El dueño del casino de Palermo y de las salas flotantes de la Costanera profetizó en septiembre ante los dueños de los bingos porteños: "Me voy a quedar con todo". Al poco tiempo, Roberto López, el titular de Lotería Nacional, lanzaba una licitación de bingos para cumplir ese deseo.
El gobierno de Mauricio Macri, que debía autorizar el concurso, guardaba silencio. Cuando LA NACION lo hizo notar, pidió a Lotería que lo suspenda. Lotería hizo oídos sordos. Hace dos viernes comunicó que la licitación continuaba, a pesar de la desautorización de la Ciudad. Los funcionarios de Macri ahora prometen: "Si insiste, llevaremos al presidente de Lotería a la justicia federal".
Mientras tanto, en el gobierno municipal clausuraron los bingos de Lavalle, Belgrano y Caballito. Ayer los dos primeros habían reabierto sus puertas. Sólo permanecía cerrado el bingo Caballito. Es el que había denunciado el favoritismo de Lotería con Cristóbal López. Las cosas del azar.