"Se pone en vuestro conocimiento que este banco ha dispuesto atender hasta el 31/12/2014 en forma normal según lo pactado para cada uno de los clientes. Luego de dicha fecha sólo se atenderán a aquellos productores que acrediten no tener existencia de soja, para lo que deberán presentar acuse de recibo para existencias informadas al 31/08/2014 y los comprobantes de ventas respectivos que verifiquen no poseen existencia de dicho grano."

En la sucursal Monte Cristo del Banco Nación, en Córdoba, algunos leyeron esa frase en un papel pegado en un vidrio. En otras sucursales, en tanto, en los últimos días escucharon algo similar de boca de sus gerentes. Por escrito o de manera verbal, el mensaje parece claro: en otro capítulo más de la guerra del Gobierno con los productores que aún no vendieron soja, a partir del 1° de enero de 2015 el banco directamente no los atenderá si siguen con el grano en su poder.

Consultados por LA NACION, especialistas interpretaron que la instrucción de la entidad significa que los productores sufrirán el cierre de sus cuentas. Otras fuentes explicaron que ese ultimátum no llegará a ese extremo, pero sí que la advertencia consiste en un cierre definitivo del financiamiento al productor.

"A mí el gerente me dijo que tuve suerte que ya vendí la soja, porque si no a partir del 1° de enero me tenía que cortar por esta orden la tarjeta Agronación, la venta de valores y el descubierto", contó un productor del centro de la provincia de Buenos Aires que pidió reserva de su identidad.

"La instrucción es cortar todos los créditos que no tengan una garantía real [hipoteca o prenda]; se cortan todos los convenios que tenías con el banco. Por ejemplo, no vas a poder vender un cheque a fecha", agregó.

El Banco Nación comenzó a restringir el financiamiento a los productores de soja en enero de 2014.Primero lo hizo recortando los límites de créditos a quienes producen la oleaginosa y después avanzó sobre los que aún no la comercializaron. Ahora despide el año avisando que en 2015 la ventanilla estará cerrada si no se desprendieron de la soja.

Según diversas estimaciones, aún quedan sin vender unos 14,3 millones de toneladas de la oleaginosa. Se trata de poco más del 25% de la última cosecha, pero que en plata representan unos US$ 6000 millones.

"El productor grande ya vendió. Ahora lo que queda es del productor chico, que usa la soja que le quedó para gastos hasta que vuelva a cosechar, en mayo", graficaron en una cooperativa donde destacaron que observan un creciente pedido de financiamiento de sus asociados ante el recorte del crédito del Banco Nación.

En esta campaña agrícola, el productor necesita especialmente el financiamiento ya que, por la caída de los precios internacionales de los granos y el aumento de los costos para producir se encuentra en una situación económica difícil, sobre todo en las regiones más alejadas. "A mí me dijeron que si sigo con la soja a partir del 1° de enero no me van a dar ningún crédito nuevo", señaló un productor de la zona de Monte Cristo, en la provincia de Córdoba.

A un productor le advirtieron que tampoco podrá comprar maquinaria agrícola si no se desprende de la soja, con lo cual la medida afectará a los fabricantes nacionales.