Los demás países también juegan. Aunque al ombliguismo argentino le cuesta admitirlo, el país no está solo y menos en la producción de alimentos donde enfrenta una fuerte competencia.

Ensimismada en darle prioridad al mercado interno, si la Argentina sigue despreciando la importancia de las exportaciones y de la apertura comercial para impulsar el crecimiento económico, puede perder el tren de las negociaciones comerciales internacionales, en un contexto en el que ni sus competidores ni sus socios del Mercosur parecen estar dispuestos a seguirla.

Los principales proveedores de alimentos del mundo como EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda o Malasia están buscando mejores condiciones de acceso a los mercados más importantes del mundo como Japón, China e India.

Pueden citarse tres negociaciones que podrían cambiar el mapa del comercio internacional: las del Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP); un Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) que reúne a 12 países de América Latina, América del Norte, Asia y Oceanía, y una Asociación Económica Regional Integral (RCEP) entre los 10 países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), Australia, India, Nueva Zelanda, China, Japón y Corea del Sur.

Se calcula que el TTIP cubrirá el 50% del PBI mundial y el 30% del comercio mundial, mientras que hoy la Asociación Transpacífico representa el 40% del PBI mundial y el 33% del comercio. Con la posible adhesión de China, este último acuerdo sumará más del 44% del comercio mundial.

Estas iniciativas suman algo mas del 70% del comercio agroindustrial del mundo.

La estructura jurídico-administrativa del Mercosur impide actualmente a sus países realizar acuerdos por fuera del mercado común en forma independiente. Esto trae no pocas disidencias entre sus socios.

El año pasado, cuando la Confederación Nacional de Agricultura (CNA) estaba presidida por Kátia Abreu -que hoy esta al frente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil-, difundió el documento "Qué esperamos del próximo presidente 2015-2018", en el que la entidad gremial solicitó al nuevo gobierno nacional que "defina una estrategia de política comercial clara y objetiva que resguarde la autonomía de Brasil para negociar acuerdos comerciales de manera independiente del Mercosur".

El documento agrega: "A lo largo de la historia, el Mercosur realizó acuerdos poco ambiciosos de preferencia comercial con Israel, India, Egipto, Palestina y la Unión Aduanera del Sur de África. Considerando el comercio intra-bloque y sumando además los acuerdos del Mercosur con Colombia y Chile, todos esos mercados representan menos del 10% del comercio mundial".

Según un documento de la CNA, "las actuales divergencias comerciales y políticas entre los socios del Mercosur dificultan las negociaciones con otros países. La exclusión temporaria de Paraguay, la adhesión de Venezuela y las disputas comerciales entre Brasil y Argentina son algunos de los factores que hicieron inviables, en los últimos años, la formación de un consenso único necesario para poder negociar acuerdos extra-regionales".

A mediados de marzo, el presidente de la CNA, João Martins da Silva Júnior, solicitó nuevamente que su país implemente acuerdos comerciales bilaterales con otras naciones, de manera independiente del Mercosur, para ampliar el acceso a mercado de las exportaciones agroindustriales.

El pedido de la CNA se realizó durante una reunión con el secretario de Comercio Exterior de Bélgica, Pieter de Crem, en la ciudad de Brasilia. "Hoy el Mercosur es un impedimento para el acuerdo", dijo João Martins en referencia a las negociaciones comerciales bilaterales emprendidas por el bloque sudamericano con la Unión Europea.

En Uruguay fue el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, declaro también el mes pasado que su país pretende impulsar acuerdos con países de fuera de la región.

En el mundo están irrumpiendo las negociaciones comerciales de amplio alcance, ninguna de las cuales incluye -por ahora- a los países miembros del Mercosur.

ADIÓS MERCOSUR

Mientras tanto, en la Argentina se sigue hablando de "saldos exportables", cuotas y ROE, apunta Marcelo Regúnaga, ex secretario de Agricultura, lo que denota una visión económica que da prioridad al mercado interno por sobre el potencial exportador como motor de la inversión y del empleo. Esto, a pesar de que la Argentina -se sabe- produce alimentos para 400 millones de personas, con un potencial productivo para 650 millones.

En diálogo con LA NACION, la superintendente de relaciones internacionales de la CNA, Alinne Oliveira, confirmó la posición de la entidad que representa a los productores agropecuarios brasileños y dijo que por primera vez todo el sector privado, tanto el campo como la industria, está alineado en una misma propuesta. "Existe una presión muy grande para que el gobierno de Brasil avance con nuevas negociaciones comerciales. Esperamos que comiencen este año, y claramente el Mercosur no puede ser un impedimento", dijo Oliveira. El gobierno de Brasil presentara el "Plan Nacional de Exportaciones" y se espera que incluya el comienzo de negociaciones comerciales con otros países por fuera del Mercosur.

