La situación del “Picudo Negro de la Soja” en la actual campaña es monitoreada por los técnicos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), junto con productores o asesores, cuyos resultados se chequean en la pagina web de la propia entidad, según informó La Gaceta de Tucumán.
Se trata de un Boletín Fitosanitario titulado “Dinámica de Emergencia de Rhyssomatus subtilis-Campaña 2014-2015”, donde se reporta de manera periódica la emergencia desde el suelo de los adultos del picudo negro en las localidades tucumanas de Overa Pozo, La Cruz y Burruyacu, y en las salteñas de Antilla, Metán y Las Lajitas. Se informa, además, parámetros como número de adultos en suelo antes de la colocación de las jaulas de emergencia, emergencia de adultos, porcentaje de hembras emergidas (sólo en Overa Pozo), número de picudos por metro lineal de cultivo (sobre parcelas de soja sin aplicaciones de insecticidas), precipitaciones en milímetros y número de días con lluvia.
Al final del boletín se ofrece un comentario sobre cómo viene ocurriendo la emergencia del picudo para las localidades relevadas, junto con una recomendación de manejo de los técnicos de la Eeaoc.
“Es importante remarcar que debido a la ocurrencia de precipitaciones de importancia acontecidas en estas últimas semanas, en algunas de las localidades monitoreadas se observaron importantes incrementos en los niveles de emergencia de picudos desde el suelo”, expresó la Eeaoc.
Técnicos del sur de Tucumán informan que durante el último período se observó con mayor frecuencia la presencia de este picudo en lotes de la oleaginosa. Por lo tanto, se recomienda estar atentos durante los monitoreos de las plagas, para evitar daños e incremento de las poblaciones de esta especie.
En general, los cultivos de soja se encuentran atravesando etapas vegetativas avanzadas y en algunos casos, por las reproductivas iniciales. Durante dichos períodos, los daños de los adultos se concentran sobre brotes de las ramificaciones laterales, siendo de menor gravedad en comparación con los daños en etapas más tempranas sobre el brote principal. En lotes sembrados tardíamente, donde el cultivo se encuentra en fases vegetativas iniciales, los daños en brotes pueden comprometer notoriamente la estructura del cultivo.
Por otro lado, el monitoreo frecuente de los adultos es importante, ya que el picudo negro se encuentra protegido durante las horas de mayor insolación; por ello, además de contar los adultos recolectados con el paño, se recomienda revisar los puntos de muestreo, debido a que los picudos pueden arrojarse al suelo o estar protegidos en brotes u hojas secas.
En caso de efectuar un control con insecticida, debe tenerse en cuenta que los momentos más oportunos son las últimas horas de la tarde y durante la noche, ya que son los horarios de mayor exposición por parte del picudo. “Tener muy presente aquellos aspectos vinculados a lograr una mejor calidad de aplicación”, dijo la entidad.
Otro cultivo de importancia para la zona es el poroto. En el caso de aquellos lotes con antecedentes de este picudo y donde está por sembrarse ese cultivo, se recomienda el empleo de insecticidas curasemillas para proteger a las plántulas de poroto en sus primeras etapas de desarrollo. Hay que considerar que la siembra coincide con los picos de mayor importancia de R. subtilis, siendo sensible al ataque de los adultos de picudos negro, no teniendo la capacidad de compensación que ofrece el cultivo de soja.