre ($ 630 millones). (...)".
 
 
8. Las disputas dentro del Frente para la Victoria son inocultables en varias administraciones. Por dar un ejemplo, Río Negro.
 
Alicia Miller en el diario Río Negro, de General Roca:
 
"Con la designación de Liliana Andaloro y otros funcionarios, Alberto Weretilneck busca profundizar la "peronización" de su gabinete, a la vez que reforzar el sentido de pertenencia de Viedma hacia el gobierno provincial y revertir falencias de comunicación y gestión de su equipo. (...)
 
Pero al mismo tiempo que procura avanzar, Weretilneck abona la idea de intolerancia y maltrato. Lo hizo por el modo intemperante en que desplazó a Carlos Tgmoszka de la presidencia del Ente de la Región Sur.
 
Así, el Ejecutivo es el centro de dos corrientes: una que tiende a construir y la otra que drena parte de lo logrado. Cal y arena. El saldo entre los dos torrentes es todavía terreno fangoso.
 
Lo único claro es la consigna de erradicar todo vestigio de "pichettismo" del gobierno. La batalla interna se ha convertido en cuestión de Estado. Aun a riesgo de distraer energía y recursos humanos de los problemas concretos y graves que dependen de la acción del gabinete.
 
(...) Al tiempo que se blinda el pasado de este modo, el gobierno de Alberto Weretilneck vive en un presente marcado por el día a día y dominado sobre todo por el debate político y por la andanada de urgencias que sacuden al Estado.
 
A diez meses de asumir, su gabinete está en un nuevo comienzo, con áreas todavía inactivas, otras despedazadas por internas y algunas esperando a quien ordene cuestiones mínimas como quién firma los cheques.
 
Entre el estrés y el letargo, el gobierno prepara dos nuevas contiendas:
 
> El objetivo próximo para Alberto Weretilneck y sus aliados peronistas es desplazar a Miguel Pichetto de la presidencia del Partido Justicialista. Ese lugar le otorga peso político y recursos en proporción a los votos obtenidos por el Frente para la Victoria en los últimos comicios. Para eso no descartan convocar al Consejo partidario, en el que descuentan tener mayoría.
 
> Como plan B, ya hablan de preparar un candidato a senador del Frente para la Victoria que compita con Pichetto en elección interna o en la general, si éste se ve obligado a ir con el sello del Partido Justicialista.
 
Mientras tanto, el radicalismo procura rearmarse a tiempo para aspirar a una de las dos bancas en disputa en el Senado.
 
Los tiempos políticos apuran el verano."
 
 
9. La inseguridad jurídica es la madre de todas las batallas, y los K no lo quieren entender.
 
Hugo E. Grimaldi en La Gaceta, de San Miguel de Tucumán:
 
"(...) ¿Cómo hacer para enfrentar a financistas que no quieren darle ni siquiera una moneda al país o a sus empresas? ¿Cómo oponerse a los entidades internacionales que buscan monitorear a la Argentina para que se llegue a un arreglo con el Club de París? ¿Cómo conseguir inversiones sin pagar los fallos adversos en el Ciadi? ¿Cómo demostrarle a los depositantes locales, que hace un año tenían en los bancos el doble de los dólares que hoy poseen, que todo es producto de una confabulación de los fondos buitre? Muchas dudas y todo mientras se emite más de la cuenta y se cierra el cepo cambiario
 
Mientras estos actores son por estas horas los únicos que le ponen límites precisos al Gobierno, ¿cómo hacer entonces para ganar la partida si se subestima tanto al rival? Ni en los juegos ni en la guerra se pelea bien contra adversarios a los que no se quiere conocer, ya que nadie se hace fuerte en el teatro de operaciones si no entiende la idiosincrasia del oponente. Y como el kirchnerismo se cree siempre superior, aún antes de ver de qué se trata, habitualmente se pega fuerte contra la realidad y trastabilla. Los argumentos de quienes resisten son claros. 
 
