La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se impone ampliamente en siete distritos claves del país, incluso en el que suele ser más adverso al peronismo, la ciudad de Buenos Aires. De acuerdo con dos sondeos a los que accedió Página/12, la primera mandataria se impondría hoy por 20 puntos a Ricardo Alfonsín en Córdoba; por 24 puntos también a Alfonsín en Santa Fe; por casi 30 puntos a Alfonsín, Julio Cobos y Mauricio Macri en Mendoza; por 35 puntos a Cobos en Salta y por 40 puntos a Alfonsín en Chubut, aunque en este último trabajo no se midió como candidato al actual gobernador Mario Das Neves. Aun en ciudad de Buenos Aires, Cristina Kirchner le ganaría a Macri por más de diez puntos. El cuadro de situación en la provincia de Buenos Aires es arrasador: la Presidenta les sacaría 30 puntos a Macri y 35 a Eduardo Duhalde. Por supuesto que aún faltan diez meses para los comicios y la lógica indica que los candidatos opositores tenderán a mejorar, según coinciden todos los consultores. Pero el punto de partida de la primera mandataria es hoy incluso un poco mejor que en 2007, cuando ganó en primera vuelta.
Las conclusiones surgen de una serie de encuestas realizadas por la consultora Equis, que conduce Artemio López, y por Ibarómetro, la empresa que lidera Doris Capurro. Se trata de muestras que varían entre los 600 y los 2000 casos, de acuerdo a cada distrito, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. Se hicieron a fin de año, un momento relativamente desfavorable para la Presidenta porque transcurrían los conflictos del Parque Indoamericano y el Club Albariño.
De los resultados proporcionados por Capurro y López se deduce que el oficialismo está en condiciones de revertir el cuadro de situación que afrontó en la elección legislativa de 2009. En aquella oportunidad, en el marco del conflicto con el campo, la sequía, la crisis mundial y la gripe A, el FpV se ubicó cuarto en Capital, cuarto en Córdoba, tercero en Santa Fe, séptimo en Salta, primero en Chubut y segundo en la crucial provincia de Buenos Aires y en Mendoza. Es cierto que, como dicen los politólogos, en una elección legislativa “se puede volver al primer amor”, es decir apostar más ideológicamente y no por quien puede administrar mejor el país. En una elección presidencial, el ciudadano es más conservador y piensa que se pone en juego su trabajo, su estabilidad, su situación personal por cuatro años.
En la provincia de Buenos Aires, al menos por ahora, Cristina –y tampoco Daniel Scioli– parecen tener rivales a la vista. Casi todos los sondeos –incluyendo los de Equis e Ibarómetro– ubican a la Presidenta por arriba de los 45 puntos, proyectando los indecisos. Es cierto que los candidatos de oposición no están del todo lanzados. Mauricio Macri aparece como segundo y habrá que ver qué sucede con Ricardo Alfonsín después de la interna de la UCR. En principio, los pronósticos hablan de no menos de 25 puntos de diferencia en una provincia que reúne el 35 por ciento del padrón electoral. En 2007, Roberto Lavagna, entonces candidato de la UCR y lo que hoy es el Peronismo Federal, les sacó doce puntos de ventaja a la actual Presidenta. Hoy el diagnóstico es muy distinto. Según el trabajo de Equis, la Presidenta les sacaría 20 puntos a Alfonsín y 30 a Macri.
Córdoba fue un distrito complicado para el oficialismo, aun en una elección en que ganó en primera vuelta. Habrá que ver cómo evolucionan las candidaturas, pero a diez meses de los comicios, el panorama para el FpV no parece tan traumático como lo fue en 2007 y, mucho más, en 2009.
Lo mismo ocurre en Santa Fe. Cristina parte con 25 puntos de ventaja sobre Alfonsín y 28 sobre Macri. Otra encuesta, realizada por Andrés Mautone y Asociados, circunscripta a Rosario, muestra que la Presidenta conseguiría en esa ciudad casi el 30 por ciento de los votos, contra el 11 por ciento del segundo, Pino Solanas. Y en la elección de gobernador, Agustín Rossi aparece bien posicionado para disputarle el primer lugar a cualquiera de los candidatos socialistas. En 2007, Cristina le sacó apenas dos puntos a Elisa Carrió y en 2009 el FpV fue tercero a 30 puntos de la Coalición Cívica.
En la anterior elección presidencial, Mendoza fue un territorio favorable. Es que el FpV incluía a Julio Cobos, es decir que la fórmula presidencial representaba al peronismo y al radicalismo. Consiguió el 60 por ciento de los votos. Ya en 2009 el panorama fue totalmente adverso: el FpV quedó a 20 puntos de la UCR que ganó con el 48 por ciento de los votos. Esta vez, las cosas parecen muy distintas. La Presidenta parte con el 41 por ciento de la intención de voto, superando en 20 puntos a cualquier otro contrincante.
En Salta, las diferencias aparecen hoy como siderales. La Presidenta consigue alrededor del 50 por ciento de los votos y sólo Julio Cobos superaría el diez por ciento, es decir que se colocaría a 40 puntos de distancia.
El reciente lanzamiento de Ernesto Sanz no se registra en estos estudios, hechos con anterioridad. Sin embargo, Capurro sostiene que “es muy prematuro pensar que Sanz, en el radicalismo, altere este panorama de diciembre. Pero tal vez al radicalismo le convenga “inventar” un nuevo candidato. Porque Ricardo Alfonsín no atrae al electorado de Cobos en caso de salir elegido en una interna como candidato a presidente. Y tampoco los que eligen a Alfonsín estarían dispuestos a votar a Cobos. Por eso, es inteligente la salida de buscar un tercero: nuevo, “a construir”.