La ventana de siembra óptima se extiende desde agosto en el norte del país hasta fines de noviembre al sur del área agrícola, por lo que los resultados preliminares que se presentan en este informe no están definidos y quedarán sujetos a las condiciones vigentes durante el desarrollo de las labores.

La intención de siembra actual refleja una estrategia de recuperación en las zonas del centro y norte del área agrícola, particularmente en el NEA y el Centro-Norte de Santa Fe sobre aquellos sectores que quedaron excluidos en las últimas campañas debido a la falta de humedad superficial durante la ventana de siembra. Sumado a ello, la necesidad de buscar alternativas al maíz por el riesgo de afectación por chicharrita y las enfermedades asociadas, hacen del girasol una opción interesante. Caso contrario ocurre en los núcleos girasoleros del sur, donde el escenario productivo es menos competitivo para el cultivo de la oleaginosa y, a diferencia de lo que ocurre en el centro y norte del área agrícola, los principales destinatarios del área desocupada por la misma serían otros cultivos de verano.

Bajo este escenario, se proyecta que la superficie destinada a girasol alcanzará los 1,85 millones de hectáreas, manteniéndose estable con respecto al ciclo anterior, y ubicándose un 3,2 % por encima del promedio de las últimas 5 campañas (Gráfico 1). No obstante, y como ya se mencionó, esta proyección podría modificarse, ligada a la evolución de las variables tanto climáticas como económicas durante la ventana de siembra.

Análisis regional de la intención de siembra 2024/25 Los productores de las regiones girasoleras del centro y norte del área agrícola (zonas NEA y CentroNorte de Santa Fe) han experimentado en los últimos años desafíos climáticos que no solo afectaron la superficie sino también la producción de girasol. Este año, el escenario inicial de almacenaje de agua en el perfil es considerablemente más limitado en comparación al ciclo previo (Figura 1), y sumado a ello, hay una alta probabilidad de enfrentar un ciclo productivo atravesado por un fenómeno entre “Neutral” y “La Niña”. En ese contexto, el girasol es el cultivo menos exigente en términos hídricos, y la necesidad de reemplazar el maíz, que en la última campaña sufrió pérdidas significativas debido a la chicharrita del maíz y las enfermedades asociadas a ese vector, impulsa a los productores a optar por el girasol como una alternativa más viable y menos riesgosa, dando lugar a un contexto de oportunidad para sembrar una superficie mayor. Sin embargo, la humedad superficial a la siembra es un factor crítico, dado que al igual que en ciclos previos, en los núcleos girasoleros del norte, actualmente la falta de humedad en los primeros centímetros del suelo es preocupante (Figura 2) y podría limitar la siembra si no se reciben lluvias adecuadas antes del inicio de la ventana de siembra.

En simultáneo, en el sur del área agrícola (provincias de Buenos Aires y La Pampa), bajo el contexto actual, se anticipa una posible reducción en el área sembrada de girasol. En términos económicosla relación insumo producto (I-P) ha mejorado en algunos insumos respecto al ciclo anterior debido al aumento del precio del girasol y la reducción de los costos. Sin embargo, en comparación con el promedio de las últimas 5 campañas, la relación I-P es menos favorable, lo que incentiva a los productores a optar por otros cultivos alternativos en lugar del girasol. No obstante, restan 3 meses por delante hasta el inicio de la ventana de siembra, período durante el cuál el escenario podría cambiar y modificar la actual intención de siembra.

Perspectivas climáticas

El otoño estuvo marcado por un episodio tardío de "El Niño", beneficiando las reservas de humedad en los suelos para la siembra de fina, aunque también retrasando la recolección de la cosecha gruesa. No obstante, la interrupción de las lluvias y la acción de los vientos polares han provocado un secado precoz de los primeros centímetros del perfil en gran parte del área agrícola. El invierno mostrará una tendencia irregular en las precipitaciones, influenciado nuevamente por una marcada circulación polar. Se esperan lluvias por debajo de lo normal en el centro de Argentina, mientras que el noroeste recibirá precipitaciones superiores a lo normal para la época (Figura 3). Las temperaturas se mantendrán por debajo de lo normal, con moderadas heladas invernales

Durante la primavera, se espera que continúe la influencia del evento frío, intensificado por la circulación polar. Las precipitaciones serán normales a superiores a lo normal en áreas específicas del noreste de Argentina, mientras que la mayor parte del área agrícola podría experimentar episodios de déficit hídrico. Las temperaturas mostrarán un comportamiento moderado, con riesgo reducido de heladas tardías y calores tempranos.

El verano comenzará con la retirada de los vientos polares hacia el sur, disminuyendo sus efectos negativos. Sin embargo, se prevé que el episodio frío alcance su máximo desarrollo, manifestándose como un "Neutral Frío" o una "La Niña Débil". Las precipitaciones serán normales a superiores a lo normal en algunos sectores del centro y norte de Argentina, mientras que el interior del país podría experimentar déficit de lluvias que se extenderían hasta marzo. Las temperaturas serán moderadas, con algunos focos de calor en áreas donde fallen las precipitaciones.

