El Congreso Aapresid, “C, elemento de vida”, se realiza del 9 al 11 de agosto en Rosario, Gonzalo Saenz Rozas, Gte. Gral. de Zubiaurre S.A. y Socio Aapresid, comentó cómo lograron “subirse al barco” de la economía circular, a partir de recircular nutrientes y agregar valor en origen.
La historia detrás del maíz a la carne porcina y los efluentes
La empresa familiar Zubiaurre S.A. es un ejemplo de agregar valor a la producción de cereales, transformándola en carne, y a la vez disminuir los costos y el impacto ambiental utilizando los efluentes porcinos como fertilizantes.
Ubicada en Tandil y San Cayetano, la empresa evolucionó a través de seis generaciones desde la actividad netamente ganadera a incorporar agricultura en los 90. Asociados a las familias Cagnoli y Rossi, conformaron Uniporc en 2007 e ingresaron en la cadena porcina, y hace aproximadamente un año y medio, se sumaron a la economía circular.
En el centro de las 300 ha. construyeron cuatro galpones de 2.200 plazas cada uno, donde reciben lechones de 7 kg, -que vienen de otro criadero propio a 15 km- y los engordan a 130 kg en aproximadamente 155 días, contando con 2,15 ciclos por año.
Alimentación y bienestar animal
“Todo el maíz de la dieta sale de lotes con el sello de Aapresid Agricultura Sustentable Certificada, que certifica prácticas sustentables. En esos lotes recirculamos los nutrientes “inyectando” efluentes de fuentes locales”, explica Saenz Rozas. Para esto, se colectan en una cisterna de 6.000 m3 impermeabilizada con agitadores, y se distribuyen con una estercolera y un tractor aplicando en promedio 3,6 mm/ha, precisa.
Cada galpón tiene sus respectivos silos de alimento, además de mucha tecnología en climatización para el confort de los cerdos. La firma también cuenta con una planta de alimentos de 10 ton/hora, que, junto con una oficina de biocontrol, asegura la calidad del mismo.
Además de abastecer las 8800 plazas de Tandil, abastecen a 2500 plazas de otro módulo de engorde situado en Ayacucho, a unos 80 kilómetros, para lo que cuentan con soporte técnico casi continuo.
Autoabastecimiento de nutrientes y agregado de valor
Enfocar su sistema al paradigma de la bioeconomía les permitió dejar de comprar urea y fosfato monoamónico y reducir significativamente los costos. Por otro lado, al vender carne en lugar de granos, agregan valor a su producto final, además de la oportunidad de crear nuevos empleos en la planta de engorde y de alimentos.
Uno de sus próximos pasos es la incorporación de un sistema para fertirrigar los cultivos. Esto les permitiría aplicar los efluentes en momentos críticos de crecimiento y mejorar la eficiencia de su uso. A esto se sumaría un biodigestor para autoabastecerse de energía.
En búsqueda de la mejora continua: bioseguridad y certificaciones
En donde tuvieron que esforzarse más fue en incorporar como hábitos los conceptos de bioseguridad. Sin embargo, al contar con la experiencia de la agricultura sustentable certificada desde 2014, ven al criadero como una fábrica, cuyos procesos están protocolizados.
“Tener empleados con más de 5 años de experiencia en ese mismo criadero facilitó la curva de aprendizaje”. Y agrega: “en el campo no estábamos acostumbrados a ser tan estrictos, pero ahora ninguna persona que haya tenidocontacto con cerdos 48 horas antes, puede ingresar a los galpones de engorde”.
Fuente: Aapresid