APENAS CON LO JUSTO
Con el correr del invierno fuimos monitoreando la difícil evolución que ha venido transitando la fina en la franja central del país. El atraso de las lluvias de septiembre, no ha hecho más que confirmar los peores escenarios para la etapa decisiva del trigo tributario de Rosario. Al presente las reservas para el cultivo son mínimas, muchos lotes ya están en sequía y aunque el balance hídrico conduce a un escenario que sostiene algo de reservas, esto no parece validarse con la realidad de campo. El margen de tiempo ya no existe, las lluvias deben llegar ya, pero los pronósticos no auguran un cambio perentorio.
Dentro del contexto de modestia pluvial dominante, la provincia de ER, tuvo cierta continuidad en el ritmo de lluvias débiles y si bien esta oferta de agua no puede considerase satisfactoria para esta época del año, la misma evita que los cultivos caigan en un estrés hídrico decisivo. También sectores del centro y noreste de SF, además de zonas de CB han recibido algo, suerte que se diluye hacia el sur santafesino y el norte bonaerense. Las mejoras son sectorizadas e ineficientes, pero dentro de este panorama el territorio entrerriano aparece con alguna ventaja.
El mapa de reservas de humedad para trigo estima una situación que aún no cae a nivel de sequía (esto por sectores es una situación optimista) en las provincias del centro, pero como mencionamos, además de la falta de lluvia se dieron fríos intensos que también afectaron a plantas muy debilitadas por el estrés hídrico, redundando en un estado que se proyecta en rendimientos muy por debajo de los normales.
Con las últimas lluvias, la mejora en sectores del centro entrerriano parece ser más consistente, aunque el sudoeste de esta provincia, tiende a acoplarse más a lo que sucede en el sur santafesino, sin llegar a una situación tan estresante.
Dada esta situación y atendiendo la etapa crítica que atraviesa el trigo en el núcleo del centro, la demanda de precipitaciones para las próximas dos semanas, se ubica en torno de los cien milímetros casi en forma generalizada. Esto llevaría las cosas a un escenario con reservas bastante recuperadas, aun sin el perfil recuperado en su totalidad. De más está decir, que la condición de los cultivares ya marca una pérdida importante de rendimiento, aun cuando esta demanda se viera satisfecha. Ahora bien, los pronósticos no muestran eventos pluviales tan destacados para las próximas dos semanas. La conclusión es difícil de disimularla con eufemismos, la campaña fina está muy afectada en la zona núcleo central.
El panorama cambia hacia el núcleo triguero del sur. Ha llovido bien en el oeste, poco en el sudeste, donde las reservas igualmente eran más elevadas y el estado de los cultivos se sostiene bien en la mayor parte del territorio. De todas maneras, en esta zona triguera la situación aún está lejos de resolverse. Algunas lluvias pueden aparecer para el oeste el fin de semana. Se perfila una situación favorable para todo este sector en la transición hacia octubre, aunque aún hay que esperar unos días para confirmar este pronóstico.
Como están dadas las cosas, el equilibrio productivo de la fina en esta campaña, depende más que nunca de lo que suceda en el sur bonaerense.