"¡Justo se nos rompió el aire!" Tras el anuncio de la nueva etapa del plan Precios Cuidados, ése era el lamento ante unos empresarios de Ariel Langer, el funcionario encargado de negociar con los supermercados y las empresas fabricantes la actualización de los precios, que incluyó un aumento promedio del 3,8% y la incorporación de 52 artículos a la lista.

Como si se tratara de una pequeña maldición que persigue al gabinete económico -primero fue la elección, el mes pasado, de la peor semana del año para concretar un canje de deuda, y ahora les tocó el día más caluroso del año justo cuando el aire acondicionado en el auditorio Néstor Kirchner, en el piso 9° de la Secretaría de Comercio, dejó de funcionar-, en el equipo que lidera Axel Kicillof decidieron no dejarse amilanar por las dificultades técnicas y presentaron el relanzamiento del plan como el mayor logro de su gestión.

Combinando el autobombo con las clásicas críticas a la "prensa opositora", el propio Kicillof se cruzó hasta la sede de Comercio para hacer el relanzamiento de la canasta oficial. El ministro de Economía aseguró que Precios Cuidados "refutó los pronósticos asquerosos, horripilantes" y las "campañas infectas" de parte de la prensa sobre el fracaso del programa oficial. "Es uno de los casos más paradigmáticos de pronósticos fallidos sobre las políticas públicas", sostuvo.

Durante su breve discurso, Kicillof no dejó de reivindicar el papel que tuvo el plan para frenar la inflación. "Precios Cuidados fue un golpe a la especulación y se hizo para defender el salario", argumentó. Sin embargo, tuvo que admitir que la suba en el costo de vida en los primeros once meses de su gestión llegó al 22,7%, lo que ubica al país entre los cuatro países más castigados por la inflación, junto con Venezuela, Sudán y Malawi. Y nada dijo sobre las mediciones privadas, que calculan una inflación cercana al 37% anual en 2014.

La composición del auditorio ayer al mediodía es una buena metáfora de la economía en tiempos kirchneristas. Por cada empresario presente en el salón -básicamente, los representantes de las grandes cadenas de supermercados, los mayoristas y los autoservicios chinos que adhieren a Precios Cuidados- había por lo menos diez empleados públicos -seguramente funcionarios de la propia Secretaría de Comercio-, que se acercaron hasta el auditorio para aplaudir a Kicillof y a su jefe directo, Augusto Costa.

Tras el encuentro, uno de los pocos empresarios que se atrevieron a relativizar públicamente el impacto del programa fue Fernando Aguirre, de la Cámara Argentina de Supermercado s (CAS), que sostuvo que la iniciativa "no sirve para terminar con la inflación". Si bien admitió que se trata de un proyecto "útil" para los consumidores, Aguirre recordó que el programa "lleva un año de vigencia", pese a lo cual "la inflación no descendió, todo lo contrario".

La tarea de explicar los cambios en el programa quedó para Augusto Costa, que precisó que los 52 nuevos artículos que se sumaron a Precios Cuidados lo hicieron con precios que implicaban "una baja promedio del 9%" respecto de los valores previos. El secretario de Comercio además destacó que el grado de cumplimiento en los supermercados llegó al 82 por ciento.

Costa precisó que entre la lista de nuevos productos se encuentran "jabón líquido, jugo de limón, suavizante para la ropa, edulcorantes y alimentos para celíacos", y destacó que con la última suba autorizada la canasta de Precios Cuidados acumuló en los últimos doce meses un incremento promedio del 16,2 por ciento.

El aumento, igualmente, no fue parejo para todos los productos y algunos rubros muy sensibles al consumo popular tuvieron incrementos mucho más altos. La lista de aumentos fue liderada por la yerba mate, que cerró 2014 con un alza del 37% aun en el caso de las marcas que integran el plan, seguida por el café molido (31,7%), el azúcar (28,7%) y las gaseosas (28%).

Sin rastro de los nuevos artículos

Hasta la tarde de ayer, la gran mayoría de los nuevos 58 productos que se incluyeron en la lista de Precios Ciudados no se encontraban en las góndolas de distintos supermercados. En el caso de dos ítems, toallas femeninas y arroz, los costos no habían sido actualizados.