Las plagas están en niveles controlables y las lluvias dibujan el escenario para una abundante cosecha. El maíz sembrado en diciembre está por ingresar en el periodo clave de definición de número de granos. La condición del cultivo indicaría otro éxito de esta siembra al igual que la campaña pasada. El maíz tradicional esta finalizando su ciclo con pronósticos de rindes un 15% superiores a las medias zonales (90 qq/ha).
Las altas temperaturas invadieron la región en el periodo crítico de soja y de maíces tardíos. Pese a ello, su efecto sobre los cultivos fue atenuado por la adecuada carga hídrica del suelo y las últimas lluvias. Como hace años que no ocurre, los cultivos de verano mantienen muy buenas a excelentes condiciones. La situación hídrica en los sectores bajos es de excesos, pero una lluvia mejoraría el entorno para el desarrollo de los sembrados en las zonas altas, principalmente las del noroeste bonaerense. Los mayores acumulados de lluvia de esta semana se ubicaron en el este de Córdoba. Los registros fueron del orden de los 50 a 100 mm. Se destaca Guatimozín con un acumulado semanal de 124 mm.
Continúa la actividad de los aplicadores sobre los lotes sojeros. Sin embargo, estamos lejos de la preocupante situación de plagas de la campaña pasada. Aparecieron las temidas chinches, pero se mantienen en leve a moderados niveles de infestación. Lo mismo sucede con las isocas, como Anticarsia, medidora, bolillera y la oruga militar.
Humedad en el perfil, lluvias periódicas, altas temperaturas y cultivos densos crean un ambiente propicio para la explosión de enfermedades de fin de ciclo. Es realmente llamativo que su proliferación sea sólo en estratos inferiores o medios del canopeo, con severidad leve a moderada. La mayor parte de los controles fueron de modo preventivo. Se mencionan casos aislados de “muerte súbita” en variedades susceptibles y advierten la alerta de roya a 300 km de la región.
Sin embargo, con una inmejorable condición, la soja de primera pretende superar en 5 qq/ha los rindes zonales (35 qq/ha). El escenario caracterizado por lluvias recurrentes mantiene las expectativas de los 40 qq/ha. El cultivo ubica sus estadios fenológicos principalmente en R5 (comienzo de llenado de semilla), hay lotes con vainas de 20 mm (R4) y otros pocos que completaron su llenado (R6). Mientras que la soja de segunda, varía sus estadios entre vegetativo avanzado a plena fructificación (R4). Incluso hay lotes sembrados muy tempranamente en R5. Recibe muy buenas a excelentes calificaciones. La excepción son los relieves bajos con excesos su contraste, el noroeste bonaerense con reservas ajustadas.
El maíz tardío y de segunda ingresa lentamente en el periodo crítico. El 58% de los cuadros está largando la panoja y una pequeña proporción está en antesis con muy buena tolerancia a las temidas temperaturas de verano. El resto continúa en estados vegetativos con muy buenas perspectivas.
El maíz temprano tiene los días contados a cosecha y no baja sus expectativas de producción. La media se estabilizaría en los 105 qq/ha y el rango de variación sería de 87 a 123 qq/ha. Cursa la madurez fisiológica en un 50% de los cuadros. El 39% continúa llenando granos y el resto está “entregado” o en madurez comercial.