El Crecimiento y la Importancia de los Cultivos de Servicios

Los cultivos de servicios se han convertido en un elemento clave dentro del manejo agrícola en Argentina. Estas especies vegetales se establecen entre dos cultivos principales y no son destinadas a pastoreo, ni cosecha, sino que permanecen en el suelo para protegerlo, mejorar su fertilidad y aportar nutrientes mediante la degradación de su biomasa, tanto aérea como radicular. Entre sus múltiples beneficios, destacan la fijación biológica de nitrógeno, la reducción de la lixiviación de nutrientes, la mejora en la distribución del agua y el control de plagas y malezas.

En la campaña 2023/24, la superficie destinada a estos cultivos fue de 453.000 hectáreas, representando un leve aumento del 2% respecto a la campaña anterior. No obstante, el porcentaje de productores que implementaron esta práctica fue del 11%, el más bajo desde la campaña 2016/17. Esta disminución es atribuida, en parte, a la sequía que afectó considerablemente a las regiones productivas en los últimos años(Informe_N_79_Cultivos_d).

Funciones y Desafíos en la Implementación

Los cultivos de servicios ofrecen una serie de ventajas en el manejo agroecológico. Entre sus beneficios más significativos se encuentran:

  • Aporte de materia orgánica: Mejoran la fertilidad del suelo al descomponer biomasa.
  • Reducción de la erosión: Ayudan a evitar el escurrimiento superficial, lo que protege el suelo de la erosión hídrica.
  • Control de malezas y plagas: Al competir por recursos, estos cultivos reducen la incidencia de malezas y plagas.
  • Mejora en la retención hídrica: Al aumentar la macroporosidad, facilitan la infiltración y el almacenamiento de agua en el perfil del suelo(Informe_N_79_Cultivos_d).

Sin embargo, la adopción de esta práctica no está exenta de desafíos. El principal obstáculo sigue siendo el costo de implementación, tanto en términos de insumos como de trabajo. Además, la falta de conocimiento técnico para manejar adecuadamente los cultivos de servicios ha generado ciertos retrocesos. Aspectos como la elección de las fechas de siembra, el manejo de la desecación y la interferencia en el uso de agua deben ser manejados cuidadosamente, ya que un mal control puede afectar el rendimiento del cultivo posterior(Informe_N_79_Cultivos_d).

Variaciones Regionales y Tipos de Cultivos de Servicios

El relevamiento de datos para la campaña 2023/24 muestra marcadas diferencias regionales en la adopción de los cultivos de servicios. La zona Sur de Córdoba se destaca con un 30% de adopción por parte de los productores, muy por encima de otras regiones como el NOA, donde solo el 15% de los productores implementaron esta práctica. Zonas como el Centro Norte de Córdoba y el Centro Este de Entre Ríos sufrieron las mayores caídas en la adopción(Informe_N_79_Cultivos_d).

En cuanto a las especies utilizadas, las gramíneas (como el centeno y la avena) han sido las predominantes, representando entre el 50 y el 72% de la superficie sembrada con cultivos de servicios en las últimas campañas. Este tipo de cultivo se valoriza principalmente por su capacidad de generar grandes cantidades de biomasa y su posterior descomposición en el suelo, enriqueciendo su contenido de materia orgánica.

Por otro lado, las leguminosas, especialmente la vicia, cobraron relevancia en la campaña 2022/23 al alcanzar el 48% de la superficie sembrada. Su principal ventaja radica en su capacidad para fijar nitrógeno atmosférico, lo que beneficia directamente al cultivo que le sigue, especialmente al maíz(Informe_N_79_Cultivos_d).

Desafíos Hídricos y Futuro de los Cultivos de Servicios

Un punto crítico para la expansión de los cultivos de servicios ha sido el acceso a agua. Aunque estas prácticas ayudan a reducir la evaporación y el escurrimiento superficial, las plantas también consumen agua para desarrollarse, lo que puede ser un problema en zonas afectadas por sequías, como fue el caso en varias regiones del país en los últimos años.

Para el futuro, los expertos destacan la necesidad de una mayor difusión de los beneficios y el correcto manejo de los cultivos de servicios. Programas de capacitación y apoyo económico para los productores pueden ayudar a aumentar la adopción de esta práctica, que promete ser una solución clave en la lucha contra la degradación del suelo y el cambio climático.