El Departamento de Investigación y Prospectiva de la Bolsa de Cereales
presentó un informe sobre el manejo técnico del cultivo de maíz tardío en la
Argentina en el ciclo 2016/2017 con datos del Relevamiento de Tecnología
Agrícola Aplicada (ReTAA).
De ese estudio se destaca el aumento del nivel tecnológico del maíz tardío durante. Al comparar la campaña 2014/15 y luego la 2016/17, tras la eliminación de las retenciones al cereal y de las trabas para exportar, hubo una mejora en la tecnología aplicada por el productor.
"El segmento de alta tecnología aumentó del 38% al 51% del área sembrada a
nivel nacional, un crecimiento relativo del 35%. Esto mismo en maíz temprano fue
menor y, si bien creció también, lo hizo en un 30%", contó Juan Brihet,
coordinador Investigación y Prospectiva Tecnológica en Bolsa de Cereales de
Buenos Aires.
Según precisó, la mayor adopción de niveles altos de tecnología se observó en zonas del NOA y el NEA, aunque también en regiones centrales como el norte de La Pampa y oeste de Buenos Aires y la zona núcleo norte (este de Córdoba, centro sur de Santa Fe y sudoeste de Entre Ríos).
El informe ReTAA mensual destaca distintos aspectos del manejo agronómico que recibió el cultivo y también el uso de insumos, como la semilla, los fertilizantes y los fitosanitarios.
"Se observó un aumento en el uso de híbridos con evento apilado para tolerancia a herbicidas y resistencia a insectos: su uso creció del 75% al 82% a nivel país. El cultivo se hizo en un 94% bajo siembra directa y los materiales utilizados fueron de germoplasma templado en un 84% del área sembrada, mientras que el 16% restante fue de tipo tropical", indicó Brihet.
El promedio de siembra fue de 58.200 plantas por hectárea (pl/ha), con planteos de baja densidad en regiones extrapampeanas como el sudoeste de Buenos Aires y sur de La Pampa con 43.700 pl/ha.
"La problemática de malezas sigue siendo un tema relevante en el manejo de cultivos. En el caso de maíz tardío, el informe ReTAA muestra que el 56% del volumen aplicado fueron herbicidas selectivos, buscando mayor eficiencia en el control de malezas específicas. Por otro lado y según el momento de aplicación, el 71% de la cantidad aplicada se utilizó en presiembra, mientras que un 13% fueron preemergentes y el 16% restante postemergentes", explicó Brihet.
Además, contó que según la región se observaron diferencias en aspectos que hacen al manejo de herbicidas. Esto es la relación entre el número de aplicaciones, el tipo de producto y la cantidad aplicada responden a promedios zonales, que varían por la combinación de los tres factores en cada caso.
"En relación al uso de fertilizantes, se observó una mejora en la aplicación para maíz tardío. En la última campaña se encontró un promedio de 105 kilos de urea por hectárea aplicada, mientras que la media para PDA fue de 61 kg/ha aplicada. Los datos, a su vez, varían según región, por ejemplo, entre una zona núcleo con 175 kg/ha y el NOA con 87 kg/ha", indicó.
Para tener en cuenta, en el ciclo 2016/17 sólo el 14% de los productores realizó muestreo de suelos para maíz tardío.