Los ruralistas impulsan un cese de comercialización de cereales, oleaginosas y ganado en pie con destino a faena que terminaría el viernes, y el Gobierno repudia esa decisión. El mayor malestar hasta el momento lo generan los piquetes en las rutas, que se concretan en unos 60 puntos de la Argentina con cortes intermitentes, lo cual ya creó escenas de violencia y tensión en las últimas horas.
En Santa Fe se denunciaron varios casos de violencia en las rutas y hasta el descarrilamiento de un tren por presunto traslado de cereales en pleno paro del campo.
Chaco no fue la excepción a la tensión y la jueza federal Alicia Virignin aceptó un pedido del gobernador Jorge Capitanich y libró una orden para despejar la ruta 95 a la altura de la localidad de Gato Colorado para garantizar la libre circulación.
Los camioneros se enojaron por las protestas y optaron por bloquear ayer los ingresos a la ciudad de Leones, ubicada unos 244 kilómetros al sudeste de la ciudad de Córdoba.
De todas maneras, los mensajes del campo tienen como único destinatario al Gobierno y la Mesa de Enlace no convocó a cortar rutas pero tampoco pidió a los productores que permitan la libre circulación.

CON LEGISLADORES. De cara a las elecciones, la dirigencia rural puso la mira ahora en los legisladores a quienes trata de convencerlos para alcanzar el quórum y permitir así que el Congreso intervenga y establezca un nuevo sistema de retenciones. El jueves pasado los ruralistas recrudecieron sus cuestionamientos al oficialismo y a los diputados que faltaron a la sesión especial para debatir el proyecto de retenciones que presentó la oposición.
El ruralista entrerriano y uno de los más fervientes exponentes del sector, Alfredo de Ángeli, dijo que la bronca creció cuando los legisladores no dieron quórum. El presidente de Federación Agraria Entre Ríos aseguró que el anuncio del Gobierno sobre la coparticipación de retenciones es “un maquillaje para seguir confundiendo y para pagar sueldos en los municipios”.
“Que no lo aprueben. Vamos a ver cómo hacen para volver a sus provincias”, advirtió el ruralista a los legisladores en clara alusión al proyecto opositor que por ahora espera en Diputados.
Esta semana los ruralistas de la Mesa de Enlace tendrán una nueva oportunidad para tocar a la puerta de varios despachos del Congreso buscando sumar los 21 votos que faltan para llegar a los 129 y lograr el quórum para iniciar el debate en el recinto
Mientras, miles de productores seguirán en las rutas del país protestando contra el Gobierno y el nuevo sistema de coparticipación de retenciones sojeras.
Hasta el momento no hay fecha para una nueva sesión especial, pero podría ser convocada para este jueves en caso de que los ruralistas logren convencer a más legisladores. Según trascendidos, apuntan a los entrerrianos María de los µngeles Petit, Cristina Cremer de Busti, Gustavo Zavallo; y a los pampeanos del Frente para la Victoria, Marta Osorio y Manuel Baladrón.
Asimismo, los ruralistas quieren dialogar con Graciela Camaño, Paola Spátola, Alicia Comelli, Eduardo Macaluse, Verónica Benas, Lidia Naím y Carlos Raimundi, entre otros.

¿HABRÁ REUNIÓN? A su vez, la dirigencia rural buscará a partir de hoy la ayuda de los intendentes cercanos a los legisladores, con el único objetivo de pedirles que traten de convencerlos.
El titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, viajará hoy a Amnstrong, Santa Fe, para reunirse con jefes comunales de esa provincia.
En ese marco transcurrirá la semana en la que podría llegar una toma de decisión del Gobierno acerca de la reunión que la ministra de Producción tendría que concretar con la Mesa de Enlace el martes 31 de este mes.
Hasta el momento, Giorgi y los ruralistas llevan concretadas tres reuniones, una de las cuales protagonizada por la propia Cristina Kirchner que apareció en la sede de la cartera sin aviso.
Así, la relación entre las partes vuelve a quedar pendiente de un hilo aunque, teniendo en cuenta los antecedentes, el Gobierno no estaría dispuesto a dialogar si los ruralistas deciden prolongar el paro, que en principio terminaría el próximo viernes.

Hay cortes intermitentes en 60 rutas de todo el país

Una mayor concentración de productores en las rutas, que intensifican los controles de carga para impedir el paso de cereales, oleaginosas y faena gorda en pie, caracterizó ayer el segundo día de paro agropecuario, mientras crece la tensión y el descontento de los productores en 60 puntos del país.
La modalidad de hacer cortes intermitentes fue adoptada en la mayoría de los cortes, según el sondeo realizado por la agencia Noticias Argentinas en la mañana de ayer.
En Chaco, la jueza federal subrogante Alicia Virignin notificó a través de un oficio que cada tres horas deberán liberar el paso de los vehículos en la ruta 95, a la altura de la localidad de Gato Colorado, para “preservar la seguridad de los transeúntes” y “mantener el libre tránsito”.
A su vez, el productor Roberto Polich, ubicado en la ruta 16, en el límite de Chaco con Salta, explicó a NA “que se están perdiendo los cultivos de soja y algodón y maíz porque hace 45 días que no llueve”. Por su parte, Luis Devoto, un ruralista de la localidad chaqueña de Gancedo, cerca del límite con Santiago del Estero, donde hay otro corte intermitente, criticó la política oficial para el campo, al considerar que “quiere hacer desaparecer a los productores”.
En Armstrong, provincia de Santa Fe, sobre la ruta 9, y en Azul a la vera de la ruta 3, continúan los cortes intermitentes, así como en varias localidades cordobesas, según constató NA. Los productores permiten la circulación la comercialización de alimentos perecederos (leche, frutas y hortalizas), ganado de invernada y conserva, y productos provenientes de las regiones afectadas por la sequía.
El titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, además, defendió los cortes de ruta y la movilización de las bases rurales. “Hay derecho a protestar”, dijo.

