Las enfermedades causadas por virus constituyen el principal obstáculo en la producción de papaya a escala mundial. Aunque en esta fruta se reportaron más de 45 virus en regiones tropicales y subtropicales, solo Papaya Ringspot Virus (PRSV) y el complejo de virus que causa la enfermedad conocida como meleira, se consideran amenazas a la producción de papaya.  

“Hace unos años, asociado al desarrollo y producción de frutales en el norte del país y de consultas realizadas por productores de la región, realizamos evaluaciones en plantaciones de todas las provincias tanto del noroeste como del noreste y confirmamos la presencia de síntomas similares a los que causan los virus”, indicó Dariel Cabrera Mederos -investigador del Conicet en la Unidad de Fitopatología y Modelización Agrícola y del Instituto de Patología Vegetal del INTA-, a lo que agregó: “Las visitas se realizaron en conjunto con investigadores y estudiantes, integrantes de estaciones experimentales del INTA, Conicet, universidades, escuelas técnicas y centros de validación de tecnologías que participan en el equipo de trabajo”.  

“Estas observaciones, sumado a la importancia de esta fruta para los productores regionales, impulsaron al equipo a comenzar con investigaciones en el tema”, confirmó Cabrera Mederos.  

Esta fruta, también llamada mamón, ocupa el cuarto lugar entre las frutas tropicales producidas en todo el mundo. En Argentina este frutal se cultiva principalmente en la región subtropical que incluye las provincias de Salta, Jujuy, Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones (en esta provincia se concentran más de 300 productores). Debido a los beneficios económicos que ofrece, asociados principalmente al valor en el mercado nacional y sus utilidades en la industria, en la última década se observó que la superficie plantada en el país fue en aumento.  

Durante el recorrido en el NOA, “se observaron síntomas como mosaico en hojas similares a los inducidos por virus, pero que no eran consistentes con los virus que habían sido reportados”, expresó el investigador del INTA quien señaló que las muestras colectadas se sometieron a distintos análisis y revelaron su asociación con un nuevo potexvirus, no reportado previamente a nivel mundial y denominado papaya virus X. 

Este virus se transmite mecánicamente sobre la papaya y está distribuido en la mayoría de las áreas inspeccionadas en Salta y Jujuy. De igual modo, mediante contactos con productores de la provincia de Corrientes, “a partir de 2021 se realizaron evaluaciones en estas áreas y se observaron plantas de papaya manifestando exudado de látex en frutos”, sostuvo Cabrera Mederos. Y explicó: “El análisis molecular de estas muestras sugirió la presencia de un virus asociado a la meleira, una de las enfermedades más devastadoras en papaya a nivel mundial. Posteriormente estas muestras fueron sometidas a análisis genéticos, corroborando la presencia de un nuevo virus”. 

Cómo identificarlo y qué hacer 

El PRSV causa mosaicos, deformación en hojas y anillado en frutos. Papaya virus X induce mosaico intenso en hojas, pero no se manifiestan síntomas en frutos. En el caso del virus asociado al complejo que causa meleira, se produce exudación espontánea del látex sobre los frutos, que posterior a su oxidación generan el síntoma característico. La elevada incidencia y la severidad de síntomas observados en campo llevó a los investigadores a concluir que podrían afectar los rendimientos del cultivo.  

“A pesar de que no hemos realizado estudios directos para determinar las afectaciones en los rendimientos, conocemos que la incidencia alcanza el 100 % durante el primer año del cultivo y esto dificulta considerablemente la manipulación y lavado de las frutas, que son destinadas a la industria”, confirmó Cabrera Mederos. Asimismo, “la rápida dispersión de esta enfermedad ha dificultado el establecimiento de nuevas plantaciones”.  

Por ejemplo, en Brasil, las afectaciones causadas en papaya por el complejo asociado a meleira han provocado la destrucción total de las plantaciones como medida de manejo propuesta para evitar la dispersión de la enfermedad.  

Los resultados preliminares de nuestras investigaciones corroboraron que se transmite mecánicamente, por lo cual se sugirió la desinfección de las herramientas utilizadas en las labores de saneamiento en los lotes, al igual que al ingresar a plantaciones de reciente establecimiento.  

“Además, proponemos el manejo preventivo, desde la planificación de las áreas de cultivo, la etapa de vivero, y posterior manejo de las plantaciones como evitar la colindancia con lotes afectados, utilizar plantas barreras y realizar una desinfección y monitoreo frecuente de los cultivos”, finalizó Cabrera Mederos.  

En la actualidad se continúa con los estudios de estas enfermedades para aportar información oficial al Senasa y proponer a los productores medidas eficientes para su manejo.