En resumen, la campaña agrícola 2024/25 presenta un panorama mixto en términos de superficie destinada a girasol y condiciones agroclimáticas. La decisión de siembra estará fuertemente influenciada, a nivel general, por la disponibilidad de humedad superficial durante la ventana de siembra y las modificaciones en las variables que definen el escenario económico de la campaña 2024/25, y a escala regional, por la necesidad de una alternativa productiva al maíz en las zonas afectadas por las enfermedades asociadas a D. maidis.[MC1]

ESCENARIO ECONÓMICO

Los precios internacionales de los aceites vegetales han experimentado un incremento significativo respecto al año pasado, con un aumento del 15% en los aceites de girasol y colza, y un incremento menor para los aceites de soja y palma. Este aumento se debe en parte a los balances ajustados de los principales aceites vegetales y ayudado por el aumento en el precio del petróleo, que ha subido un 10% en el último año.

En lo que respecta al conflicto entre Rusia y Ucrania, a pesar de seguir agregando incertidumbre en los mercados, el comercio ha continuado prácticamente sin interrupciones durante el último año. Sin embargo, las regiones productoras de Ucrania y Rusia han enfrentado condiciones climáticas adversas, con precipitaciones por debajo de lo normal y altas temperaturas. Frente a este contexto, el Ministerio de Ucrania proyecta una producción de 13 MTn de girasol para la campaña 2024/25. A su vez, el ciclo comercial 2023/24 está finalizando, dejando un suministro exportable limitado. Respecto a Rusia, se espera una caída del 8% de su cosecha según consultoras locales producto del clima y menor área, esperando un nivel productivo de 15,8 MTn. Es importante recordar que estos dos países representan el 60% de la producción mundial y el 70% de las exportaciones de aceite de girasol, lo que subraya su relevancia en el mercado global.

Por el lado de la demanda, aunque la economía de China ha estado creciendo a un ritmo más lento, India ha impulsado significativamente la demanda mundial de aceite de girasol. El segundo país más poblado del mundo representa el 20% del comercio global del aceite y ha importado alrededor de 2,5 MTn desde el comienzo de su ciclo comercial 2023/24, el segundo valor más alto respecto a las últimas 5 campañas. Al considerar los cuatro aceites vegetales más importantes del mercado (palma, soja, colza y girasol), la relación stock-consumo mundial se redujo del 15% al 14%, alcanzando los niveles más bajos de las últimas siete campañas. Esto se debe a que el consumo mundial está creciendo a un ritmo más rápido que la producción mundial. Un factor para considerar que puede impactar en el mercado de aceites vegetales es la producción de soja. Según cifras del USDA, para el ciclo 2024/25 se espera una producción récord de 340 MTn entre Estados Unidos, Argentina y Brasil, aumentando 25 MTn respecto al ciclo 2023/24. Gran parte de este incremento ya se está materializando en Estados Unidos, donde el período de siembra ha concluido y los

cultivos están evolucionando en óptimas condiciones, lo que podría llevar a una producción históricamente buena. En el hemisferio sur, se espera un récord de producción en Brasil de 169 MTn acompañado de buenos niveles de producción en Argentina, aunque aún faltan varios meses para el inicio del período de siembra.

Desde el ámbito financiero, la tasa de fondos federales (Fed Funds Rate), controlada por la Reserva Federal (FED), se ha mantenido en un rango elevado y no se anticipan reducciones en la próxima reunión de julio. Este escenario ha fortalecido el valor del dólar, ejerciendo una presión a la baja sobre los precios de los commodities. La dirección futura de la política monetaria de la FED estará determinada por la evolución del ciclo inflacionario de Estados Unidos en los próximos meses. Frente a este contexto internacional, el precio FOB del aceite de girasol en época de cosecha se sitúa alrededor de 943 USD/Tn en Argentina, aumentando 68 USD/Tn desde el primer valor registrado en el contrato. Esto representa un aumento del 11% en comparación con los precios del año pasado, donde alcanzó valores de 850 USD/Tn. Sin embargo, cuando se compara con el promedio de las últimas 3 campañas, los precios se encuentran un 17% por debajo.

En los últimos meses, los costos de producción del girasol han mostrado fluctuaciones significativas. El precio de los fertilizantes fosfatados ha disminuido aproximadamente 210 USD/Tn, bajando un 19% desde principios de año, aunque sin cambios respecto al mismo período del año pasado.

Por otro lado, los precios de los combustibles han aumentado en 22 USD/Tn, un incremento del 24% en comparación con el inicio del año y un 14% por encima de las cifras del año pasado. En cuanto a las semillas, su precio ha bajado desde 219 a 200 USD/40 kg en comparación con el año anterior.

Por ende, la relación insumo producto del combustible empeoró un 15%, en semilla mejoró un 8% y en fertilizantes se ha mantenido respecto al ciclo previo. Sin embargo, tal como se visualiza en el gráfico 4B, se observa una mejora en la relación insumo producto desde los máximos alcanzados en abril, impulsada principalmente por el incremento en el precio del girasol. Sin embargo, al comparar con el promedio de las últimas 5 campañas, aún se observa una desmejora del 6% en el combustible, del 6% en las semillas y del 22 % en el fertilizante.

En resumen, en un contexto internacional donde algunos factores muestran una tendencia alcista, reflejándose en el mercado local, la rentabilidad del girasol viene mejorando, aunque todavía se encuentra por debajo de otras alternativas. Sin embargo, al considerar otros factores como la presencia de la chicharrita en el ciclo anterior, condiciones climáticas influenciadas por "La Niña", y la incertidumbre local, existen incentivos que puedan afectar la intención de siembra del girasol en diferentes zonas del país.

Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires