Este paso define cierta avidez por el potencial regreso de las precipitaciones, las cuales sin embargo no parecen ser proclives a generalizarse en forma homogénea, sino más bien a marcar claras preferencias por la provincia de BA, la cual no presenta una demanda de agua destacada.

Como se ha venido observando, la circulación del norte ha impuesto condiciones veraniegas, con valores de humedad elevados que promueven un ambiente poco confortable. Lo más notable es que a pesar de la alta disponibilidad de humedad en las capas bajas de la atmósfera, en altura prevalece una dinámica que inhibe los desarrollos de nubosidad y por lo tanto, las lluvias de importancia se mantienen alejadas de las provincias del centro, aunque hoy se ha notado algo más de actividad y se han concretado algunos chaparrones dispersos sobre el centro este de la región pampeana.

Las excepcionales condiciones ambientales que se han instalado en este último tramo de julio, deberían favorecer el retorno de las precipitaciones. No obstante esto, los modelos de pronóstico siguen entregando soluciones con magros acumulados para zonas mediterráneas, también para el centro norte de SF y gran parte de ER.

En las últimas semanas la atmósfera media se ha mantenido con escasa actividad y si bien dentro del actual contexto es más probable que previo al cambio de tiempo se concreten algunas tormentas, no es un escenario que se presente como generalizado para toda la franja central. Como decíamos, la provincia de BA, principalmente su franja este se verá beneficiada por los registros pluviales más importantes. Mañana viernes con el avance del frente, las precipitaciones pueden avanzar hasta el centro de SF y tomar zonas del sur de ER, marginalmente sectores del este de CB. En general los acumulados pluviales serían diferenciales a favor de la provincia de BA y pobres respecto de la demanda que impone gran parte de la franja central. Gran parte de CB no recibiría precipitaciones, salvo en forma marginal en el este.

El final de mayo y el desarrollo del primer bimestre del invierno han sido mayormente secos, bajo condiciones térmicas que han promediado valores que se desplazan por encima de las marcas estadísticas. Más allá de que se han concretado heladas, el tránsito del invierno es más que benigno.

Si bien el paso deficitario que ha llevado el mes de julio induce a pensar en un panorama de riesgo de cara a la floración de la fina o el inicio de la gruesa, el escenario más probable es el que marca un cambio positivo que no debería demorarse a medida que transitemos el mes de agosto. Es razonable que se planteen ciertas incertezas acerca de esta recuperación, sin embargo hay que enfatizar que los indicadores se suman a favor de que este cambio se concrete. Las perspectivas de corto plazo no dan señales favorables en este sentido en la franja central y mediterránea, pero esto se modificará a medida que avance el próximo mes.

  • Por CCA - exclusivo Agrositio
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