Monsanto logró un entendimiento con el Gobierno para cerrar la disputa por el pago de un canon para la soja Intacta, una tecnología transgénica resistente a insectos, según fuentes oficiales.
Luego de una reunión el lunes pasado con el coordinador del equipo económico
Gustavo Lopetegui, donde pidió 48 horas para dar una respuesta, ayer la firma
comunicó a la Casa Rosada su disposición para terminar el conflicto. Después la
ratificó en un encuentro con actores de la cadena.
Según pudo reconstruir LA NACION, Monsanto aceptó bajar la cláusula que impuso en los contratos de compraventa de granos para controlar en los puertos, vía un análisis en la soja, y cobrar por Intacta si un productor no le pagó en la compra de la semilla. Esa cláusula la hizo para todos los productores, independientemente de que hubieran sembrado o no la soja Intacta. Si bien se estima que no hay más del 15% de esa semilla sembrada en la última campaña, sobre 20 millones de hectáreas, fue con Intacta que puso este operativo de control en puertos y acopios para asegurarse el pago del canon en el grano.
A cambio de bajar la cláusula, el Estado, a través del Instituto Nacional de
Semillas (Inase), tomará el control. Si a un productor se le detecta "bolsa
blanca" con la tecnología Intacta, es decir, que compró semilla ilegal, lo
sancionará, publicará su nombre en la web del Inase y luego Monsanto podrá
reclamarle por su canon. Monsanto objetaba el plazo en que el Estado le iba a
entregar la información sobre estos casos de productores. No aceptaba que se
demorara hasta cuatro meses. Al final, como máximo la tendrá en no más de 120
días.
El Inase hará convenios con laboratorios, cámaras arbitrales y bolsa de cereales para eficientizar el control. En esta línea, ayer se rumoreaba que se reflotaría el sistema Bolsatech, que había empezado en el ámbito de la Bolsa de Cereales, pero que se implementará bajo el paraguas del Inase. Así se reemplazaría el fin de la cláusula.
"Hay principio de acuerdo", dijo a LA NACION una fuente de la Casa Rosada pasado el mediodía. En Agroindustria, que ya vieron como otras veces Monsanto se deshizo de sus promesas de acuerdo, fueron medidos: "Hay buena voluntad entre las partes, pero somos precavidos; en los próximos días va haber una definición", dijo un funcionario. En Monsanto declinaron hacer declaraciones, aunque dejaron trascender " que hubo conversaciones positivas".
Con el correr de la tarde, luego de contactos con Monsanto, en la cadena comercial daban por cerrado el conflicto. En rigor, pese a la cautela inicial de Agroindustria, desde esa cartera un funcionario llamó a actores comerciales para decirles que la cláusula Monsanto había llegado a su fin. En la cadena esperan que ahora la empresa informe por carta a acopiadores y exportadores que efectivamente no habrá más cláusula y precise los tiempos de aplicación, es decir, si será inmediata.
"El Gobierno logró ratificar que es sólo el Estado quien puede controlar el comercio de granos y Monsanto, por su parte, consiguió con todo este conflicto que el tema de la propiedad intelectual se ponga en agenda y ahora se busque avanzar en una nueva ley de semillas para el año que viene", evaluó un operador comercial sobre la disputa.