Para sorpresa nuestra, este jueves y viernes, el mercado de Chicago tendió a la baja.

Aunque, si comparamos el último día de la presente semana con el de la anterior, no se trató de una baja sino que, por el contrario, de una suba.

Es cierto, fue reducida: alrededor de un 2%.

Pero suba, al fin…

Evidentemente, los operadores consideraron, que luego de varios días de alza, era momento de tomar ganancias. Y procedieron en consecuencia…

¿Dónde encontramos el punto de inflexión? En los pronósticos de lluvias y en las precipitaciones caías.

Como los pronósticos comenzaron a hablar de más humedad sobre las zonas productoras en las proyecciones para los próximos 6 a 14 días, los especuladores optaran por llevarse una parte de las ganancias a resultas del reciente rally alcista.

Además, el detonante para este cambio de actitud ha sido la ocurrencia de lluvias sobre Nebraska y Dakota del Sur, las Grandes Planicies, y Ohio, en el este del cinturón sojero/maicero.

¿Continuarán estas precipitaciones? Si no lo hacen, seguramente los precios de la soja retomarán la senda ascendente.

La realidad es que la situación sigue siendo grave. Por ello, se necesitan precipitaciones abundantes.

A partir de lo que ocurra climáticamente, durante los próximos días, en la zona agrícola de EE.UU. los precios iniciarán un camino ascendente o depresivo.

¿Quién tiene la pelota? La tiene el clima porque la demanda global sigue muy alejada del arco. Y en débil condición.

China es apenas una sombra de lo que era.