En el primer trimestre de 2019, el consumo de carne vacuna por habitante se desplomó un 13,4% y tuvo el peor registro de los últimos nueve años.
El dato se desprende de un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), que precisó que entre enero y marzo último el consumo interno se ubicó en 49,6 kilos por habitante año, algo que no ocurría desde 2010.
La fuerte caída tiene que ver con la pérdida del poder adquisitivo a causa de
la inflación y el incremento de los precios. En rigor, en lo que va del año la
carne vacuna acumuló un alza del 32,5 por ciento.
En diálogo con LA NACION, el presidente de la entidad, Miguel Schiariti, explicó que se trata de la fuerte caída del consumo es temporal. En efecto, consideró que desde este mes, con las paritarias negociadas, el consumo volverá a crecer.
"El consumo va a mejorar ni bien entren en vigencia las paritarias. Hoy los consumidores compran con sueldos del año pasado y en abril empezará a repuntar y equilibrar el consumo que tuvimos el año pasado, si para la inflación de una vez por todas", sostuvo el dirigente de la entidad.
Según recordó, en 2001, en plena crisis económica, el consumo por habitante
rondaba los 45 kilos, aproximadamente. Al margen de ese año, la última caída
importante del consumo de carne vacuna fue en 2010. "En 2008 y 2009 se produjo
una política de liquidación de vientres (por la intervención del gobierno
anterior en el mercado y una dura sequía se perdieron unos 12 millones de
cabezas) y al año siguiente también hubo una fuerte retracción del consumo
cuando los precios se reacomodaron", precisó.
El consumo en los tres primeros meses fue de 49,6 kilogramos por año El
consumo en los tres primeros meses fue de 49,6 kilogramos por año Fuente: LA
NACION - Crédito: Soledad Aznarez
Más allá del comportamiento acumulado del trimestre, puntualmente en marzo
último el consumo equivalió a 54,5 kilogramos por año, y considerando el
promedio móvil de los últimos 12 meses, representó una merma del 5,7%
interanual.
El trabajo destaca otros indicadores, como las exportaciones de carne vacuna. Según Ciccra, en el primer bimestre las ventas externas se ubicaron en 65.777 toneladas peso producto y fueron un 45,4% mayores a en enero-febrero de 2018. En toneladas res con hueso totalizaron 98.738 toneladas.
"Este volumen resultó 46,2% superior al registrado en enero-febrero de 2018 y
se constituyó en el segundo más alto de los últimos 24 años, solo superado por
el primer bimestre de 2005", consignó la entidad. Al considerar el trimestre,
las ventas externas habrían ascendido a 148,7 mil tn r/c/h, 35,8% por encima de
lo exportado en enero-marzo del año pasado.
En lo que va de 2019 China se llevó 2 de cada 3 kilos de carne vacuna exportada y explicó la totalidad del crecimiento del volumen vendido entre el primer bimestre de 2018 y el primer bimestre de 2019. "Los envíos al gigante asiático generaron casi 6 de cada 10 dólares facturados por exportaciones de carne vacuna en el período considerado", precisó la entidad.
Para ver la importancia de la exportación sobre la faena total, en el primer trimestre del año representó el 21,2%, muy cerca del 22,2% de igual período de 2005, año en que las ventas externas superaron las 700.000 toneladas.
En cuanto a la faena, según el documento, en estos primeros tres meses del año, la industria frigorífica faenó 3,097 millones de cabezas de hacienda vacuna, un 5,8% menos que en el primer trimestre de 2018.
En este contexto, la participación de las hembras subió al 48,2% del total. Sobre esto, alertó que la cifra es "solo comparable con los (números) registrados en los primeros trimestres de los años 2008 y 2009, período durante el cual el sector ganadero argentino transitó la peor fase de liquidación de hembras de las últimas décadas".
El documento detalla que son dos los factores principales que contribuyeron a que la faena de hembras se incremente. "Por un lado, la creciente demanda china de carne vacuna, que ya representa dos tercios del total exportado desde la Argentina. Por el otro lado, el elevadísimo costo del dinero que, producto de la política económica en marcha, lleva a los productores ganaderos a financiarse en última instancia con la venta de vacas y vaquillonas", explica Ciccra.
Según subrayó Schiariti, los productores no encuentran alternativas para financiarse. "Tienen que pagar las cuentas y las tasas en el mercado no bajan y alcanzan más del 80%", señaló.