Si Axel Kicillof no cree en el clima de negocios o en la seguridad jurídica o si Guillermo Moreno no comulga con las metas de inflación o si Alicia Kirchner piensa que con los subsidios se come, se educa y se cura o si Julio De Vido supone que le economía es sólo inversión dirigida por el Estado o si Amado Boudou cree que el consumo es la única panacea que mejora el mercado interno para distribuir mejor, todo es parte del mundo de la política, piensan. Al fin y al cabo, agregan, es lo mismo que están usufructuando hoy miles de empresarios que se acodaron en el mostrador del kirchnerismo, bajo el argumento de estar salvando a sus compañías, mientras remuneran sus ineficiencias con la plata de todos. En cambio, lo que expresa el resto del planeta es que si la propia Presidenta es la que no puede entender la lógica que impera en el mundo (o se la cuentan así), mejor es apretar el pomo lo más que se pueda y salir corriendo. 
 
Tampoco ellos comprenden cómo se puede concebir racionalmente tanto aislamiento y tamaño divorcio con las fuerzas del mercado, ya que Cristina tiene a mano ejemplos de exitosos presidentes amigos que se mueven sin tantos prejuicios, a quienes ella podría preguntarles cómo se hace para convivir con el mundo de la especulación y el rumor sin tantos sobresaltos. 
 
Los hipercríticos inversores suelen hablar además de la seguridad jurídica, un valor que también parece interesar poco en la Argentina, sobre todo en relación a ciertos principios institucionales como la permanencia de las reglas de juego, la defensa de los derechos individuales y la consideración por el pensamiento de las minorías. (...)".
 
 
10. Crisis financiera externa y Argentina paria internacional.
 
Eduardo van der Kooy en el diario Clarín, de Ciudad de Buenos Aires:
 
"(...) La empresa YPF, reestatizada este año, dispuso los últimos días cerrar sus cuentas en el exterior . No se trata de un trastorno menor para una petrolera. Aerolíneas Argentinas también debió extremar los recaudos con sus aviones, aunque posee el resguardo de la indefinición de su situación jurídica. Es estatal de hecho. No todavía en los papeles, pese a que el final de su condición privada se extinguió por ley en el 2008. Después del incidente con la Fragata, promovido por los “fondos buitre” que no aceptaron los canjes de la deuda, todos los bienes argentinos en el mundo parecieran estar a tiro de embargo . El problema asoma mayúsculo para un Gobierno que resolvió articular su economía y su sistema productivo, sin mensurar bien las proporciones, en torno al Estado. El blanco para aquellos “buitres” también se agigantó.
 
El conflicto con Ghana ha desnudado dos dificultades simultáneas. Por un lado, la debilidad internacional de la Argentina. La provocación nació de la Justicia de un país africano con peso político nulo en el mundo. Por otro lado, anticipó la profundidad de un problema – el desendeudamiento– que el Gobierno relegó, en especial, desde que Cristina llegó al poder. Después de Ghana se produjo el pronunciamiento de los cinco jueces de la Corte de Apelaciones de Nueva York que ordena al país cumplir con el pago de US$ 1.300 millones reclamados por acreedores que no ingresaron en los canjes. En febrero el juez Thomas Griesa había fallado en un sentido similar. Pero el Gobierno apeló.
 
(...) Una petrolera internacional había convenido de palabra una inyección de US$ 10.000 millones para la exploración del yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén. Pero puso una condición que diluyó la promesa: la constitución en Nueva York de un fideicomiso del Estado argentino a modo de garantía . La forma en que se reconquistó YPF va teniendo su precio.
 
El Gobierno, como frente a otros desafíos, da muestra de falta de planes y pretende reemplazar esa carencia con palabras. Hernán Lorenzino, el ministro de Economía, proclamó que jamás le pagarán a los “fondos buitre”. (...)".