La desconfianza del Gobierno en la investigación judicial de la sospechosa muerte del fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman , se transformó ayer en un intercambio de acusaciones entre la Casa Rosada y la fiscal de la causa, Viviana Fein.

Fein dijo que el fiscal volvió al país en la fecha prevista y desmintió a la Presidenta, que, al igual que muchos funcionarios, había argumentado con tono suspicaz que Nisman interrumpió sus vacaciones para regresar a Buenos Aires a presentar la denuncia contra el Gobierno por encubrir a iraníes acusados por el ataque a la AMIA.

La Casa Rosada respondió de inmediato: por medio de su cuenta oficial de Twitter presentó diversos argumentos que abonarían la tesis de un regreso imprevisto y justificarían la supuesta intención conspirativa de Nisman.

No fue el único choque. El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, reforzó la estrategia de tender un manto de sospechas sobre Lagomarsino, el empleado de Nisman que admitió haberle prestado el arma con la cual murió el fiscal. "Ese muchacho hacía servicios de inteligencia", dijo.

Cristina Kirchner también había apuntado a Lagomarsino en su discurso por cadena nacional y pidió que se lo investigue.

El lunes pasado, la Presidenta había vinculado al único imputado con el Grupo Clarín y lo calificó de "feroz opositor" al Gobierno. Sin embargo, Lagomarsino desmintió a todo el Gobierno a través de su abogado, Maximiliano Rusconi, sobre su supuesta condición de servicio de inteligencia.
Más aún, Rusconi anticipó que pedirá ante la jueza Fabiana Palmaghini que Cristina Kirchner y Fernández declaren en la causa para que "informen lo que saben" por su condición de funcionarios públicos. Se lo interpretó en Balcarce 50 como un abierto desafío.

En el mismo día, el técnico en informática Lagomarsino hizo su aparición pública en una conferencia de prensa y reveló que Nisman le pidió la pistola porque tenía profundo temor a su custodia personal, dispuesta por la Policía Federal. En Olivos lo entendieron como un tiro por elevación al secretario de Seguridad, Sergio Berni, de quien dependen las fuerzas federales de seguridad.

Incluso, la fiscal Fein contradijo otra vez a la Casa Rosada en su ofensiva contra Lagomarsino, cuando aseguró que el ex empleado "no está imputado" por la muerte de Nisman, sino sólo por haberle suministrado un arma sin permiso de portación.

Por la cuenta oficial de Twitter de la Casa Rosada @CasaRosadaAR, el Gobierno le contestó a Fein, quien había informado que Nisman no había interrumpido sus vacaciones porque tenía previsto regresar el 12 de enero con pasaje aéreo reservado.

El tuit de la Casa Rosada cuestionó: "Nisman por whatsapp: «Debí suspender intempestivamente mi viaje». Le creemos a Nisman o a la fiscal Fein?". Se refería a un mensaje del fiscal a sus conocidos en el que agregaba que en ese viaje festejaría los 15 años de su hija. "Imaginarán lo que eso significa", acotaba. Ese mensaje, anticipado la semana última por LA NACION, agregaba: "A veces en la vida los momentos no se eligen. Simplemente las cosas suceden, y eso es por algo. Esto que voy a hacer ahora igual iba a ocurrir. Ya estaba decidido. Hace tiempo que vengo preparándome para esto, pero no lo imaginaba tan pronto".

EL PASAJE DE NISMAN

La fiscal Fein había dicho que el regreso de Nisman había sido previsto con anticipación: "Información oficial de la empresa Iberia establece que sacó el pasaje de regreso el 31 de diciembre desde Buenos Aires, para arribar el 12 de enero. Sacó dos pasajes, porque quería volver con su hija, que festejaba los 15 años. Por razones privadas de la pareja, volvió solo", dijo la funcionaria judicial.

Además, señaló que Nisman tenía pensado retornar el 19 de enero a España. "Pero como la hija no estaba en Buenos Aires, canceló también el pasaje de retorno", aseguró Fein.

La fiscal le tomó declaración testimonial a la jueza Sandra Arroyo Salgado, ex esposa de Nisman, que conversó con él sobre esa situación familiar. Sin embargo, en Twitter la Casa Rosada reprodujo supuestas declaraciones de Arroyo Salgado que según el canal oficialista CN23 decían: "Yo tampoco sé por qué Nisman regresó antes al país".

El malestar de la Casa Rosada con la jueza Palmaghini y con la fiscal Fein fue anticipado el domingo por LA NACION. La Presidenta y Berni consideran que son lentas, que no piden medidas de prueba y que no dirigen bien la investigación.

También Fein pareció enfrentarse abiertamente a Olivos cuando ayer señaló que "no hay elemento por el momento que pueda comprometer a Lagomarsino en un hecho doloso de mayor gravedad". Aclaró que por ahora no le tomará declaración indagatoria y que sólo está imputado por prestarle el arma a Nisman.

"El señor Lagomarsino está imputado en forma muy genérica por mí, sin haber pedido indagatoria, que por el momento no la voy a pedir, solamente por la facilitación del arma", señaló Fein. Sin embargo, Aníbal Fernández había echado un fuerte manto de sospecha. "Nos empieza a preocupar la situación de este muchacho que hacía servicios de inteligencia en las marchas de familiares de las víctimas de Cromagnon".

Fundó su acusación en una denuncia del abogado José Iglesias, padre de un joven que murió en la tragedia de Cromagnon y que lo señaló como quien tomaba imágenes como "aficionado" de un acto de conmemoración de las víctimas. Según esa denuncia, Lagomarsino acusó un desperfecto en su cámara y luego se retiró al ser descubierto.

"Llama la atención alguien que no iba a la fiscalía, que prácticamente no lo conocían, que dicen que era especialista en informática y cobraba $ 40.000 por mes", dijo Fernández.

Como respuesta, el abogado Rusconi anticipó que pedirá que la Presidenta y Fernández declaren en la causa. "Voy a sugerir que Cristina Fernández y Aníbal Fernández, ya que tienen tanta información, se presenten como testigos", dijo.

"LLAMATIVO SEGUIMIENTO DE LA CÁMARA"

Ayer, en el comunicado difundido por el Centro de Información Judicial (CIJ), en el que se informaron las medidas que tomó la jueza Fabiana Palmaghini, se explicó que el 23 de este mes se le pidió a la fiscal Viviana Fein que se incorpore al expediente una copia de la grabación difundida por el canal C5N que da cuenta del último arribo de Nisman al aeropuerto internacional de Ezeiza, "ante lo llamativo que resulta el constante seguimiento que la cámara realiza sobre el nombrado".

Según informó a la nacion una calificada fuente oficial, el video habría sido editado por personal de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) que cumple tareas especiales en el aeropuerto de Ezeiza. Según el informante, los espías grabaron y compilaron las imágenes captadas por las cámaras de seguridad que hay en Ezeiza.