Mercedes Colombres
LA NACION


La sequía, que afecta principalmente a la zona núcleo agrícola, sigue haciendo sentir su presencia. Tal es así, que mientras que a fines de año pasado varias estimaciones privadas apuntaban a una cosecha de maíz de 25 millones de toneladas, hoy el departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dijo que la cosecha de este grano sería de 20,3 millones de toneladas.

"Bajo este escenario, donde varias regiones de importante participación en la cosecha de maíz aún se encuentran en condiciones hídricas poco favorables, es posible proyectar un volumen final de 20.350.000 toneladas para la campaña en curso", destacó el panorama agrícola que elabora semanalmente la Bolsa.

De acuerdo al presidente de la Asociación Maíz Argentino (Maizar), Santiago del Solar, la situación actual es un intermedio entre la mala cosecha de 2008/2009 y el buen resultado del año pasado.

"No vamos a tener el promedio nacional de 87 quintales por hectárea del ciclo 2009/2010 ni los 57 del año de la sequía. Probablemente terminemos en un promedio nacional de 7000 a 7500 kg por hectárea, y con una cosecha de 21 millones de toneladas", dijo.

Según Del Solar, lo notable de esta campaña es la enorme disparidad de rindes que hay entre lotes separados a poco kilómetros entre sí. "Se ven lotes muy feos que pueden dar 50 quintales y, a pocos kilómetros de distancia, lotes con altos potenciales, que pueden dar tranquilamente 90 quintales por hectárea. Este tipo de situaciones se dan por lluvias puntuales recibidas en algunas zonas, que no benefician a otras zonas aunque estén muy cerca", explicó el presidente de Maizar.

De acuerdo a Del Solar, lo que pase en las próximas dos semanas podría ser definitorio. "Si llueve, quizás aumente un poco el volumen de cosecha estimado y si no, tal vez baje aún mas la estimación", dijo.

En tanto, los efectos de la sequía en el norte santafecino siguen agravándose y ya es el quinto año que se produce este fenómeno.

En los departamentos San Cristóbal, 9 de Julio, Vera y General Obligado se perdieron en los últimos cinco años más de 2,5 millones de cabezas de ganado y, actualmente, por la falta de lluvias, la soja y el maíz se perfilan hacia muy escasos rendimientos. "La producción nunca se recuperó de la sequía de los dos años anteriores, con el agravante de que las represas están secas. Si no llueve esta semana, la soja y el maíz ingresarán en una etapa terminal", explicó el secretario de Agricultura de la provincia, Carlos Sartor.

Algo similar sucede en Tostado, cabecera del departamento 9 de Julio. "En estos últimos cinco años tenemos una falta de agua muy importante. Pero los últimos tres años, sus consecuencias fueron graves. No sólo perdimos ganado sino que además, los trabajadores rurales debieron emigrar ante la falta de trabajo", puntualizó el intendente local, Enrique Fedele.

Lluvias insuficientes
Según sus datos, en el último lustro la falta de lluvias no cubrió las necesidades mínimas para los animales ni la agricultura.

Peor parece ser el panorama en Gato Colorado, sobre el paralelo 28, límite entre Santa Fe y Chaco. "Hace cuatro años que estamos en emergencia por la sequía. Hoy estamos racionando el agua. Tenemos una planta potabilizadora de ósmosis inversa de la cual le damos 20 litros de agua por día a las familias", resaltó su presidenta comunal, Mirta Acosta.

Por otro lado, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, una zona castigada por la sequía desde hace varias campañas, esta semana se registraron importantes lluvias.

En San Germán , partido de Puán cayeron 212 milímetros; en Sierra de la Ventana, 200 milímetros; en Tornquist, 170; en Lopez Lecube, 150; en Mayor Buratovich, 150; en Teniente Origone, 114; en Algarrobo, 100 milímetros; en Pedro Luro, 100 y en Bahía Blanca, 130 milímetros.

De acuerdo a los meteorólogos locales, las lluvias continuarán hasta el sábado.