La Argentina conserva el estatus sanitario más alto respecto a la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), encuadrado en la “categoría I”, reconocimiento otorgado por parte del Organismo de Normas Alimentarias de Australia y Nueva Zelanda (FSANZ).
Este reconocimiento revela que existen controles exhaustivos y bien establecidos por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para prevenir la introducción y amplificación del agente que produce la EEB, más conocida como “mal de la vaca loca”, en la población bovina del país, por lo que la carne y los productos vacunos son seguros para el consumo humano en relación a esta enfermedad.
De esta manera, Argentina conserva el nivel sanitario más alto que se puede alcanzar respecto a esta enfermedad, que no se ha detectado nunca en el territorio nacional, debido a las acciones de control y vigilancia que lleva adelante el Senasa para sostener el estatus logrado y contribuir a preservar la salud pública.
Asimismo, es de importancia mencionar que la Argentina cuenta con la categorización internacional por parte de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), como país de riesgo insignificante respecto a EEB.