Por debajo o por encima de una determinada temperatura, dependiendo del vegetal, las plantas sufren daños severos que limitan su óptimo funcionamiento.
Los factores climáticos afectan directamente la producción de los cultivos
Una exposición al frío paraliza actividades enzimáticas e induce un descenso en la fluidez de las membranas celulares, con lo que el transporte de agua y nutrientes a través de las mismas puede verse afectado y la planta deja de producir. Si la bajada de temperatura es intensa y repentina la planta corre el riesgo de congelación, con la consiguiente formación de cristales de hielo dentro de la célula, que provocarán una fuerte deshidratación celular.
Una exposición prolongada a temperaturas extremadamente elevadas daña a la célula por inactivación de enzimas y desnaturalización de proteínas, lo que induce un aumento en la fluidez de las membranas celulares, es decir, la permeabilidad de los solutos a través de ellas queda alterada. El calor intensifica también la respiración de las plantas con relación con la fotosíntesis, lo que puede provocar una paralización del crecimiento.
El estrés hídrico puede ser por falta de agua (sequía) o por exceso de agua (asfixia radicular)
En el clima mediterráneo, los veranos calurosos no sólo destacan por temperaturas altas sino que suelen ir acompañados de una fuerte sequía.
El conocido estrés hídrico puede ser tanto por una falta de agua (sequía), como por un exceso de ella (asfixia radicular). A modo de ejemplo, el primero se produce cuando la transpiración de la planta es mayor que la absorción de agua. Una de sus primeras manifestaciones es la pérdida de turgencia celular, lo que conlleva la deshidratación de la célula, el cierre estomático y la bajada de la capacidad fotosintética.
Por último, existen los daños físicos causados por agentes climáticos como el viento o el granizo, los cuales provocan la ruptura de partes o de todo el vegetal con los consiguientes retrasos o pérdidas de la producción que conlleva.
Bioestimulantes, factores climáticos y estrés en los cultivos
Con el uso de bioestimulantes esposible conferir mayor resistencia estos tipos de estrés. Estos productos intervienen en los mecanismos fisiológicos de la planta para aumentar la resistencia y recuperación de la planta en situaciones de estrés abiótico.
Para aplicaión foliar: Con una alta relación de aminoácidos libres respecto a totales (elevado grado de hidrólisis). Se caracteriza por su elevada rapidez de acción y una excelente compatibilidad en mezclas de aplicación foliar.
Aplicación a las raíces (suelo): Los aminoácidos libres penetran en las raíces aumentando el metabolismo y la actividad fotosintética de la planta.
Compuestos: Productos con una muy elevada concentración de aminoácidos libres y una completa y equilibrada proporción de micronutrientes. Su acción es rápida y muy potente y presenta una elevada compatibilidad en mezclas.
Potenciadores de la salud del suelo: El elevado contenido de materia orgánica mejora las condiciones naturales de la rizosfera. Pprotegen y mejoran las propiedades biológicas del suelo, proporcionando la fertilización que la microbiota edáfica necesita.
Fuente: Portal Fruticola