Macri anunció hoy la eliminación de los derechos de exportación al trigo, el maíz y la carne así como una rebaja de 5 puntos en la soja.
El anuncio se hizo en Pergamino, en un encuentro con productores, acompañado con otras autoridades como la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires y el Ministro de Agroindustria de la Nación.
Según los técnicos de las áreas de gobierno correspondientes, la reducción de ingresos fiscales a consecuencia de la supresión de las retenciones sería balanceada con la mayor actividad económica en las cadenas del trigo, el maíz, la carne y las economías regionales.
A su vez, Buryaille comentó que la eliminación de las retenciones "se va a compensar con más impuesto a las Ganancias".
En tal acto, Macri expresó que “tenemos que dejar de ser el granero del mundo para ser el supermercado del mundo" lo que en buen romance significaría alentar el desarrollo de más eslabones a lo largo de la cadena de valor de los agronegocios.
Un efecto -que se sentirá en la próxima campaña- será sumamente beneficioso para la sustentatibilidad, algo que debería tomar nota también el Ministro de Medio Ambiente. Se trata de la rotación agrícola. Sería bueno que Agroindustria y éste trabajen en común.
Durante el período de los Kirchner, las alícuotas a la soja pasaron del 25%, en 2007, al 35%, en 2015. Ahora serán del 30% para el grano.
El mercado local ha estado operando con la presunción de una quita de 5 puntos, algo que hoy finalmente pasó. El precio de la soja disponible gira entre $2.800 y 3.000 por quintal.
Este nivel significaría que, con la actual alícuota, la exportación estaría estimando un dólar comercial en torno a $12,50 aproximadamente.
Vale hace remarcar que si quien debe vender soja cree que el tipo de cambio estará en tal nivel, lo lógico sería que al llegar a $3.000 lo haga. Sobre todo si está con una situación apretada.