La economía no sería obstáculo desde ahora y hasta el 25 de octubre. Si Scioli es Presidente, debería conseguir una transición antes del 10 de diciembre, que lo favorezca y, desde esa fecha, bastón en mano, demostrar personalidad propia.

Hechos

- La Doctora eligió a Scioli y le colgó a Zannini, lo cual modificó todas, o casi todas, las estrategias de sus dos principales fuerzas rivales. Uno podría interpretar que el oficialismo quiere traer la primera vuelta a las PASO. Es un hecho que hay un importante vencimiento del BODEN 2015 poco antes del 25 de octubre, pero ello no parece perturbar la estrategia. A estar por lo que dicen los números, en el mercado, ahora, después del fallido intento del círculo rojo, todo indica que se afirma la centralidad de la estrategia polarizadora, entre el oficialismo y Macri, para las PASO. El hecho de que “la decisión Zannini” reduzca el techo de la fórmula oficial no parece afectar el espíritu de las medidas tomadas por C.F.K..

- C.F.K. no participa en las listas de cargos electivos. Su Ministro estrella, el de Economía, es primer diputado por la Capital. Seguramente será electo y, a estar por sus afirmaciones del día domingo, asumirá el cargo. El Congreso Nacional tendrá una fuerte presencia de la Cámpora, con Máximo y Wado en Diputados y contará con el manejo, todavía significativo, de Zannini en el Senado.

- Se estaría cumpliendo el “presunto pacto” entre C.F.K. y su delfín, por el cual Scioli no se habría ido con Massa en 2013, a cambio de la seguridad que sería candidato presidencial del oficialismo en 2015. Nadie puede asegurar la existencia de semejante pacto; sólo la simple interpretación de los hechos. Una cosa es estar condicionado por la Cámpora y Zannini y otra muy distinta sería estarlo por la actual Presidenta, en una banca en Diputados, como lo había prometido en la última Asamblea Legislativa o por un hombre de la Cámpora, como Axel, en la Vicepresidencia o en el Ministerio de Economía.

¿Qué puede pasar?

Ciertas interpretaciones ya fueron insinuadas en el acápite anterior. Corresponde tratar de discernir el margen de maniobra de Scioli, en el caso de un claro triunfo en las PASO, con una definición contundente en la primera vuelta. Al respecto, podemos decir:

- Zannini en la fórmula representa la continuidad del “modelo” pero, deja un amplio rango de posibilidades a que Scioli defina el estilo, las medidas de ajuste, (en lo que haga falta), la formación de su equipo de gobierno y la capacidad -que deberá conseguir por las suyas-, de decidir solo y construir su propia Presidencia.

- Todos los Presidentes quieren serlo, ni bien reciben el bastón de mando y la “lapicera”. Es larga la tradición argentina de presidentes débiles, que se fortalecieron a partir del empleo del citado instrumento y, ni hablar, si consideramos el uso de la “caja”. En este sentido, es altamente improbable que -en caso de un triunfo visible en primera vuelta- Scioli permita que le formen el equipo económico. Está claro que pretenderá poner su gente, desarrollar su estilo y conseguir SUS propios logros, los de SU gestión (al menos los que están a tiro de Decreto). Quiere decir que, aún en el caso de un triunfo del oficialismo, por el cual Scioli contraiga demasiadas deudas, éste tratará de pagarlas con sus propios logros, para no transformarse en un Presidente condicionado, como la mayoría de los opinólogos parece insinuar.

- Luego describiremos la situación más probable (decisiones económicas) entre el reciente cierre de listas y la primera vuelta. Uno podría suponer que la proyección del futuro se divide en, por lo menos, tres etapas:

a) Hasta el 25 de octubre, es decir cuatro meses para saber “cuánto vale Scioli”, en los cuales el principal nudo a desatar es el pago de los BODEN, siempre a cargo del actual Ministro.

b) La transición entre una primera vuelta exitosa y la transferencia del bastón, que puede estar claramente negociada, aunque el común de los mortales no sepamos en qué condiciones, pero en la cual se pueden tomar las medidas desagradables para dejarle limpia, o al menos un poco más clara, la gestión al Presidente que asume el 10 de diciembre; y

c) El período posterior al 10 de diciembre, hasta por lo menos la apertura del período legislativo 2016, en la cual el nuevo Presidente enunciaría su Plan (hechos los ajustes de corto plazo) y el rumbo elegido hasta 2019, sobre todo en materia de tamaño del Estado y su financiamiento (la cuestión de los subsidios es crucial); relaciones con China y Rusia, entre las más importantes a nivel internacional; mayor o menor independencia de la política monetaria (léase inflación y tipo de cambio) y, fundamentalmente, en qué medida Scioli aspira a un país “normal”, aunque con un Estado más grande y un post-kirchnerismo expectante, en ambas cámaras del Congreso.

