Las lluvias dejaron un panorama dispar en el campo. En el norte bonaerense y el sur de Santa Fe cayeron más de 100 mm que, si bien podrían ayudar a la siembra de soja luego de que se ralentizara por la falta de humedad, hay temor a demoras por los excesos hídricos. En el sur de Córdoba, la caída de granizo en la región de Justiniano Posse e Inriville afectó unas 90.000 hectáreas entre trigo, soja y maíz. En tanto, en el sudeste bonaerense volvió a agravarse la situación de campos que venían anegados.
"Podría ocasionar nuevas demoras en la implantación de la oleaginosa", dijeron en la Bolsa de Comercio de Rosario sobre las fuertes precipitaciones. "Traería demoras", coincidió Maximiliano Zavala, analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En Rauch, una de las zonas afectadas en septiembre por las inundaciones, ahora cayeron 40 mm. Federico Petreigne, presidente de la Sociedad Rural local, alertó: "Llueve muy seguido y eso complica la siembra".
En Necochea, la situación es delicada. "Con las lluvias del lunes 27 de octubre, de 100 milímetros, y las de este fin de semana se volvieron a llenar todos los campos de agua. En los campos más bajos el agua pasa por encima de los postes del alambrado", contó el productor Juan Balsategui. Y explicó que entre un 25 y un 60% del partido se encuentra afectado por excesos hídricos. Dolores es otra región que profundiza sus problemas con cada lluvia. Según Germán Facio, presidente de la Sociedad Rural, allí hay 40.000 a 50.000 hectáreas "con mucha agua".