El mundo cambió, y también lo hicieron muchas de las variables que influyen en el mercado de la carne. Los nuevos consumidores, cada vez más informados, trasladan sus exigencias y Argentina puede estar una vez más a la altura. Adrian Bifaretti (IPCVA), especialista en Marketing Internacional en diálogo con Aapresid adelanta lo que será su participación en el Congreso Aapresid, “C, elemento de vida”, que se realizará del 9 al 11 de agosto en el Salón Metropolitano de Rosario.

¿Cuáles son las perspectivas de demanda y mercados globales de carne?

A.B. Ambos están cambiando radicalmente. Por un lado, Asia y particularmente China, siguen aumentando su demanda a un ritmo elevadísimo. Su crecimiento económico y demográfico hace pensar que el consumo de carne va a seguir siendo sostenido en el corto y mediano plazo.

Sin embargo, en los mercados más maduros, como EEUU o Europa, la demanda está amesetada, o incluso, va en retroceso. Esta situación se debe a cambios en los estilos de vida, conductas alimentarias y a cuestionamientos de aspectos ambientales, bienestar animal y la salud, muchas veces sin fundamento científico. En estos mercados, los consumidores irán reduciendo el consumo de carne, a la vez que exigirán mucha más calidad.

¿Cómo se posiciona la carne argentina respecto de estas cuestiones?

A.B. Argentina debe superar algunas restricciones históricas y archiconocidas. Hay que generar las condiciones macroeconómicas y sectoriales que den previsibilidad y seguridad a aquellos que creen e invierten en el sector.

Las posiciones del sector privado y el sector público, no debería ser un Boca – River. Se debe ir de la mano, coordinando, interactuando y mejorando si se pretende competir seriamente en el exterior. De igual forma hacia el interior de la cadena, mediante un trabajo integral de los diferentes eslabones.

¿Qué necesitamos de los actores de la carne para potenciar este posicionamiento?

A.B. La foto de Messi besando la copa nos permite presentarnos como los campeones mundiales con la mejor carne y reafirmar el reconocimiento de Argentina en el mundo. Sin embargo, eso no alcanza y los mercados exigen mayores estándares en materia ambiental.

Es ahí donde debemos trabajar. Desde los productores, eficientizando la producción, hasta organizaciones de Ciencia y Técnica, desarrollando conocimientos y demostrando que nuestros sistemas productivos ganaderos capturan más carbono que el que emiten. Contar con esta validación científica permitirá demostrar que nuestra ganadería es DISTINTA respecto a las ganaderías industriales de otros países.

En el mismo sentido, el IPCVA continúa su política de marketing y promoción, buscando fortalecer cada vez más el posicionamiento de la carne vacuna argentina.

La Unión Europea comunicó que prohíbirá la importación de materias primas provenientes de áreas deforestadas. ¿Cómo nos afecta esto?

A.B. Este nuevo reglamento, está enmarcado dentro del Pacto Verde europeo que busca promover y fomentar una producción más sostenible. En mi opinión, ya que esta normativa asigna buena parte de la responsabilidad de cumplimientos a los propios importadores y distribuidores europeos, ante la posibilidad concreta de ser multados, prestarán más atención al origen de la carne.

Argentina tiene todo para afrontar los nuevos requerimientos y debería ser aceptado como un país de bajo riesgo de deforestación a partir de diciembre de 2024, cuando entre en vigencia el reglamento desde un puntos de vista práctico.

Recientemente científicos del mundo firmaron la declaración de Dublín, donde se respalda el rol de la carne en nuestras dietas basada en argumentos científicos. ¿Cómo deberíamos los consumidores traccionar una producción de carne más sustentable, sin necesariamente dejar de consumir este alimento tan importante?

A.B. Los cambios en las conductas alimentarias son cada vez más marcados. Cuando una persona deja de comer carne por aspectos de maltrato animal, por salud o por temas ambientales, desde un fanatismo casi religioso, no tiene vuelta atrás.

De todas maneras, los esfuerzos por aportar evidencia científica contribuyen a que aquellos consumidores “indecisos” puedan tomar decisiones más inteligentes y sigan confiando en que la carne es un alimento saludable y de los más ricos y nutritivos desde el punto de vista biológico. Por este motivo, no tiene ningún sentido desterrarlo del plato.

Desde el IPCVA venimos trabajando mucho con acciones tendientes a llegar al público más joven, con una comunicación más empática, porque entendiéndolos mejor, vamos a comunicarnos mejor. Esto es una tarea permanente y sin descanso. La clave está abordar esta problemática no solo defendiendo el producto de cuestionamientos, sino también promocionarlo construyendo identidad y poniéndolo en valor.

Fuente: AAPRESID