Considerando las cotizaciones del Mercado a Término de Buenos Aires, el maíz para Abril 2016 cotiza alrededor de los U$S 123/TN. Con un costo de implantación que representa entre 40-45% de la producción esperada, y otro 35-40% que representa la cosecha y comercialización (fletes, paritarias, comisión), estamos frente a un maíz que pide aproximadamente el 80% del ingreso bruto (IB), solo para cubrir costos sin contar el alquiler, que reprenta en el mejor de los casos el 30% del ingreso bruto.

Si bien los fertilizantes, semillas y otros insumos bajaron en Dólares, disminuyendo los costos respecto al año pasado, sigue siendo un cultivo que demanda alto costo de implantación, y cuya comercialización y cosecha necesita de un tercio de la mercadería para pagarla. Los números son muy finos en campo propio, e inviables en campo alquilado, siempre que el propósito sea vender el grano como tal.

Recordemos algunos precios y resultados posibles, a fin de reflexionar y poner en la balanza las posibilidades que nos ofrece este cultivo.

En el siguiente cuadro puede verse comparativamente la situación de pre-siembra (Julio 2014) y post-cosecha (fin de Abril 2015) de la campaña 14/15 en maíz de primera, considerando los precios futuros Abril 2015 en pre-siembra, y los del disponible en el Mercado a Término para Post-cosecha. Así como el planteo de la próxima campaña, con los costos actuales y precios futuros Abril 2016.

Si el productor de maíz fijó precio en pre-siembra sobre el maíz que aún no había sembrado, la diferencia es de U$S 2,75/qq respecto a haber vendido a cosecha, y, cuando llegamos al Margen Bruto se observa una diferencia de U$S 250/ha en campo propio y alquilado, en el primer caso subiendo las ganancias y en el segundo disminuyendo la pérdida de capital.

Para la campaña que se avecina, haciendo ajustes en el costo de alquiler, suponiendo renegociaciones, puede verse proyectado el margen bruto 15/16, positivo en campo propio y negativo en campo alquilado, a pesar de la baja de alquiler considerada.

Es posible un recorte de superficie de maíz para esta campaña, principalmente en campos alejados de los puertos, por la fuerte incidencia de los fletes, pero quienes destinan maíz para agregado de valor, mantendrán la superficie y probablemente la aumenten, teniendo en cuenta el crecimiento sostenido de la producción porcina y las expectativas con el mercado internacional de carne bovina.

Quienes necesiten maíz de terceros para sus planteos pecuarios, deberían evitar riesgos de quedarse limitados en la mercadería, y quienes producen maíz, sin vincular su producción con planteos de agregado de valor, es relevante analizar la fijación futura de precios, al menos en la proporción en la que están comprometidos los costos productivos. En el cuadro se observa como la proporción de los costos productivos sobre el ingreso bruto, subió más del 10% por una baja de precios a la cosecha. Quienes no dispongan de liquidez para este cultivo, considerar financiar los costos de implantación a cosecha, fijando en pesos y a tasas inferiores al 30% anual.

Las condiciones locales podrían modificarse a través de eliminar el sistema de ROEs, que absorbe aproximadamente el 15% del precio de exportación, y/o quita de retenciones que absorben otro 20%, con esto el precio local subiría aproximadamente un 35%, suficiente para mejorar los números en campo propio, y tornar positivos, aunque ajustados, los márgenes en campo alquilado. Sin embargo no hay certeza de que esto ocurra en el corto plazo.

Conclusiones: Una vez más se recomienda ser proactivo, y no esperar a ver qué pasa. Considerar la fijación de costos puede marcar una diferencia de margen que se construye puertas adentro, evitando recortes mayores a los ya presentes debido a la coyuntura local.

Por Ing. Agr. Marianela De Emilio, INTA Las Rosas