Martín Kanenguiser
LA NACION
En medio de la algarabía por los festejos del Año Nuevo, el Banco Central aprobó un programa monetario que, entre sus metas, incluye un alza de la emisión de hasta el 40%. Según economistas privados, esta dinámica alimentará más el crecimiento de la inflación.
Con siete objetivos -que no incluyen las palabras "precios" ni "inflación"-, el directorio que preside Mercedes Marcó del Pont, y que está dominado por el kirchnerismo puro, fijó pautas de crecimiento del total de medios de pago (M2) del 38% en el primer trimestre, 40,5% en el segundo, 38,3% en el tercero y 31,9% en el último.
Así, la variación del M2 total -variable que incluye el dinero circulante en poder del público y depósitos a la vista en pesos- se ubicaría casi en el doble de las metas propuestas para 2010.
Los objetivos del programa son estos: "El control de los agregados monetarios en orden a la estabilidad; la profundización del crédito productivo; la flotación administrada del tipo de cambio, la acumulación de reservas internacionales; la macrorregulación prudencial de los flujos de capitales financieros de corto plazo; la regulación y supervisión del sistema financiero, y la universalización del acceso a los servicios financieros".
El programa se basa en que el crédito al sector privado seguirá creciendo con fuerza, aunque los economistas y ex presidentes del Banco Central consultados por La Nacion afirmaron que la suba de precios afectará más a las inversiones.
El programa -que este año fue incumplido en el caso del M2 privado, pese a las modificaciones registradas a mediados de 2010- tiene implícita una suba de la inflación bastante superior a la informada por el Gobierno, aunque desde el Banco Central juraron manejarse con las cifras oficiales.
En el caso del crecimiento del PBI, establece una banda del 3,5 al 6,5 por ciento -frente al 4,3% establecido por el Gobierno en el presupuesto-, ante la eventualidad de que la crisis internacional pueda provocar otro cimbronazo en la economía local. Personas cercanas a la presidenta de la entidad negaron que las líneas técnicas del BCRA hayan barajado cifras más pesimistas que el directorio.
Además, negaron que el fuerte aumento de la emisión monetaria pudiera traducirse en un incremento mayor de los precios, porque la intención es acompañar el fuerte crecimiento del crédito privado que ya se viene registrando desde mediados de 2010, según las fuentes oficiales.
Sin embargo, Alfonso Prat Gay, Martín Redrado y Aldo Pignanelli, que condujeron los destinos del BCRA en diferentes períodos posteriores al estallido de la convertibilidad, afirmaron que el programa es muy expansivo y que, por lo tanto, convalida una inflación que puede rondar el 30% este año.
Un informe de la consultora Empiria -dirigido por los ex gerentes del BCRA Hernán Lacunza y Pedro Rabassa- comentó: "El PBI nominal aumentaría un 23,5% [crecimiento del 6,5% e inflación del 16%], por lo que semejante crecimiento de los medios de pago sólo sería consecuente con un escenario de fuerte remonetización de la economía, algo que no está sucediendo en los últimos años". La otra posibilidad, según advirtieron, es que la inflación esperada por el mismo BCRA sea superior a la admitida por el Gobierno. Otro informe, de Proficio Investment, deja en claro la fuerte relación entre el M2 y la inflación.
Martín Redrado dijo que la inflación será del 30% y criticó el programa diciendo: "La meta está dada por las necesidades de financiamiento del Gobierno, en lugar de buscar un sano funcionamiento de la economía en su conjunto".
Prat Gay, respecto del plan, agregó: "[Es] muy electoral; dedica un 15% de la base monetaria a financiar al Gobierno [26%, si se cuentan las reservas para pagar deuda] y, por lo tanto, si se sumara una intranquilidad financiera, se entraría en un descontrol monetario". "Sería milagroso que la inflación baje del 35%", expresó.
Por su parte, Aldo Pignanelli dijo: "Esto genera más inflación, lo que a su vez genera pobreza, menos inversión y, seguramente, algún costo político". En esa sintonía, el senador radical Gerardo Morales dijo que del plan: "Se basa en supuestos irreales y en condiciones que no se van a poder cumplir".
El Banco Ciudad afirmó que el programa "confirmó que el impulso inflacionario seguirá en 2011 con una lluvia de pesos", mientras que Marina Dal Poggetto, del estudio Bein, dijo: "El BCRA ya no actúa como amortiguador de los precios". Pero Eduardo Hecker, ex presidente de la CNV, dijo que el programa "convalida, pero no genera la suba de precios", a diferencia de la inercia, las expectativas y la puja distributiva.
DIXIT
"La meta del BCRA está dada por las necesidades de financiamiento del Gobierno, en lugar de buscar un financiamiento sano de la economía"
Martín Redrado
24/9/2004 - 22/1/2010
"Es muy electoral y sería un milagro que la inflación bajara del 35%. Si hubiera intranquilidad financiera, podría haber descontrol monetario"
Alfonso Prat Gay
11/12/2002 - 23/9/2004
"Quieren tapar el déficit del Gobierno y generarán más inflación, que, a su vez, provocará más pobreza, incertidumbre política y menos inversión"
Aldo Pignanelli
25/6/2002 - 11/12/2002