Los distribuidores de insumos para el campo, dueños de las tradicionales agronomías para el sector, están preocupados: según estimaciones propias, en el primer trimestre de 2015 tuvieron una caída en las ventas en torno del 30%.
La contracción obedeció a la pérdida de rentabilidad de los productores a causa de la baja de los precios de los granos, la presión impositiva y la intervención en los mercados de trigo y maíz, que traba la comercialización de estos productos. Además, en la tendencia influyó la situación climática en la campaña, que hizo que unos productos tuvieran menos salida que otros por el ataque de plagas y enfermedades que se registró.
El freno contrasta con la situación productiva, que en el caso de la soja muestra una cosecha récord y con súper rindes en muchas regiones.
El dato sobre la merma en las ventas fue confirmado en diversas cámaras de distribuidores del interior del país. "En el primer trimestre, la caída de las ventas, en dólares, fue no menor al 30%", expresó Martín Nocelli, integrante de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines de Córdoba (Cedasac).
Para el empresario, el primer trimestre del año fue "catastrófico". Lo adjudicó a la pérdida de rentabilidad de los productores. "Los números no les cierran", afirmó Nocelli. "No es un problema de precios. El problema está en las retenciones y en la intervención en los mercados, que influyen en las ventas", agregó.
Las ventas de precampaña, que suelen realizarse en esta época con mejores condiciones comerciales, tampoco levantan vuelo. "No se hacen compras por anticipado", puntualizó el empresario. Cada vez más las decisiones de compra el productor las toma en la medida de lo que necesita para su campo.
En la Federación de Distribuidores de Insumos Agropecuarios (Fedia), que nuclea a las diversas cámaras de agronomía, advirtieron que el incremento de los costos melló la comercialización de los productos. "Todos vimos lo mismo: hubo una caída importante con respecto al año pasado", precisó Marcelo Senatore, presidente.
Senatore indicó que ahora los productores están abocados a la cosecha de soja y maíz y que el atraso en la recolección también impacta sobre nuevas ventas.
En el sector descuentan que finalizada la cosecha habrá una dura negociación por los alquileres de la próxima campaña entre dueños de campos e inquilinos. Algunos asesores advierten que deberían ajustarse al menos 30% para que la siembra en campos alquilados pueda ser rentable con los actuales precios de los granos, cuyo valor cayó en un porcentaje similar.
Hace diez días, empresarios de 14 firmas de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba), mantuvieron una reunión de su comisión directiva. En ese encuentro, el diagnóstico fue duro. "La falta de ventas es total. Por ejemplo, en la triguera del oeste están planchadas", contó Santiago Ballesty, administrador de la entidad, que tiene 100 empresas socias.
El panorama para las empresas del rubro tiene un condimento extra: varias de ellas tienen clientes que aún no terminaron de pagar insumos del año pasado y tuvieron que refinanciarlos. "Este año se va a tener que refinanciar mucho porque no cierran los números", sostuvo Ballesty.
La paradoja es que esto ocurra pese a los buenos resultados en la producción.