En un contexto general de precios deprimidos para los granos, la abundante oferta de soja que pasa sin escala del campo al mercado acentúa la debilidad de las cotizaciones para quienes desean desprenderse en forma inmediata de la mercadería y le brinda a los compradores la chance de garantizarse un abastecimiento contínuo. Esto último lo logran al asignar los mejores valores a los productores que asumen el compromiso (y los costos) de diferir las entregas hacia los próximos meses, cuando pase el actual cuello de botella logístico.

En la práctica, las fábricas que operan en el Gran Rosario ofrecieron ayer en forma abierta $ 1900 por soja con entrega inmediata, sin cambios respecto de la rueda anterior. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indicó que en este segmento del mercado sólo un comprador, urgido por hacerse de mercadería en forma inmediata, pagó hasta $ 1950. En cambio, por la mercadería con descarga desde julio, los interesados propusieron US$ 224 (equivalentes a $ 1977,5) por tonelada, 4 dólares más que anteayer.

"La cosecha argentina de soja ya progresó sobre el 70% del área apta. Ese avance, sumado a los rindes récord que se vienen obteniendo generaron una oferta del orden de los 48 millones de toneladas, es decir, unos 12 millones por encima del volumen volcado sobre el mercado doméstico un año atrás. Ante esa situación, y frente al intento de los productores de reducir al máximo los costos de almacenaje; de simplificar la logística, y de evitar las dificultades existentes en algunas zonas para conseguir silos bolsa, el ritmo de entrega de mercadería es muy significativo", contó a LA NACION, Sebastián Olivero, director de Agro Tecei Consultores.

El especialista añadió que como resultado del aluvión de soja hay acopios y puertos saturados; escasez de cupos, y compradores que ofrecen premios para los negocios diferidos. "Es que ya se han entregado unos 18 millones de toneladas de soja, un 30% por encima de igual fecha de 2014", detalló.

Otra gran diferencia entre el ciclo comercial actual y el anterior es el incremento de las operaciones bajo la modalidad "a fijar precio". De hecho, "de los 18 millones de toneladas entregados, el 50% no tiene precio. El año pasado, el volumen con precio pendiente de fijación equivalía a solo el 33% de las entregas. Sin embargo, para los compradores (fábricas y exportadores) da igual que los productores pongan o no precio, porque ellos pueden cubrirse arbitrándose por medio de los mercados a término. El hecho concreto es que se viene entregando más soja; que la demanda puede disponer de esa mercadería, y que todo esto es bajista para los precios", advirtió Olivero.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), el contrato mayo de la soja se mantuvo estable, con un ajuste de 221,30 dólares por tonelada, mientras que la posición julio retrocedió US$ 0,20 y concluyó la rueda con un valor de 227,10 dólares.

Las pizarras de la Bolsa de Chicago ayer mostraron una leve suba de los precios de la soja, fundada en la posibilidad de que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos reduzca el volumen de las existencias finales estadounidenses 2014/2015 en su nuevo informe mensual de oferta y demanda de granos, que será publicado el martes próximo.

Al momento de fijar los ajustes de la rueda, las posiciones mayo y julio de la soja sumaron US$ 1,10 y 0,46, en tanto que sus valores resultaron de 361,74 y de 358,71 dólares. En el balance de la semana, estos contratos subieron un 1,65 y un 1,19% frente a los valores vigentes el viernes pasado.

Para la posición coincidente con el ingreso de la nueva cosecha estadounidense, noviembre, la mejora fue de sólo US$ 0,36 y el ajuste, de 349,80 dólares. En todo el segmento, este contrato también acumuló una mejora del 1,19% frente a los 345,67 dólares del cierre de la semana anterior. El buen avance de la siembra 2015/2016 limita las ganancias

Maíz y trigo

Por tonelada de maíz con entrega inmediata la exportación pagó ayer $ 950 en San Lorenzo, sin cambios. Para Timbúes la propuesta se elevó en $ 20, dado que la mercadería con descarga hasta el martes próximo se negoció a $ 970. La BCR indicó que "un participante mejoró la oferta hasta los 1000 pesos".

El maíz para entregas diferidas a junio/julio se cotizó a US$ 113 por tonelada para la zona de Rosario, con una mejora de un dólar. Para Bahía Blanca se mantuvo en 118 dólares.

En el Matba, la posición julio del maíz subió un dólar y cerró con un ajuste de 114 dólares, en tanto que el contrato septiembre se mantuvo estable, con un valor de 117 dólares.

El maíz estadounidense se negoció con ligeras subas, en simpatía con las mejoras del trigo y de la soja. Los contratos mayo y julio sumaron US$ 0,29 y 0,59, en tanto que sus ajustes resultaron de 141,13 y de 142,91 dólares. En el balance de la semana, la primera de las posiciones bajó un 0,35% frente a los 141,63 dólares vigentes el viernes anterior, en tanto que la segunda quedó sin cambios.

Acerca del trigo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires relevó una baja actividad de los molinos y un rango de ofertas que fue de 1050 a 1250 pesos, según calidad, procedencia y forma de pago. En el Matba, la posición julio subió US$ 0,20 y cerró con un ajuste de 133 dólares, en tanto que el contrato enero se mantuvo estable, con un valor de 144 dólares.

La BCR informó que la exportación ofreció $ 950 por tonelada de trigo condición cámara, valor que subió hasta los $ 970 en operaciones por lotes importantes. Por cereal con entrega entre diciembre y enero, los exportadores volvieron a proponer 130 dólares.

En Chicago y en Kansas, el contrato julio del trigo subió US$ 3,21 y quedó en 176,92 y en 186,84 dólares.