Denuncian atentados viales en Santa Fe

La concesionaria ferroviaria de carga América Latina Logística (ALL) denunció ayer dos atentados, uno de los cuales terminó en el descarrilamiento de una formación, en las localidades santafesinas de Alcorta y Santa Teresa, que podrían estar ligados al paro del campo.
Según un comunicado de la empresa, sujetos que hasta el momento no fueron identificados aflojaron los bulones que sujetan las vías y lograron que una formación de dos locomotoras y 51 vagones vacíos descarrilara. ALL desmintió que la formación descarrilada llevara cereales y aclaró que espera que la Justicia encuentre a los responsables.
Versiones periodísticas en esa provincia indicaban que los atentados podrían estar relacionados al paro del campo y que supuestamente habían sido productores quienes aflojaron las vías para evitar el traslado de cereales. Esos trascendidos habrían nacido porque una de las principales actividades de la empresa ferroviaria es el transporte de productos agropecuarios.
El primero de los hechos ocurrió el viernes, minutos antes de las 17, cuando equipos de mantenimiento y control que se desplazaban en una “zorra” descubrieron vías removidas. En el Puente de Peirano, a unos 12 kilómetros de Santa Teresa, fueron removidas las eclisas y los bulones que sostienen los rieles. Se advirtió que se produjo un desastre por “milagro”, ya que el puente —de unos 25 metros de longitud— tiene seis metros de altura.
El segundo hecho se registró en la tarde del sábado en Alcorta, cuando dos locomotoras que traccionaban 51 vagones vacíos hacia Melincue “descarrilaron violentamente”, informó ALL. Los peritos de seguridad verificaron las causas y comprobaron que seis metros de vías se encontraban casi levantados de su lugar de posición correspondiente. Ni bien detectados los atentados, la empresa lo denunció a la Policía, la cual informó inmediatamente a la Justicia.
ALL cuenta con 15 mil kilómetros de líneas férreas en Brasil y Argentina, más de 550 locomotoras, 17 mil vagones, 3 mil camiones (entre propios y de terceros), y 160 equipamientos bimodales que transitan en las rutas y en las vías.

Los números tranqueras adentro no dan respiro y afuera, inquietan

Matilde Fierro

La necesidad de financiamiento, los bajos rindes y las perspectivas para la próxima campaña agrícola no dan respiro tranqueras adentro, y a pesar de que se afilan los lápices, hay acopio y una firme reducción de gastos.
La intensificación del conflicto agropecuario también surgió de los números que hacen los casi 80 mil productores pequeños y medianos, pero sin embargo, el problema del campo se encuentra en un panorama bastante inquietante que arrojan los análisis de especialistas ocupados en suturar las estadísticas coyunturales.
En los últimos tres meses cayó la recaudación anual por derechos de exportación en dólares en un 24 %, por lo tanto, la producción agropecuaria se asemeja a un recipiente en el que debe rasparse hasta la última miga.
“Hay provincias que están muy mal como Entre Ríos, Santa Fe y desde el centro hacia el sur de Buenos Aires, pero con la particularidad de que los rindes son overos: aparecen lotes buenos y otros muy malos”, explicó Eduardo Buzzi.
Este panorama sojero y maicero dispar es ratificado todas las semanas por la Bolsa de Cereales.
Un productor de Rufino (Santa Fe), le contó a Buzzi con el espanto reflejado en la cara: “En mis pagos, un productor cosechó en 83 hectáreas sólo 300 kilos por hectárea”. Todos saben tranqueras adentro que los gastos superan a la recolección en casos así.
En Córdoba, Aapresid, la organización que agrupa a la cadena de siembra directa sacó un cálculo demoledor: inclusive si se aplicaran las retenciones del 27,5 % vigentes hasta noviembre de 2007 (cuando se aumentaron al 35 %) el cultivo de soja daría un número en rojo de 138 dólares por hectárea.

SALDO NEGATIVO. El hipotético productor es arrendatario (como la mayoría en la Argentina), alquiló el campo a 1.700 kilos (1,7 toneladas) por hectárea que pagará a 220 dólares la tonelada y utilizó una tecnología media en insumos y semillas. Al cosechar habrá obtenido un rinde promedio de 2.500 kilos por hectárea.
El saldo negativo del agricultor cordobés de Aapresid se mueve en un contexto desalentador de acuerdo con la Fundación Mediterránea: las empresas han reemplazado su financiamiento a través de préstamos bancarios y financieros por deuda comercial (Cuentas a Pagar). Mientras que en el pasado, los préstamos significaban casi el 70 % del pasivo de las empresas, hoy representan 38 %. En tal contexto, los balances del primer trimestre de este año, todavía en gestación, pueden reflejar claramente tanto la restricción de liquidez como de financiamiento que golpean al productor agropecuario.
Para el primer trimestre, se espera una intensificación de la destrucción de empleo industrial, en construcciones y en el complejo agroexportador, una vez que las transitorias suspensiones y reducción de horas pierdan efecto, si no se observa una reactivación económica.
Mientras la superficie de trigo que se debe decidir en las próximas semanas sigue en duda, los economistas del Ieral pronostican que las exportaciones de productos primarios y de manufacturas de origen agropecuario continuarán en picada.
Hasta la primera quincena de marzo, la liquidación de oleaginosas y cereales se redujo un 22 % con respecto al mismo período de 2008. La caída fue de 900 millones de dólares.