"La búsqueda de nuevos acuerdos comerciales ha sido la respuesta que encontraron las naciones como táctica para promover el crecimiento económico y generar empleos", dice el documento de la CNA presentado el año pasado.

La Unión Europea (UE-27) realizó acuerdos comerciales con 63 naciones y tiene en negociación tratados con otros 86 países más. Los EE.UU. están negociando dos mega-acuerdos: uno con la UE-27 y otro en el Acuerdo Trans-Pacífico (TPP).

En 2010, Cristina Fernández de Kirchner relanzó en Madrid las negociaciones Mercosur-UE. Ambas partes lograron concretar sus propuestas finales para un tratado de libre comercio. Sin embargo, "falta la decisión política para que se intercambien las propuestas", dice Oliveira. Esto a pesar de que el propio Centro de Economia Internacional (CEI), que depende de la Cancillería, muestra en documentos que evalúan el impacto de negociaciones con diferentes países y bloques que el PBI de la Argentina podría crecer un 4% si se concretara esa negociación.

JUGAR EN LAS LIGAS MENORES

Los nuevos tratados de libre comercio son, sin dudas, una amenaza para países como la Argentina ya que comprenden a los principales mercados mundiales actuales y futuros por un lado, y también a los principales competidores de la Argentina, con excepción-hasta el momento- de los países del Mercosur.

El riesgo del llamado "mega regionalismo" para la agroindustria argentina es perder competitividad relativa frente a las ganancias que puedan obtener sus competidores. Quedar en una suerte de liga menor frente a jugadores de ligas superiores.

No se puede desconocer lo que sucede en las negociaciones agroindustriales a nivel mundial y su efecto sobre la Argentina, menos si se considera que hoy con todas las trabas que existen para vender al mundo las ventas externas de ese sector representan mas del 50% de las exportaciones totales del país y son las responsables del superávit comercial.

Un estudio de factibilidad elaborado por el INAI analiza el impacto sobre las exportaciones agroindustriales de los países del Mercosur de una eliminación de los aranceles de la UE para las importaciones de los EEUU, combinada con una reducción de 50% de las barreras no arancelarias.

Como consecuencia de las mejores condiciones de acceso obtenidas por EE.UU., las exportaciones agroindustriales argentinas a la UE registrarían un descenso de 547 millones de dólares (-6,7%). La mayor parte de este retroceso estaría explicado por los envíos de carne bovina deshuesada fresca, refrigerada y congelada, que caerían 87% y 42% respectivamente.

Dado que la carne bovina es uno de los productos más afectados, el impacto más importante se observa en Uruguay, puesto que este producto representa una proporción importante de las exportaciones uruguayas al mercado comunitario.

¿Qué pasaría en cambio si la UE eliminara aranceles para los Miembros del Mercosur? Dado que en este escenario se consiguen mejores condiciones a expensas de los competidores, las exportaciones del Mercosur a Europa se incrementan un 21,2 por ciento.

El principal ganador en valor es Brasil, con un incremento del comercio de 4595 millones de dólares adicionales exportados, mientras que Uruguay percibe el mayor aumento porcentual: 46%. Las exportaciones de azúcar de caña y carne bovina, respectivamente, son responsables de estos crecimientos.

Los porcentajes para la Argentina y Paraguay son menores, ya que un 53% de las exportaciones argentinas corresponden a harina de soja y un 86% de las exportaciones paraguayas a porotos de soja, productos que ya cuentan con arancel cero.

Sin embargo, a pesar del menor impacto porcentual, la Argentina vería claros beneficios en el comercio con la UE, incrementándose sus ventas en 877 millones de dólares. Los cinco productos mas beneficiados con estas negociaciones serian carne bovina, ajos, naranjas, arroz, limones y limas.

Sin dudas, la falsa dicotomía entre mercado interno y mercado externo continuara trayendo costos a la agroindustria en términos de perdida relativa de mercados.

LAS PARTIDAS QUE SE ESTÁN JUGANDO

Acuerdo transatlántico

La Unión Europea y Estados Unidos negocian un acuerdo para mejorar las condiciones del comercio y la inversión

Acuerdo transpacífico

Lo negocian doce países de América latina, América del Norte, Asia y Oceanía, en la que intervienen países como Estados Unidos, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Perú, Singapur, Japón, Malasia, México y Nueva Zelanda

Asociación regional

Entre los diez países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), Australia, India, Nueva Zelanda, China, Japón y Corea del Sur

Un mercado gigantesco

Todas estas negociaciones, algunas concluidas y otras que se están realizando suman algo más del 70% del comercio agroindustrial del mundo. Quedarse afuera signifca pagar un alto costo