Luego de que anteayer se anunciara una reducción de todas las retenciones al campo, salvo la soja, que bajó del 35 al 30%, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, no dio por segura una nueva rebaja en este cultivo el próximo año. En la campaña, el presidente Mauricio Macri se comprometió a realizar una baja de cinco puntos por año.
Ayer, en declaraciones a Radio Mitre, Buryaile dejó abierta la posibilidad de
que cualquier otra rebaja se realice según sea la situación fiscal. "Hoy, en un
principio es de 30 puntos en soja. Veremos; teóricamente podría ser una
posibilidad bajar cinco puntos por año, pero vamos a ver fiscalmente", señaló el
ministro, que luego entre risas añadió a quienes lo entrevistaban: "Si me
escucha Prat-Gay [por el ministro de Hacienda y Finanzas] esto es entre vos y
yo".
LA NACION pidió hablar con el ministro sobre sus dichos, pero al cierre de esta edición no obtuvo respuesta. No obstante, desde el área de prensa del funcionario señalaron que el plan del Gobierno respecto de las retenciones "no se modifica". En tanto, si bien Buryaile ya firmó el decreto para la eliminación de las retenciones que anunció anteayer Macri en Pergamino, aun no se sabe si la medida se oficializará hoy o mañana en el Boletín Oficial ya que faltaba la firma de otros ministros.
En este contexto, si bien siguen los elogios por la medida oficial, comenzaron a surgir planteos de algunos sectores de la cadena y críticas de otros. "Para lo que es la producción nacional y el productor son novedades interesantes que motivan a alcanzar el objetivo histórico de producir 20 millones de toneladas de trigo. Esa cantidad les va dar lugar a todos, a la exportación y a la molinería para exportar productos con más valor", señaló Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (Faim).
Cifarelli anticipó que Faim le solicitó al ministro una audiencia para que se analice "un incentivo" para la exportación de harina. Hasta antes de la eliminación el trigo pagaba 23% de retenciones y la harina 13%. "No tenemos forma de exportar si no hay una diferenciación", indicó Cifarelli.
En concreto, los molinos proponen un reintegro de 24 dólares por tonelada,
equivalente a un 12% del valor FOB. A cambio del reintegro sostienen que si se
exportara un millón de toneladas de harina -volumen exportado en 2012- en el
sector creen que pueden hacer ingresar en el país divisas por US$ 240 millones.
Por su parte, el director ejecutivo de la Asociación de Productores Lecheros Argentinos (Apla), Daniel Oggero, expresó su preocupación por el impacto que tiene en los costos de los tamberos la baja de las retenciones al trigo y al maíz.
"Las empresas de balanceados aumentaron los precios entre 15 y 20 por ciento mientras que el valor de la leche en el tambo viene bajando desde junio", dijo. "Se necesitan medidas complementarias para solucionar la crisis que vivimos", añadió.
En tanto, desde la Cámara de Feedlot (engordadores a corral), Juan Eiras, secretario, indicó que ve "con muy buenas expectativas" la eliminación de las retenciones al maíz, un insumo clave para el sector, que ha venido subiendo de precio. "A nosotros no nos sirve un maíz barato; nos sirve que se produzca mucho maíz", afirmó Eiras. Ayer, la cadena del maíz (Maizar) celebró "con gran optimismo" la medida oficial.
Respaldo de la Cámara de Exportadores
La Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) respaldó la decisión
del Gobierno de eliminar los derechos de exportación a la industria y al agro,
así como la supresión de las DJAI.
El presidente de CERA, Enrique Mantilla, consideró que el presidente Macri inició un "giro estratégico en materia de exportaciones basado en un constructivismo pragmático". Además consideró "muy valiente" la posición del titular del Indec, Jorge Todesca, "al sincerar" la situación del organismo.