Ahora la zona núcleo contribuye con el 40% al total nacional, subiendo 6 puntos en comparación con el año pasado. Se cosechó el 94% de la soja de primera manteniendo la marca de los 43 qq/ha como promedio. La de segunda avanzó al 70% y su productividad unitaria media es de 36 qq/ha. El maíz de primera está culminando las labores de cosecha con 101 qq/ha. La próxima siembra de trigo sigue cubierta por un velo de incertidumbre. Casi sin alternativas de producir el cereal en campos bajo arrendamiento, por ahora la tendencia en la intención exhibe una caída del orden del 25% respecto del año anterior.

Una contundente tormenta se batió en la región. Intensas ráfagas de lluvias convectivas dejaron acumulados de hasta 150 mm en muy poco tiempo en localidades del sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires. Hubo caída de granizo en algunos puntos pero por fortuna no ocasionó daños importantes en el sector agrícola por el avanzado estado de la cosecha.

Con las labores parcialmente detenidas se analiza el plus climático que dejó la campaña; es decir, los kilos extras que se obtuvieron en función de provisión sin límites de agua y la extensión del desarrollo del cultivo por las cálidas temperaturas observadas hasta bien entrado el otoño. También fueron récord las pérdidas de superficie por anegamientos. Pero, afortunadamente, los promedios productivos son contundentes y muy superiores a los parámetros normales. La soja de segunda ocupación arroja un excelente resultado en el 70% del área cosechada: 36 qq/ha. En algunos casos supera a los resultados de la soja temprana. Aunque en la campaña pasada también se obtuvieron buenos resultado en las siembras de segunda, este año el rinde medio es 6 qq/ha superior al del ciclo precedente.

Resta un 2% del área de maíz temprano por cosechar. Los resultados obtenidos van de 86 a 127 qq/ha, estabilizándose en una media de 101 qq/ha. En tanto, el cereal tardío espera su cosecha con muy buen estado. Allí, las expectativas de rindes se acercan los 95 qq/ha.

Comenzaron las tareas de barbecho en los lotes cosechados. Entre las malezas típicas invernales también se encuentran algunas estivales ante la falta de heladas. Los barbechos largos con residuales son los predominantes para mantener limpios los lotes. Los técnicos cada vez despliegan más sus herramientas de conocimientos para cruzar principios activos y distintas estrategias para combatir una cruda guerra a las malezas.

Mientras que los planes de sembrar trigo aún no se definen, todos los factores conducen a una fuerte reducción del área. Los campos alquilados quedan desplazados de los planes de siembra, a menos que sea por contrato. La incertidumbre y la preocupación teñirán las próximas negociaciones en alquileres.


Reserva de agua útil para pradera al 06/5/2015