- Para iluminar acerca de lo poco que sabemos de los próximos cuatro meses, veamos el siguiente punto.

La economía de los próximos cuatro meses

La Presidenta ya anunció los ajustes en las asignaciones, las paritarias están virtualmente cerradas, los asalariados que más consumen van a cobrar sus aumentos y sus aguinaldos poco antes de votar; por consiguiente el consumo puede dinamizar algo la economía del tercer trimestre.

Desde marzo se notan mejoras en la Construcción, el regreso al financiamiento del Tesoro vía deuda en pesos o en dólares, con rendimientos muy atractivos para inversores, bancos y ANSES y una política de expansión monetaria que, si bien tiene como destinatario el consumo, acepta como otros probables destinos el financiamiento del déficit público vía Bonos comprados por bancos (obtienen pingües utilidades tomando pesos al 20% y prestándoselos al 27% al Tesoro).

En el último año aumentaron las Reservas MU$S 5.000. Desde los chinos, se tranquilizó el Dólar blue, con reducción de las brechas cambiarias y activa intervención del Banco Central. El Dólar para enero de 2016, costó en promedio, en marzo pasado, $ 11,75 y el viernes pasado cerró a $ 10,22; es decir un 13% menos.

Lo que podría cambiar en materia monetaria y fiscal, ya que la política cambiaria parece ser relativamente estable, ya cambió en las últimas semanas: hubo un claro aumento de la Base Monetaria que, afortunadamente para el oficialismo, se trasladó a la demanda de pesos. Unos pocos indicadores nos dan una medida de la “continuidad” monetaria hasta, probablemente, el 25 de octubre. Así, los principales indicadores tuvieron, al 12 de junio, la siguiente evolución en lo que va del año e interanual :

- La Base Monetaria creció 8,5% y 33,1%. El circulante lo hizo el 4,8% hasta el 12 de junio y el 35,4% i.a..

- Los depósitos totales crecieron 6,6 y 29,4% mientras que los plazos fijos del sector privado lo hicieron al 29,7 y 38,9%, respectivamente. Quiere decir que bajó sustantivamente la velocidad de circulación del Peso y la calma cambiaria permitió una mayor disponibilidad de liquidez bancaria, tanto para asistir al Tesoro como para incrementar los préstamos al sector privado (7,8% en algo más de cinco meses y 26,8% interanual).

- Una demostración de la menor velocidad de circulación la da, en lo que va del año, la comparación de las variaciones del M1, M2 y M3 ampliado, que son negativas en los dos primeros casos (3,3 y 1,9%) y positivas en el último (7,2%, magnitud que puede compararse con los préstamos al sector privado que subieron 7,8%).

- Las LEBACs, como porcentaje de la Base Monetaria, que representaban el 46,4% hace un año, subieron hasta el 69% , -cuando el Banco Central comenzó a cederle espacio al financiamiento, vía Bonos, del Tesoro- y hoy, están virtualmente congeladas, desde hace más de 30 días y representan el 64,4% de la Base aumentada..

- Como la liquidación de divisas se ha vuelto más fluida, no ha habido demasiado espacio para que los mercados “votaran en contra” de la fórmula que incluye a Zannini, pese a que desde que se conoció esta decisión, claramente hay mayor demanda de dólares. No creemos que la sangre llegue al río, ya que el sistema financiero y la CIARA (los aceiteros), se habrán resignado a partir de hoy lunes, a que “esto es lo que hay”.

Conclusiones

- Hasta donde se sabe, la Presidenta y su Ministro estrella no jugarían en el nuevo gobierno. No les convendría que éste no tenga personalidad propia y, menos aún, contribuir activamente a que carezca de la misma (sería un riesgo que conviene transferir, junto con el bastón).

Fuente: Años de Campo