En el marco de la 133ª Exposición Rural y organizado por el Comité de
Porcinos de la Sociedad Rural Argentina, se realizó un seminario para analizar
el negocio porcino y sus perspectivas, junto a Juan Manuel Bautista, gerente de
Agroceres PIC Argentina; Guillermo Proietto, gerente de Argenpork, y Lisandro
Culasso, propietario de Isowean y presidente de la Asociación Argentina de
Productores de Porcinos.
El análisis tuvo dos aristas fundamentales: por un lado, cómo se puede crecer
a escala a partir del asociativismo a partir de la experiencia del grupo Isowean,
punto descripto por Lisandro Culasso, presidente de la Asociación de Productores
de Porcinos e integrante de la sociedad, y por otro lado la situación del
mercado exportador argentino a cargo de Guillermo Proietto, gerente de Argenpork.
Culasso ofreció un detalle de cómo el emprendimiento que integra creció,
pasando de tener 200 madres en 2004 a contar en 2019 con 6500 y con una
proyección para llegar a las 9 mil en 2020, colocando a Isowean en el tercer
lugar como mayor productora de carne de cerdo del país.
Para describir la transformación lograda por la empresa el productor
describió que “entendimos que la clave para crecer pasa por ser eficientes y
competitivos, y para eso es necesario trabajar en escala”.
El primer convenio asociativo, debido a la lenta evolución que tenía el
emprendimiento, fue con una empresa de Rosario en 2009, a quien le vendieron en
una primera fase un 8 por ciento del paquete accionario, luego otro 8 por ciento
para llegar en la actualidad al 33 por ciento de la empresa, integrada por tres
socios. A partir de esta nueva conformación societaria se logró llegar a las 2
mil madres en producción.
El siguiente paso fue buscar más espacio para realizar el engorde de los
animales y así se llegó a un acuerdo con la firma Crisabe SRL, en la zona de
Marcos Juárez, Córdoba.
“Ahí empezamos a crecer en el engorde y pasamos a tener 3 mil madres”,
comentó Culasso.
Para la producción de los alimentos Isowean cuenta con una planta totalmente
automatizada que desarrollaron junto a una empresa de Bélgica, donde se acopian,
muelen, pesan y distribuyen los alimentos a los doce galpones de la última fase
de engorde.
En cuanto a cómo funciona el sistema asociativo, el productor detalló:
“Isowean es quien provee los lechones y brinda el servicio técnico y los
productos veterinarios; en tanto que Crisabe pone las instalaciones, el maíz y
la soja para alimentación, la mano de obra y la energía. Todos los meses hacemos
una liquidación, vemos cuánto gastamos cada uno, le damos un valor y hacemos un
promedio móvil de cuatro meses y sacamos un porcentaje de aportes. Con ese
porcentaje se reparten las ventas que se hacen todos los meses en esa granja”.
Especial énfasis puso Culasso en el fuerte trabajo de acercamiento al
personal que realizaron en la sociedad. “Comenzamos a armar equipos de alto
desempeño, empezamos a trabajar el tema de comunicación, compromiso y después de
ese trabajo la empresa dio un vuelco importante, y pasamos de tener una alta
rotación de personal y falta de compromiso, a no tener más rotación y contar con
un alto compromiso. A pesar de que la mano de obra es un costo bajo en la
producción, no le damos importancia, pero el impacto que tiene en el resultado
es enorme. Trabajar con la gente, pagándole bien, dándole beneficios y
atenderlos es clave. Ese fue un pilar para seguir creciendo”.
Para graficar la importancia del asociativismo, el dirigente remató con una
frase: “Solos llegamos más rápidos, pero juntos llegamos más lejos. Para mí esto
es clave para lograr ser más productivos y poder crecer. Cada vez estamos más
convencidos que hay que crecer. Las oportunidades que se están presentando para
el sector en Argentina son enormes, porque las escalas que están tomando las
producciones en el mundo son enormes. No nos queda otra que juntarnos y trabajar
juntos porque los números que se están manejando y las oportunidades que están
apareciendo, solos no las vamos a poder aprovechar. La salida es asociarse para
crecer y la única traba son los prejuicios que tenemos para asociarnos con el
vecino”.
Negocio exportador
La visión sobre el negocio exportador para el sector porcino la brindó
Guillermo Proietto, gerente de Argenpork, a través de una charla denominada
“Exportaciones porcinas argentinas: oportunidad, desafío y materia pendiente”.
Tras graficar las características del mercado mundial de carne porcina, el
profesional derivó su charla hacia la forma en que debería evolucionar la
producción argentina primaria e industrial.
“Hoy nos encontramos con una coyuntura especial, que para mí es una oportunidad,
por lo que está ocurriendo en China (brote de peste porcina) que es algo de
mucha magnitud”, comentó Proietto, para luego remarcar que “a nivel país y
cadena productiva, tener un mercado desarrollado de exportación valoriza todas
las inversiones en la cadena”.
Al referirse a por qué considera que es un desafío, apuntó que “se requieren
fuertes inversiones porque hay que adquirir escala y crecer en producción, hay
que tener financiamiento competitivo que hoy no lo tenemos, además hay que
resolver las distorsiones que hay con el tema del IVA y no creer que con la
exportación nos vamos a salvar. Lo que si nos mejorará la exportación es en lo
que es la integración y el esquema de venta global”. El desafío también incluye
un trabajo consensuado entre lo público y lo privado.
La exportación porcina es una materia pendiente, según el analista, porque
“arrancamos con factores culturales, porque los organismos oficiales no estaban
preparados para ingresar a nuevos mercados y porque a pesar de tener ventajas
competitivas, como producción de cereales, no logramos avanzar durante muchos
años, por eso creo que tendríamos que haber arrancado con este desarrollo 20 o
30 años atrás”.
Proietto aseguró, por último, que “hoy tenemos condiciones externas que son favorables para desarrollar toda la cadena porcina, necesitamos tener un alto nivel de competitividad porque no alcanza con tener el maíz y la soja, pero se requiere inversión en producción ya que para proyectar el crecimiento faltan madres, hay que potenciar la industria frigorífica y después es necesario tener certidumbre para poder realizar estas inversiones, seguridad jurídica, financiamiento y reglas económicas claras”.